El presidente de Rusia, Vladimir Putin, refuerza su política social al inicio de la campaña para los comicios presidenciales del 2 de marzo, a fin de impulsar al candidato de su partido, Dmitry Medvedev.
Putin pidió a la Duma (cámara baja del parlamento), dominada por su partido Rusia Unida, que respalde la indexación de jubilaciones y pensiones así como un proyecto de reforma para beneficiar a los sectores de bajos ingresos y a millones de jubilados empobrecidos.
"Debemos erradicar la pobreza entre los jubilados en los próximos años mediante el aumento de sus ingresos por encima del salario mínimo", declaró Putin en una reunión de la cámara alta del parlamento, la semana pasada. "Debemos llevar los ingresos del sector más pobre al promedio en cada región", prosiguió.
El actual sistema de pensiones y jubilaciones "es un fracaso" y las autoridades deben iniciar este año una reforma total, sostuvo el viceprimer ministro Dmitry Medvedev, candidato respaldado por el Kremlin.
Medvedev cuenta con 78 por ciento de las intenciones de voto de los encuestados por el Centro de Análisis Levada de Moscú, según publicó a principios de este mes Vedomosti, periódico empresarial de gran circulación.
El sistema de pensiones está realmente muy complicado. Tenemos intenciones de cambiarlo y lo haremos con cuidado a fin de no crear desequilibrios", señaló Medvedev en su primera gira de campaña por las regiones.
Medvedev está a cargo de proyectos nacionales especiales que incluyen agricultura, cobertura de salud y educación. Sus iniciativas sociales, conocidas popularmente como Plan Putina, se incorporaron a la campaña electoral.
Las jubilaciones más bajas se elevaron en promedio entre 12 dólares al mes y 65 dólares en diciembre de 2007, según el Ministerio de Finanzas y Desarrollo Económico. Aumentarán una vez más cuando la nueva legislación esté aprobada.
Las nuevas medidas beneficiarán a cientos de miles de pobres que no aportaron al sistema de pensiones lo suficiente como para poder jubilarse, entre los que hay muchas mujeres que nunca tuvieron un empleo formal, pero durante años se dedicaron al trabajo doméstico.
Asimismo, Putin prometió en octubre de 2007 resolver el problema de las jubilaciones y pensiones del ejército, mal pagos entre 1995 y 1998, a fines de ese año, ante la pregunta de un oficial retirado en un programa de televisión de preguntas y respuestas.
El Ministerio de Defensa no quiso hacer comentarios acerca del asunto al ser consultado por IPS.
Hay 38,3 millones de jubilados y pensionistas del ejército, en una población de 143 millones de habitantes, según el Departamento Federal de Estadísticas.
"Es un problema universal", dijo a IPS Alina Ananieva, portavoz del ING Group, fondo holandés de pensiones de servicios financieros, bancarios y de seguros que opera en más de 50 países, incluidos Kazajstán, Rusia y Ucrania. "Todos los empleados están muy preocupados por su seguridad económica al momento de jubilarse. Si los empleadores del sector privado y del público toman medidas a tiempo, no habrá una crisis grave en el sistema de pensiones", explicó.
Las medidas adoptadas por las autoridades para elevar el gasto social, incluida la indexación del pago de pensiones, es un paso progresivo para encontrar una solución a las dificultades económicas de las personas con jubilaciones bajas, añadió.
Pero los ciudadanos aspiran a algo más que a promesas electorales. "Es necesario reformar el sistema porque las jubilaciones y pensiones pierden rápido su valor real a causa de la inflación", indicó Dmitry Badovsky, del centro de investigación social de la Universidad Estatal de Moscú. "Las jubilaciones y pensiones actuales son magras si se tiene en cuenta el costo de vida y el periódico aumento de los costos de productos y servicios", apuntó.
Eso se vincula a la percepción popular de que la inflación es un impuesto para los pobres. En cualquier caso, las nuevas ofertas sólo cubren parte del aumento del gasto real, añadió Badovsky.
