«He vuelto a vivir, estaba muerta en vida», exclamó la ex parlamentaria Gloria Polanco al reencontrarse con sus hijos en la capital de Venezuela al anochecer de este miércoles, su primer día de libertad desde que en julio de 2001 fue tomada como cautiva por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Como ella, fueron liberados otros ex parlamentarios con seis o siete años en poder de la guerrilla, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Gechem, en un gesto de las FARC en respaldo al presidente venezolano Hugo Chávez y a la senadora liberal colombiana Piedad Córdoba, gestores en 2007 de un fallido acuerdo humanitario.
El acuerdo permitiría intercambiar decenas de civiles y militares en manos de las FARC por centenares de guerrilleros presos en cárceles colombianas, pero los contendientes no concuerdan en sus condiciones y la liberación de estos parlamentarios fue un gesto unilateral de la organización rebelde.
El pasado enero la guerrilla liberó y entregó al binomio Chávez-Córdoba a otras dos dirigentes políticas, Clara Rojas —mano derecha de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también rehén— y Consuelo González.
El gobierno venezolano desplegó, junto con la Cruz Roja, una operación aérea y terrestre, siguiendo el guión de la liberación de Rojas y González, para rescatar a los cuatro ex parlamentarios en plena selva del sudeste colombiano y traerlos a Caracas, donde les esperaban sus familiares desde hace dos semanas.
Dos helicópteros de Venezuela con distintivos de la Cruz Roja viajaron a la zona colombiana del Guaviare, a más de 300 kilómetros al sudeste de Bogotá y a unos 600 kilómetros al sur del aeropuerto venezolano de Santo Domingo, para recoger a los rehenes.
Las coordenadas del sitio de encuentro, entregadas por las FARC, sólo las conocía el ministro venezolano de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, un capitán de navío retirado experto en inteligencia que comandó la operación, acompañado de Córdoba.
Imágenes de televisión tomadas por el gobierno mostraron cómo los rehenes, el equipo de rescate y los guerrilleros y guerrilleras se encuentran cordialmente, estrechan sus manos, se abrazan y se dirigen palabras cordiales en un paraje boscoso pero habitado.
"En nombre de las FARC, Ejército del Pueblo, hacemos entrega de los cuatro rehenes, tal como lo ha prometido el secretariado, al presidente Hugo Chávez y a la senadora Piedad Córdoba. Quedan en sus manos sin ninguna enfermedad grave, como decían los medios", dijo a Rodríguez el jefe de la unidad rebelde.
Agregó que fueron hostigados por militares y elogió a Chávez "que se ha puesto a velar por la gente de Colombia ya que el presidente (Álvaro Uribe) no lo hace".
El ministro venezolano respondió que "recibo a las personas que me entrega cumpliendo instrucciones de mi comandante en jefe, al camarada Orlando, al camarada Jorge, al compatriota Orlando y a la compatriota Gloria Polanco", en el diálogo plural donde se mezclaban las palabras "compatriota", "camarada" y "comandante".
"Gracias, muchas gracias", repetía Polanco entre lágrimas. Tomó unas ramas y flores que le entregaron guerrilleras y dijo que "es lo único que puedo llevarme de la selva, las llevaré a la tumba de mi esposo".
"Quiero expresarle al presidente Chávez y a la senadora Córdoba los más sinceros agradecimientos. Lograron que las FARC entendieran e hicieran estos gestos unilaterales para liberar a estas personas que hemos padecido esta tortura por más de siete años", dijo Luis Eladio Pérez.
Agregó que "lo han hecho por librarnos de la muerte. Este es un conflicto inhumano desde todo punto de vista; y podemos hacer un esfuerzo, desde los países vecinos, para que nos ayuden a salir de esta infernal guerra".
Gechem invitó a Chávez y Córdoba "a que sigan trabajando para que los demás compañeros que permanecen en cautiverio puedan recobrar su libertad".
"Muchas gracias a ustedes, comandante, por lo que hicieron para que llegáramos aquí y salir con bien", se despidió Polanco del jefe guerrillero. Y a los más jóvenes en el grupo insurgente les agradeció "por ayudarnos a soportar estas largas caminatas".
Los helicópteros regresaron a Santo Domingo y, al caer la tarde, un avión trajo a los ex rehenes al aeropuerto de Caracas, donde les esperaban sus familiares más cercanos mientras veían por televisión las imágenes de la liberación.
Fue entonces el turno de las lágrimas, los abrazos, las frases emocionadas, las llamadas telefónicas, una confusión de rostros, risas, besos, abrazos y palabras en las que se recordó, siempre, a quienes todavía permanecen como cautivos en manos de la insurgencia.
Entrada la noche, Chávez dispuso recibirlos con honores en el palacio de gobierno.
El ministro de la Presidencia, Jesse Chacón, pidió que "el hecho de hoy se entienda como un acto de paz. Agradecemos el gesto de las FARC y esperamos del gobierno de Colombia también un gesto".
Más temprano, el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, rechazó acceder a la principal demanda de la guerrilla para negociar un acuerdo de canje, que se despejen militarmente los municipios de Pradera y Florida en el sur de Colombia.
"Las FARC pretenden ganar terreno. Un acuerdo se puede negociar en cualquier parte dentro o fuera de Colombia, y hoy se demuestra que para liberar a los rehenes no se necesita una zona de despeje", dijo Santos.
"Nos defraudan algunas expresiones que hemos oído del gobierno colombiano", dijo Chacón. "Queremos una salida negociada a este conflicto. No existe salida militar al conflicto colombiano y pedimos a todas las partes elaborar un camino para una solución negociada", añadió.
El presidente francés Nicolas Sarkozy calificó las liberaciones de este miércoles como "un gesto positivo" de las FARC y pidió "liberar en el más breve plazo a todos los rehenes, en particular a los más vulnerables", entre ellos Betancourt, quien tiene nacionalidad francesa además de colombiana.
Las FARC emitieron un comunicado para asentar que a las liberaciones unilaterales de este miércoles "debe seguir el despeje militar de Florida y Pradera por 45 días".
El canciller venezolano Nicolás Maduro dijo al respecto que "debemos dar tiempo y ver esos asuntos después. Por hoy, vamos a celebrar estas liberaciones".
Los ex rehenes y sus familiares descansarán la noche de este miércoles en un lujoso hotel capitalino y probablemente permanecerán varios días en Caracas.