Este año, dos hombres que estuvieron en bandos opuestos del genocidio en Camboya de los años 70, se verán otra vez cara a cara en el tribunal especial en Phnom Penh para juzgar los crímenes cometidos durante el régimen del Jemer Rojo.
Para uno de ellos, el artista Vann Nath, es el momento que esperaba pacientemente desde hace casi tres décadas. Fue una de las siete personas que sobrevivieron a Tuol Sleng, un colegio de la capital camboyana convertido en una prisión por el régimen maoísta jemer (1975-1979).
Al menos 14.000 personas que estuvieron encarceladas allí fueron torturadas y asesinadas.
El otro es Kaing Khek Eav, apodado "Duch", jefe de cárcel de Tuol Sleng, o S-21, como era conocida por el régimen maoísta. Ahora está bajo custodia del tribunal especial para crímenes de guerra, respaldado por la Organización de las Naciones Unidas, junto a otros ex líderes jemeres.
Las Cámaras Extraordinarias en las Cortes de Camboya, como se llama oficialmente el tribunal, habrá de hacer su primera audiencia este año.
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"He estado esperando este tribunal por casi 30 años. Quería que los líderes del Jemer Rojo afrontaran la justicia por lo que hicieron", dijo Nath, quien lleva en su memoria los terrores de la prisión S-21 desde que fue liberado en enero de 1979.
"Yo iré al juicio de Duch para ver si el tribunal tendrá un justo veredicto", señaló durante una reciente visita a Bangkok.
"Estoy dispuesto a ir y testificar si el tribunal me requiere. Creo que la corte mantiene en secreto aún si me invitará o no", añadió.
Nath no es sólo un ex presidiario que presenció los horrores de la cárcel S-21. Desde que fue liberado, lanzó una campaña para contar a través de sus obras de arte la pesadilla que sufrió. Sus pinturas son momentos congelados de agonía que fluyen de su memoria.
En sus pinturas, exhibidas en distintos lugares desde 1980 y ahora por primera vez en el Museo del Genocidio de Tuol Sleng se pueden ver imágenes de prisioneros siendo latigados, o a otros a los que se les arrancan las uñas. Otra muestra a un hombre degollado por un soldado jemer y otra a una madre siendo golpeados por un guardia mientras le sacan a su pequeño hijo de las manos.
Su última exposición, inaugurada en Bangkok este mes, contiene perturbadores imágenes de prisioneros en cadenas.
Son pinturas que representan el horror del régimen del Jemer Rojo, responsable de la muerte de cerca de 1,7 millones de personas, casi una cuarta parte de la población camboyana en los años 70.
La mayoría de las víctimas camboyanas, incluso bebés, fueron ejecutados o murieron de hambre o trabajos forzados. Entre ellos estaban los hijos de Nath.
Plasmar esos recuerdos en una pintura no siempre es algo sencillo para el artista. "Cuando pinto escenas de prisioneros arrastrados por los guardias, es algo difícil para mí. Me trae recuerdos de mis tiempos allí. Me hace meterme en la pintura y recordar los momentos dolorosos de esa época oscura", explicó.
En un libro que Nath escribió sobre sus experiencias en la prisión S-21, se confirma cuán cerca están esas imágenes de la verdad. Durante un encuentro con el "ex carnicero de Tuol Sleng", como él llama a su ex guardia de prisión, Nath le preguntó cuán correctas eran las imágenes. "No, no son exageradas", le respondió el guardia durante un encuentro que mantuvieron en 1996.
Incluso, "hubo escenas más brutales que esa", admitió.
En su libro "Retrato de una prisión camboyana", Nath le pregunta a su ex guardia: "¿Vio la imagen de los soldados que le sacan el bebé a su madre en tanto otro la golpea con un palo? ¿Qué hacían ustedes con los bebés? ¿A dónde los llevaban?".
"Los llevábamos para matarlos. Teníamos la orden de matarlos a todos", respondió el ex soldado jemer.
"¿Mataban a los bebés? ¡Por Dios!", fue la respuesta de Nath, quien añade en su libro: "Mis palabras se agotaron. Su última frase no era mentira. Todos estos años, en el fondo de mi mente, siempre pensaba que sólo abandonaban a los bebés".