Cuando en enero de 2001 dolarizó la economía salvadoreña, el entonces presidente Francisco Flores auguró que esa medida bajaría los intereses y controlaría la inflación. Pero ahora hay coincidencias en que nada de eso ocurrió y, por el contrario, los precios aumentaron hasta 100 por ciento.
Economistas y activistas sociales señalan que, si bien la adopción del dólar como moneda corriente trajo inicialmente algunas ventajas, éstas se han ido desvaneciendo, mientras que otras promocionadas bondades nunca se concretaron. El cambio, opinan, ha sido "perjudicial" para la población.
"Lo que antes costaba dos colones (nombre de la moneda local) ahora vale un dólar. Yo, con 25 colones compraba mis provisiones, ahora con 10 dólares apenas consigo un par de cosas", se quejó Blanca Flores, que debió recurrir a vender periódicos en una parada de autobuses porque no puede encontrar otro trabajo.
Alberto Ventura, propietario de un taxímetro, relató que ha sentido "un gran bajón" en sus ingresos. "Antes, mucha gente utilizaba taxi. Ahora ya no lo hace porque no le alcanza su salario", resumió.
"Todo se dolarizó, menos lo sueldos", aseguró a IPS. "Los precios de los productos y servicios básicos subieron considerablemente y los salarios han aumentado, pero de forma muy mínima", agregó.
[related_articles]
La dolarización entró en vigor hace siete años, tras haber sido anunciada por el gobierno de Flores (1999-2004), de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), a mediados de noviembre de 2000.
La medida, apoyada por los partidos Conciliación Nacional, Demócrata Cristiano y Acción Nacional, fue aprobada en el parlamento sin mucha discusión el 30 de ese mes, lo que causó el rechazo de la oposición.
La iniciativa fue promovida como Ley de Integración Monetaria (LIM) y establecía la circulación legal de ambas monedas, el colón y el dólar, pero a los pocos meses el Banco Central de Reserva retiró todos los colones y únicamente quedó en circulación la moneda estadounidense, decisión que para muchos analistas constituyó una violación a la LIM y a la propia Constitución.
El colón, así bautizado en homenaje a Cristóbal Colón, estuvo en vigencia desde 1892, cuando sustituyó al peso.
La LIM establecía que cada dólar equivaldría a 8,75 colones, un tipo de cambio mantenido por varios años antes de 2001. Según el gobierno, se buscaba "incorporar a El Salvador al proceso de integración económica mundial (…) y preservar la estabilidad económica que propicie condiciones óptimas para la inversión" extranjera.
Roberto Rubio, director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo, lamentó la ausencia de estudios que indiquen cuáles han sido los "impactos de la dolarización".
Según Rubio, inicialmente se percibieron efectos positivos, como la disminución de las tasas de interés en préstamos hipotecarios y personales, pero advirtió que esas ventajas "se han venido reduciendo" y que hoy éstas han alcanzado casi los mismos niveles que antes de la dolarización.
Tampoco el país logró atraer inversiones extranjeras. Según datos del Banco Central, el total de ingresos de capitales externos entre 2002 y 2004 no superó los 512 millones de dólares, mientras que entre 2005 y 2006 sólo alcanzaron a 204 millones.
Pero Rubio no duda que "la dolarización ha sido un factor importante para el incremento de precios", sin subestimar las alzas causadas por el aumento del valor del petróleo.
Expertos y líderes de la sociedad civil han denunciado que algunas empresas emisoras de tarjetas de crédito aplican intereses "leoninos", que oscilan entre 30 y 50 por ciento, y que los bancos, aunque anuncian tasas más bajas, incorporaron varias comisiones, haciendo los préstamos mucho más caros.
Para Armando Flores, director del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), la dolarización produjo un incremento considerable de los precios. "El aumento de unos centavos en dólares se convierte en un perjuicio económico mayor" que en una economía no dolarizada, explicó.
La respuesta gubernamental ante el aumento de la inflación y de las tasas de interés fue "dejar hacer, dejar pasar", agregó. El costo de vida real en 2007 se ubicó muy por encima del índice oficial de cinco por ciento.
Una investigación realizada por el CDC, basada en datos gubernamentales, indica que la canasta básica urbana pasó de 140 dólares a 162,65 entre noviembre de 2006 y el mismo mes de 2007. En áreas rurales, el aumento fue de 23,4 por ciento.
Por ejemplo, el precio del frijol rojo, base esencial de la dieta salvadoreña, aumentó de 0,50 a 0,85 centavos de dólar por libra entre diciembre de 2006 y diciembre del año pasado, aunque durante varios meses se ubicó en 1,10 dólares. En el mismo período, el arroz aumentó de 0,32 a 0,45 centavos de dólar.
El sacerdote Víctor Martínez opinó que el cambio de moneda sólo benefició a unos pocos en detrimento de las comunidades rurales y urbanas, donde él percibe "más pobreza desde la implementación de la dolarización", junto con "un incremento de la delincuencia".
"Creo que ha sido un impacto muy negativo, principalmente para los más pobres", aseguró el pastor de la iglesia de San Antonio Abad, de San Salvador.