Los proyectos de salud en India están bajo el microscopio a causa de revelaciones sobre fraude y corrupción en cinco iniciativas que cuentan con el apoyo y supervisión del Banco Mundial.
En el escándalo, que estalló en 2005 y aún continúa, se encuentran involucrados funcionarios del gobierno, del Banco, compañías privadas y organizaciones no gubernamentales (ONG).
El Banco Mundial difundió, a última hora del viernes, los detalles de una investigación lanzada en 2006 con el apoyo del gobierno indio.
"Ha revelado evidencias inaceptables de fraude y corrupción", señaló el presidente del Banco, Robert Zoellick, quien agregó que tanto el organismo como las autoridades de Nueva Delhi tienen la decisión de investigar a fondo cómo se pudo llegar a esa situación.
La revisión de cinco proyectos iniciados entre 1997 y 2003 encontró pruebas sobre licitaciones arregladas, prácticas corruptas en la obtención de fondos y pobres mecanismos de auditoría.
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El escándalo envuelve a los proyectos de control de la malaria (con un presupuesto de 114 millones de dólares), el sida (193,7 millones de dólares), la tuberculosis (124,8 millones de dólares), para el desarrollo del sistema de salud Orissa (82,1 millones de dólares) y uno destinado a fortalecer la suficiencia en alimentos y medicamentos (54 millones de dólares).
Sólo este último se encuentra en ejecución actualmente. Los cuatro restantes ya han finalizado.
El gobierno indio anunció que aplicaría un "castigo ejemplar" a las personas involucradas en las maniobras si las investigaciones en curso lo ameritan y son encontradas culpables.
Las compañías supuestamente involucradas en las prácticas fraudulentas han sido excluidas y procedimientos disciplinarios se han iniciado contra los individuos bajo sospecha, señaló una declaración del Ministerio de Finanzas.
El banco señaló que la supervisión de los nueve proyectos de salud actualmente en ejecución será reforzada y en el futuro incluirán disposiciones para evitar la corrupción, como auditorías exhaustivas y evaluación de desempeño a cargo de consultoras independientes.
"El banco también examinará sus métodos de supervisión y fortalecerá los que están dirigidos a encarar las vulnerabilidades identificadas en la revisión", indicó una declaración del organismo de crédito multilateral.
Los problemas resaltados por la auditoría se conocieron en 2005, pero alcanzaron su "punto de ebullición" al año siguiente, cuando el entonces presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, suspendió los préstamos para el sector de salud hasta tanto las autoridades indias tomaran medidas en relación con las irregularidades financieras.
La decisión deterioró la relación entre el Banco y Nueva Delhi, uno de sus mayores clientes, al igual que con Gran Bretaña, que otorga un importante financiamiento bilateral a su ex colonia. Londres señaló en ese momento que serían los pobres quienes sufrirían por la suspensión de la ayuda.
En cambio, Zoellick parece haber decidido mantener el flujo de dinero mientras intenta resolver los problemas.
Además de reforzar la supervisión, Zoellick dijo al Departamento de Integridad Institucional del Banco, encargado de las cuestiones éticas internas, que asumiera como "prioridad" investigar los hallazgos de la revisión y buscara "evidencia para el inicio de acciones legales".
El banco señaló que se podrían aplicar sanciones adicionales, como "la exclusión de algunas compañías y las acciones apropiadas contra cualquier miembro" de la institución si se comprobaba una actitud "negligente".
En 2007, el Banco Mundial prohibió participar en sus programas a dos laboratorios farmacéuticos indios, arguyendo que habían participado en "prácticas de colusión" en un proyecto de salud infantil y reproductiva financiado por la institución.
El Ministerio de Finanzas indicó por su parte que apunta a realizar en un plazo de dos años todas las compras de manera electrónica e instalar programas informáticos que permitan detectar licitaciones sospechosas. Asimismo, se busca que las comunidades involucradas en los proyectos envíen información a través de las llamadas "auditorías sociales".
Además, se están reforzando tanto la supervisión como el proceso de reclutamiento de las ONG para excluir a los grupos involucrados en fraudes. Según el banco, la Organización Nacional de Control del Sida de India canceló 163 de los 952 contratos que tenía con organizaciones de ese tipo.
La corrupción es un problema que afecta al Banco Mundial desde hace tiempo. El año pasado, una comisión investigadora presidida por el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker, señaló en un informe que el organismo es ineficiente para combatirla y reclamó una completa revisión de sus procedimientos.
A medida que las ONG han incrementado su presencia internacional y su importancia también se han visto enfrentadas con la necesidad de fortalecer su legitimidad.
En el Foro Social Mundial de 2003, un informe señaló que no habían mostrado un mejor desempeño que las corporaciones y las organizaciones intergubernamentales en cuanto a la difusión de información sobre su financiamiento y prácticas institucionales.
Sin embargo, una encuesta difundida durante el Foro Económico Mundial de ese año reveló que el público confía más en las ONG que en las corporaciones, los gobiernos y los parlamentos.
Una fuente especial de preocupación para los grupos que han trabajado empeñosamente para establecer su confiabilidad son las llamadas "Mongos", por las siglas en inglés de "My Own NGO" ("Mi propia ONG"), constituídas por individuos o familias que sólo persiguen recaudar el dinero de los donantes.
Uno de estos grupos, según informes, fue cedido como dote para una boda que se realizó en India.