México anda con los nervios de punta por los problemas de la economía estadounidense. El presidente Felipe Calderón asegura que el país va a «salir extraordinariamente bien este año», pero la mayoría de los analistas sostienen que sufrirá un sacudón debido a la fuerte dependencia con el vecino.
Cuando Estados Unidos anda en problemas, México es uno de los más afectados de América Latina, advirtieron observadores y autoridades. No obstante, en las actuales circunstancias con moneda estable, inflación controlada, altas reservas en el Banco Central y finanzas públicas sin déficit, la posibilidad de una crisis como las registradas en los años 80 o 90 está descartada.
En tanto este jueves, los círculos financieros locales recibieron con alivio las declaraciones en Washington de funcionarios del Fondo Monetario Internacional que señalan que Estados Unidos no caerá en recesión, aunque sí en un período de bajo crecimiento.
"Prometer un año extraordinariamente bueno (como lo hizo Calderón el 16 de este mes) es, por decir lo menos, irresponsable", dijo a IPS el profesor universitario de Economía y consultor empresarial Ángel Vega.
"Está claro que Estados Unidos tienen problemas serios y eso representa problemas para todo el mundo, pero espacialmente para México, por su vecindad. No hay que ser genios para saberlo", señaló.
El Banco de México (Central) estima que el crecimiento de la economía de este país este año estará en torno 3,2 por ciento, una centésima menos que en 2007 y 1,6 por debajo de 2006, debido a los inconvenientes que afronta Estados Unidos, cuya economía repuntará apenas 0,8 por ciento, según las proyecciones de la firma consultora Merrill Lynch.
El no gubernamental Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas sostiene que la economía nacional crecerá este año menos de 2,8 por ciento.
Por cada punto que desciende el producto interno bruto estadounidense, el mexicano cae alrededor de tres o cinco décimas, afirmó Vega con base a diversos estudios.
Un crecimiento en la economía de México de 3,2 por ciento es considerado bajo por los especialistas si se descuenta el crecimiento poblacional de 1,4 por ciento anual. Según Vega, con esa consideración, el crecimiento real del país será este año, "con suerte", de 1,8 por ciento.
Se trata de una de las tasas más bajas en América Latina. Estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe indican que la región crecerá este año un promedio de 4,7 por ciento, 0,6 por ciento menos que en 2007.
"La crisis financiera en Estados Unidos, que ha contagiado en los últimos días a América Latina, afectará especialmente a México por su cercanía y volumen comercial con su vecino del norte", reconoció el martes el jefe del Banco Central mexicano, Guillermo Ortiz.
En 2007, el comercio exterior de México alcanzó el récord histórico de 555.351 millones de dólares, tras sumar exportaciones por 272.084 millones e importaciones por 283.267 millones de dólares. Más de 80 por ciento de ese intercambio fue con Estados Unidos.
A la intensa relación comercial y el encadenamiento de los sectores productivos de estos países que comparten una frontera de 3.200 kilómetros, se añade el hecho de que Estados Unidos es el principal inversionista extranjero en México.
Además, México tiene en el vecino país del norte una válvula de escape para un promedio de 500.000 personas que migran por año. Tal fenómeno disminuye la presión del desempleo.
Según un estudio del Banco Mundial difundido este jueves, unos 11,5 millones de mexicanos emigraron en la última década. Se trata de un éxodo récord en el mundo, seguido por los 11,4 millones de rusos que también abandonaron su país en ese período.
Los emigrantes enviaron a México 25.000 millones de dólares en remesas en 2007, una riqueza que podría descender este año por los achaques financieros que sufre Estados Unidos.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, el colombiano Luis Alberto Moreno, declaró que, "debido a la dependencia de la economía mexicana de sus exportaciones a Estados Unidos, este sería el país más afectado de la región (América Latina) ante una posible recesión".
Sin embargo, aclaró que, al igual que el resto de la región, México cuenta con un sistema financiero y productivo robusto, lo cual evitará que el impacto sea mayor.
El presidente Calderón aseguró que su país no tendrá problemas este año, pues su gobierno desplegará el mayor gasto de la historia en construcción de viviendas e infraestructura pública de diverso tipo. A su entender, ese será el principal motor de la economía aun en el caso que Estados Unidos entre en recesión.
El analista financiero Enrique Quintana, del diario mexicano Reforma, puso en dudas tales afirmaciones, aunque consideró que esas inversiones podrían actuar como amortiguadores.
Gran parte de la salud de la economía mexicana en 2008 dependerá del comportamiento del empleo y la confianza de los consumidores frente a los problemas en Estados Unidos, sostuvo Quintana.
"Si las empresas hacen recortes importantes de puestos de trabajo en virtud de perspectivas económicas que consideren negativas, tendremos problemas y lo mismo sucederá si el pánico se apodera de los consumidores", advirtió.