La crisis bancaria y financiera en Estados Unidos dejó de capa caída a los operadores económicos y políticos de todo el planeta reunidos en la localidad turística suiza de Davos, donde este miércoles comenzó el Foro Económico Mundial.
La crisis ya afectó a muchos mercados fuera del estadounidense, tanto en países ricos como emergentes.
Luego de alentar la liberalización financiera sin cortapisas durante años, los grandes actores del mundo corporativo mundial, para quienes Davos es un sitio de peregrinaje anual, son incapaces de pronosticar cómo salir de la crisis iniciada por las temerarias políticas monetarias de Estados Unidos.
A pesar de la inusual medida tomada por las autoridades económicas estadounidenses de reducir el martes las tasas de interés 0,75 puntos porcentuales, simultánea a la creación de un paquete de estímulo de más de 150.000 millones de dólares para impedir una tormenta recesiva, parecen escasas las posibilidades de una recuperación.
"Esto que vemos ahora son las consecuencias previsibles del mal manejo de la economía", dijo el premio Nobel Joseph Stiglitz, quien fue funcionario de la Casa Blanca durante el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), en una conferencia en Davos.
El ex secretario del Tesoro (ministro de hacienda) estadounidense Lawrence Summer dijo que los bancos centrales perdieron de vista lo principal al prestarle atención a "burbujas".
La crisis del sector financiero dejó al descubierto el doble discurso y la hipocresía de los países ricos y su modo de atender sus problemas en contraste con la lucha de vida y muerte que afronta la población de los países pobres, dijo a IPS el activista Kumi Naidoo, de la organización no gubernamental internacional Civicus.
"Si Estados Unidos fuera un país pobre ya habría sido declarado candidato a país pobre altamente endeudado", ironizó Naidoo.
Los países más pobres de África, algunos de los cuales fueron calificados así por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), deben cumplir por eso las condiciones de estas instituciones para obtener su financiamiento.
En contraste, todas las gestiones a propósito de la crisis actual apuntan a mejorar el acceso al crédito de los consumidores estadounidenses para que persistan en sus patrones de consumo, consideró Naidoo.
"No hay llamados a los responsables del inicio de la crisis de los créditos hipotecarios de mala calidad, y, extrañamente, no hubo mención a esta creciente amenaza a la economía estadounidense en el foro de Davos del año pasado", recordó.
En cambio, cuando comenzó la crisis financiera asiática en 1997, Tailandia, Indonesia y Corea del Sur fueron sometidos a duras políticas monetarias y fiscales por parte del FMI. Estados Unidos, en esta ocasión, es tratada con guantes de seda, según analistas.
Stiglitz afirmó que las condiciones impuestas por el FMI exacerbaron la crisis humanitaria en Indonesia en 1999. Por el contrario, Estados Unidos ofrece ahora créditos blandos a los consumidores como mecanismo para impedir la recesión.
El magnate húngaro-estadounidense George Soros alertó este miércoles sobre el "riesgo moral" y sobre la "pérdida de control" implícitos en la liberalización financiera. Según él, bancos centrales y reguladores no lograron ver los peligros de los instrumentos financieros creados a través de los denominados "activos titulizados".
La elite de Davos apostó el año pasado que la economía mundial avanzaría a pesar de los problemas. Ya se veía venir una crisis del crédito interno en Estados Unidos por su exposición masiva a créditos y títulos hipotecarios de mala calidad.
"No sé si habrá recesión en Estados Unidos, pero sí sé que el año pasado el panorama era prometedor", dijo Raúl Bajaj, presidente del grupo industrial indio Bajaj.
El mercado de India figura entre los más golpeados por la crisis, pero muchos creen que el daño no será de largo plazo.
"India no se verá perjudicada por la crisis actual", dijo a IPS el principal ejecutivo de la empresa tecnológica Infosys, Nandan Nilekani. "Los cimientos económicos son fuertes. La economía india continuará creciendo a entre siete y ocho por ciento anual. Pero los países más pobres sí serán afectados por la crisis estadounidense."
El Foro Económico Mundial, sinónimo de diálogo entre ricos y poderosos, continuará concentrando su atención en otras cuestiones que afectan al planeta este año y más adelante.
En su agenda figura la inseguridad causada por el terrorismo, el proceso de paz árabe-israelí y la caída de las fronteras de la sociedad civil gracias a las redes informáticas.