Los líderes políticos y empresariales reunidos en el Foro Económico Mundial (FEM), en Suiza, se concentraron en el terrorismo como una de las mayores amenazas a la paz, pero no abordaron el riesgo que su combate supone para los derechos humanos.
El presidente del FEM, Klaus Schwab, indicó que, además de la lucha contra el terrorismo internacional, los debates en esta edición pasan por el cambio climático, cómo poner en marcha un proceso de paz factible en Medio Oriente y el modo en que la tecnología puede marcar el comienzo de una nueva era de redes sociales más allá de las fronteras.
Pero en ninguna instancia de este encuentro de gobernantes del Norte industrializado, ejecutivos de firmas transnacionales y expertos en finanzas, iniciado el miércoles y que finalizará este domingo en el centro turístico suizo de Davos, se trató la amenaza a los derechos humanos que implica el modo en que encaró Estados Unidos y sus aliados su lucha contra el terrorismo.
"Estudio el asunto con un panel de eminentes expertos legales de 30 países y es un problema grave que lleva al desgaste de las instituciones garantes del derecho", dijo a IPS la ex alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos Mary Robinson.
"No hemos sido efectivos a la hora de garantizar que las medidas antiterroristas salvaguarden los derechos humanos básicos en varios países", admitió. En Davos no hubo un debate específico al respecto.
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En cambio, la lucha contra el terrorismo en sí fue tema central en varias reuniones realizadas el jueves. El "fuego" del terrorismo en Afganistán diezma las leyes y el orden, señaló el presidente afgano Hamid Karzai, y pidió a la comunidad mundial ayuda para derrotarlo.
También se refirió a los últimos atentados, incluido el asesinato de la ex primera ministra pakistaní Benazir Bhutto y las explosiones de bombas en Afganistán y Pakistán que se cobraron la vida de cientos de personas, entre ellas muchos niños y niñas. "Al parecer el extremismo se desata peligrosamente en la región", apuntó. "Es un muy mal presagio para el mundo entero".
El terrorismo es como "una serpiente venenosa a la que algunos de nosotros tratamos de nutrir y de hacernos amigos a expensas de otros. Espero que ahora esos se den cuenta de su error", indicó el presidente afgano. Karzai compartió la mesa de discusión "En busca de paz y estabilidad" con el presidente pakistaní Pervez Musharraf.
Las tensiones entre Karzai y Musharraf no afloraron, pero fue evidente que el presidente afgano se refería a su vecino. Musharraf es considerado responsable de no liquidar los santuarios que los combatientes del movimiento islamista Talibán tienen en la región tribal de Pakistán, a lo largo de la frontera con Afganistán.
"No debe tolerarse más la complacencia", enfatizó Karzai. "Es vital un esfuerzo mundial para combatir el terrorismo. La guerra sólo puede ganarse si las poblaciones locales tienen poder para luchar".
Por su parte, Musharraf, quien llegó a Davos tras un pasaje por Bruselas y París a fin de mejorar su imagen, señaló que tiene la situación bajo control tras meses de inestabilidad política. El terrorismo no puede combatirse con "medios militares", indicó, pero no explicó qué métodos políticos o sociales adoptaría para hacer frente al problema.
La intervención de Estados Unidos en la región es clave. La secretaría de Estado (canciller) de ese país, Condoleezza Rice, mencionó en su discurso varios aspectos de la "agenda democrática" que el presidente George W. Bush promueve en Medio Oriente.
"El principal problema de la democracia en Medio Oriente no es que la población no esté lista. El problema es que no debe permitirse que las violentas fuerzas de reacción (terroristas) triunfen", sostuvo.
"La llamada 'guerra contra el terrorismo' llevó a la degradación de los derechos humanos", sostiene un informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres. "Los países recurren a prácticas prohibidas desde hace tiempo por el derecho internacional y tratan de justificarlas en nombre de la seguridad nacional", prosigue.
El gobierno de Bangladesh no "disparó ni una sola bala" en su lucha contra el terrorismo, señaló el canciller de ese país, Iftekar Ahmed Chowdhury. "Combatimos el problema mediante la transformación social y con la adopción de políticas que mitiguen el terrorismo", dijo Ahmed Chowdhury a IPS.