Albania, Croacia y Macedonia esperan convertirse en miembros de la OTAN en abril. Pero cuando mayores son las posibilidades de un país de ingresar a la alianza, menor es el entusiasmo de sus habitantes respecto del acceso y el envío de tropas a misiones peligrosas en el exterior.
La decisión final sobre la incorporación de esos tres países se tomará en la cumbre de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que se celebrará en Bucarest entre el 2 y el 4 de abril. Pero se podría realizar un anuncio provisional en la primera mitad de marzo.
El secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, dijo que tenía la esperanza de que la alianza estuviera lista para abrir sus puertas a nuevos miembros durante la reunión. "Tenemos que integrar a los Balcanes más firmemente en las estructuras euroatlánticas", afirmó.
Estados Unidos también apoya el ingreso a la OTAN de Albania, Croacia y Macedonia, que enviaron tropas a Afganistán. Soldados albaneses y macedonios además participaron en la guerra de Iraq.
Los contingentes desplegados en áreas de combate son pequeños y raramente superan los 100 hombres. Pero Washington aprecia su apoyo y se considera que ese pudo haber sido el precio de su acceso a la OTAN.
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"La posición oficial es que Macedonia participó en esas misiones para demostrar que es un miembro responsable de la comunidad internacional", dijo a IPS Cvete Koneska, de la investigadora de políticas públicas Analityka, con sede en Skopje. "Pero la percepción popular es que se trató de un requisito para la admisión en la OTAN".
El apoyo a la alianza atlántica es mayor en Albania, cuyo gobierno envió tropas a zonas de combate con el acuerdo de la oposición y sin debate parlamentario. Según el director del Instituto para Asuntos Internacionales, con sede en Tirana, Albert Rakipi, "esa decisión no es vista como un intercambio, sino como la respuesta a la coalición estadounidense".
"Mucha gente identifica a la OTAN con Estados Unidos, hacia el que existe un abrumador sentimiento positivo", agregó.
Los albaneses agradecen a Washington su intervención en contra el ex presidente serbio Slobodan Milosevic (1989-1997), que puso fin a la persecución de los kosovares de ese origen. Cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visitó Albania en 2007 fue recibido como un héroe en la capital, Tirana.
Además, se considera que la OTAN es clave para la transición de ese país hacia la democracia y una economía de mercado. El ingreso a la alianza "mejorará la imagen internacional de Albania y fomentará las inversiones", señaló Rakipi.
Argumentos similares se escuchan en Macedonia, donde también existe acuerdo entre el gobierno y la oposición para enviar tropas al exterior.
Pero los macedonios no comparten la tradicional simpatía albanesa hacia Estados Unidos, dijo Konesca. De hecho, cuando Macedonia permitió a la OTAN usar su espacio aéreo para atacar a Milosevic lo hizo sin entusiasmo y se cree que su ingreso a la alianza es una recompensa por su colaboración.
Los macedonios, agregó Konesca, creen que la pertenencia a la OTAN garantizará la integridad territorial del país. "Esto es especialmente importante ahora que Kosovo declaró su independencia. Macedonia no tiene una frontera oficialmente establecida y existe un número significativo de personas de origen albanés en su población", señaló.
Konesca no cree que los albaneses de Kosovo y Macedonia estén en este momento interesados en iniciar un proceso de unificación, pero admite que "están muy unidos políticamente y tienen la capacidad de desestabilizar el país".
Pero el ingreso de Macedonia a la OTAN es altamente conflictivo. Grecia amenaza con vetar su incorporación si no renuncia a su nombre, idéntico al de una provincia griega.
Si no llegan a un acuerdo en este tema, lo más probable es que Macedonia y Albania, el menos preparado para el ingreso en términos de sus reformas internas, queden fuera de la alianza.
Esto sería bien recibido por algunos líderes de Croacia, el único país que está seguro de incorporarse a la OTAN en abril.
Pero la población no se muestra muy entusiasta. Hizo falta realizar una campaña de promoción para elevar el apoyo al ingreso de 43 a 52 por ciento, según una encuesta publicada en mayo de 2007.
"Los ciudadanos se muestran escépticos porque no ven una amenaza real contra Croacia y la reciente experiencia de la guerra en los Balcanes aún influye cotidianamente sobre ellos", dijo a IPS Gordan Bosanac, del Centro de Estudios para la Paz, con sede en Zagreb.
El Centro lanzó una campaña de recolección de firmas para convocar a un referéndum sobre el ingreso a la alianza y también propone una alternativa no militar para incorporarse a la OTAN.