POLÍTICA-CUBA: Afluencia masiva a las urnas

Una hora antes del cierre de los colegios electorales, más de 8,1 millones de personas habían acudido a las urnas para renovar el parlamento de Cuba que tendrá, a su vez, la responsabilidad de nombrar o no a Fidel Castro como presidente del Consejo de Estado, una vez elegido diputado.

La cifra preliminar significa alrededor de 95 por ciento del padrón en vigor para los comicios del domingo, según informes de la Comisión Electoral Nacional.

Debemos elegir al parlamento que deberá enfrentar "una etapa compleja" y "grandes decisiones, poco a poco", dijo el presidente en funciones, general de ejército, Raúl Castro, poco después de ejercer su voto. "Espero que me elijan diputado", añadió haciendo énfasis es la última palabra.

El también ministro de las Fuerzas Armadas anunció que la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral) se instalará como es tradicional el 24 de febrero, el día del inicio de la segunda guerra de independencia de Cuba contra España en 1895, y de la promulgación de la Constitución de la República, en 1976.

Una vez instalada, la asamblea seleccionará a los 31 miembros del Consejo de Estado, máximo órgano de gobierno durante el receso parlamentario, y, entre ellos, al presidente del país, al primer vicepresidente, cinco vicepresidentes y al secretario. El parlamento cubano se elige para un período de cinco años.

La elección del presidente del Consejo de Estado, cargo que ocupa Castro desde que surgió el actual modelo institucional en 1976, se realiza en votación secreta.

"Fidel sale diputado seguro y, si sale, es electo presidente. Lo único que podría pasar es que él mismo decidiera no aceptar por su condición de salud y no lo creo. El liderazgo de Fidel es muy fuerte y su personalidad también. Mientras pueda, estará ahí", comentó a IPS un cubano de 47 años, ingeniero de profesión, que prefirió no dar su nombre.

En tanto, su esposa de 42 años, también ingeniera, opinó que "este sería el momento oportuno para ceder espacio a las personas que de verdad están gobernando. No tiene sentido que Fidel se mantenga y sigamos en esta rara situación que hemos vivido hace más de un año, en la que él está y no está".

Tras varios meses sin ver al mandatario en videos o fotos, la población cubana pudo apreciar las imágenes de Castro, visiblemente recuperado, durante un encuentro sostenido el martes 15 con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, quien realizó una visita relámpago a esta isla para firmar un grupo de acuerdos y reencontrarse con su viejo amigo.

Poco antes de viajar de regreso a su país, el brasileño daba a la prensa una de las valoraciones más optimistas emitidas hasta ahora sobre el estado de salud de Fidel Castro: "está listo para asumir su papel político en Cuba y el papel político que tiene en la historia", afirmó.

Sin embargo, el miércoles pasado el propio Castro admitió que aún tiene limitaciones de salud. "No disfruto de la capacidad física necesaria para hablarles directamente a los vecinos del municipio donde me postularon para las elecciones del domingo. Hago lo que puedo: escribo", aseguró en una columna publicada por la prensa nacional. Mientras la mayor incógnita sigue moviéndose alrededor de si el mandatario de 81 años, alejado del poder por motivos de salud desde el 31 de julio de 2006, se mantendrá o no al frente del país, las autoridades concentraron sus esfuerzos en la campaña por el voto unido, como un símbolo de la adhesión al proyecto revolucionario.

Analistas locales estiman que la permanencia de Fidel Castro en la presidencia podría responder a la necesidad oficial de impulsar determinados cambios necesarios en la isla, sin que los mismos se vinculen únicamente a la figura del presidente en funciones, su hermano Raúl Castro, y den una impresión de ruptura interna.

Un paquete de medidas, sobre todo en la esfera económica, podría esperarse para marzo o abril, confirmó a IPS un economista vinculado a una institución gubernamental. "La gente ha estado esperando medidas en este sentido, pero nada se iba a hacer antes de las elecciones", comentó.

En ausencia de campañas por uno u otro candidato, la opción de votar por las 1.201 personas propuestas a integrar las asambleas provinciales del Poder Popular y las 614 que optan por la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), se convirtió en la principal consigna del gobierno desde las elecciones de 1993.

"Hice uso del voto unido por cuestión de conciencia", afirmó un mensaje enviado por el presidente Castro a la televisión cubana. Un programa especial informativo sobre los comicios transmitió cómo fueron recepcionadas las boletas del presidente, en sobre cerrado, y colocadas sin abrir en las urnas de un colegio electoral habanero.

En Cuba, nadie compite contra nadie: toda persona que acumule 50 por ciento más uno de los votos del electorado es elegida para un mandato de cinco años. El voto unido es "una estrategia inteligente de la revolución y del pueblo", afirmó Castro en una frase que, en los últimos días, fue repetida insistentemente por la televisión estatal en los anuncios que se transmiten entre programas. "Votar nos fortalece" o "el voto por la unidad, la patria y la revolución", añadían los llamados televisivos.

Sin embargo, el diario oficial Granma publicó en su edición del domingo otra frase de Castro, de 1997, reconociendo el derecho de la población a "votar por todos, por varios, por uno o por ninguno". "Debe sentirse realmente libre el ciudadano", añadió entonces el presidente.

Entre los candidatos aparece el pastor bautista Raúl Suárez, director desde 1987 del Centro Memorial Dr. Martin Luther King. Diputado desde 1993, Suárez aseguró a IPS que ha intentado demostrar que "un creyente puede participar activamente en la política que sustenta un proyecto socialista, sin hacer dejación de su fe y vocación pastoral".

"Como parte de la sociedad civil, entiendo que nuestra participación como tal es esencial. Nosotros somos también el pueblo, y como tal formamos la unidad indivisible del mismo. El pueblo ya conoce nuestra voz, no le es extraña. Y nuestra voz tiene su propio lenguaje. Es genuina, no un eco", añadió Suárez.

La tendencia al voto unido se ha mantenido alta desde su convocatoria, por primera vez, en 1993, aunque ha reflejado un descenso de elección en elección, según estadísticas publicadas este mes por el diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).

En el caso de las elecciones al parlamento, esta opción bajó de 95,06 por ciento de los votos válidos en 1993 a 94,45 en 1998 y 91,35 en 2003. La proporción de voto unido disminuye más en los votos para las asambleas provinciales: 94,99 por ciento de los votos válidos en 1993, 94,41 en 1998 y 90,88 en 2003.

"El voto unido ratifica el carácter plebiscitario de las elecciones cubanas. Las elecciones se convierten en un voto a favor o en contra de la Revolución", dijo a IPS Manuel Cuesta Morúa, portavoz de la coalición opositora de tendencia moderada Arco Progresista.

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