Las nuevas Fuerzas del Despertar establecidas por los militares estadounidenses en Iraq están provocando nuevos conflictos entre los habitantes de este país.
Desde hace meses, el ejército de Estados Unidos construye activamente lo que llama Fuerzas del Despertar, reuniendo a "ciudadanos locales comprometidos" en un esfuerzo por reducir los ataques contra los ocupantes.
A los miembros de las fuerzas, que son principalmente ex combatientes de la resistencia y grupos tribales, se les paga 300 dólares mensuales. Actualmente hay unos 80.000 reclutas en estos grupos. El ejército de Estados Unidos planifica llevar ese número a 85.000.
Según el ejército de Estados Unidos, 82 por ciento de los miembros son sunitas.
Las fuerzas, a las que se opone el gobierno iraquí liderado por el primer ministro Nouri al-Maliki, designado por Estados Unidos, también son muy criticadas por los habitantes sunitas de Bagdad y otras ciudades.
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"Los grupos armados llamados 'del Despertar' son ahora los únicos actores poderosos en muchas áreas sunitas de Bagdad, así que muestran su poder del modo en que lo hicieron otros", dijo a IPS Qussay al-Tai'i, abogado del pueblo de Saydiya, al sudoccidente de Bagdad.
"Parece que la violencia se volvió un procedimiento de rutina para los soldados estadounidenses, los hombres de seguridad iraquíes y ahora los llamados combatientes del Despertar", agregó.
Testigos del área que hace poco huyeron a Bagdad dijeron a IPS que más de 200 residentes fueron arrestados por las Fuerzas del Despertar, apoyadas por el batallón Al-Muthanna del ejército iraquí.
"Ellos llegaron y arrestaron a mis hijos de 14 y 17 años. Les dije que mis hijos eran apenas escolares que no habían hecho nada malo, pero me empujaron", relató Hajja Um Ahmed.
A los habitantes de Saydiya les preocupa que algunos de los detenidos sean ejecutados, como ocurrió con otros en la central ciudad de Faluya y otras áreas donde dominan las Fuerzas del Despertar.
"Los matarán a sangre fría y arrojarán sus cadáveres a la basura", aseguró a IPS el aterrorizado padre de un detenido de 35 años, hablando a condición de no revelar su identidad.
"Cuando se llevaron a mi hijo le dijeron que le cortarían la cabeza, y parece que lo decían en serio", agregó.
"Ellos habían distribuido a sus espías por todo el área y nos amenazaron con arrestarnos si alguna vez hablábamos sobre esto con la prensa. Usted también debe ser cuidadoso porque ellos realmente odian a los periodistas", dijo a IPS un comerciante que no quiso dar su nombre.
La Asociación de Eruditos Musulmanes, una organización religiosa sunita, condenó las detenciones, y dice que las fuerzas de la coalición y el gobierno actual son responsables por la seguridad de los detenidos.
"Llamamos la atención del mundo hacia la nueva ola de detenciones y ejecuciones por parte de este nuevo juguete de la ocupación. Miles de iraquíes están siendo detenidos, torturados y ejecutados mientras la ocupación estadounidense y su ilegítimo gobierno iraquí le dicen al mundo mentiras sobre reconciliación y justicia entre los iraquíes", dijo a IPS en Bagdad Sheikh Hatam Alí, de la Asociación de Eruditos Musulmanes.
Las unidades militares de Estados Unidos aparentemente no interfirieron con los ataques realizados por el ejército iraquí y los combatientes del Despertar en Saydiya. A esto se suma las grandes cantidades de personas detenidas.
En noviembre, el Comité Internacional de la Cruz Roja anunció que alrededor de 60.000 personas estaban actualmente detenidas en Iraq.
"Todavía están esperando que su problema sea resuelto, y el gobierno iraquí no parece dispuesto a resolverlo. Este país necesita una solución abarcadora por parte de toda la comunidad internacional", dijo a IPS Luqman Mohammad, periodista y activista por los derechos humanos, en Bagdad.
Las Fuerzas del Despertar han sido ampliamente criticadas por corrupción y por emplear tácticas brutales. Muchos se refieren a ellas como "pandillas", "delincuentes", "perros de los estadounidenses" y "ladrones".
Pero el gobierno estadounidense de George W. Bush y muchos medios de comunicación de Occidente dan a esas fuerzas los créditos por haber llevado estabilidad a áreas que no la tenían.