El cementerio de partidos políticos de Turquía parece mucho más congestionado que los de muchas otras naciones democráticas. Su próximo ocupante podría ser una controvertida organización kurda.
En caso de ser proscripto por el Tribunal Constitucional, el Partido de la Sociedad Democrática (DTP) será la vigésimo sexta organización política que sufre ese destino en los últimos 25 años, en lo que el experto Murat Sevinc llama "un récord mundial nada envidiable, difícil de vencer".
Según Sevinc, el cierre de partidos es raro en las democracias, pero frecuente en este país con un régimen multipartidario desde 1946 y que aspira a la integración plena en la Unión Europea (UE).
El Tribunal Constitucional considera el caso a iniciativa del fiscal principal. "El partido se convirtió en un punto focal de actividades contra la soberanía del estado y la unidad indivisible del país y la nación", según los cargos.
El fiscal principal también pidió que 221 miembros del partido, incluidos ocho legisladores, fueran proscriptos de la política durante cinco años.
[related_articles]
El DTP es retratado en el pedido fiscal como extensión o ala política del ilegalizado y separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que lucha armas en mano contra las fuerzas de seguridad desde 1984, en un conflicto que dejó unos 30.000 muertos.
Estados Unidos, la UE y Turquía califican al PKK de "organización terrorista". Se cree que posee 1.500 grupos guerrilleros dentro de Turquía, y unos 3.000 de sus integrantes refugiados en las montañas del norte de Iraq, en la frontera con Turquía.
Su fundador, Abdullah Öcalan, cumple cadena perpetua en una cárcel turca por cargos de insurrección.
El DTP, como cuatro partidos pro-kurdos que terminaron prohibidos antes, se abstiene de llamar "terrorista" al PKK y a Öcalan. Dice estar a favor de una mayor autonomía para los 12 millones de kurdos que viven en Turquía, un país con 73 millones de habitantes.
Aunque escasea la simpatía hacia el DTP, y tal vez sean válidos los motivos legales para proscribirlo, muchos turcos no están seguros que eso sea lo mejor para el país.
"Pienso que el Tribunal Constitucional lo prohibirá, pero no debería hacerlo. Si se lo cierra, ¿qué vendrá después? Simplemente formarán otro partido con un nombre diferente", dijo a IPS el abogado de Estambul Sanem Yunusoglu.
¿Puede o debería cerrarse un partido político? Quien dice que no es el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, cuyo propio partido anterior fue proscripto porque su plataforma islamista. Pero Erdogan pidió al DTP que hiciera un quiebre definitivo y público con el PKK, y eligió entre "terrorismo y democracia".
La Asociación de Derechos Humanos de Turquía y algunas organizaciones de la sociedad civil también están en contra de cerrar el partido kurdo. La Corte Europea de Derechos Humanos podría anular el veredicto, dijo el ex presidente del parlamento Hüsamettin Cindoruk.
Si, por otro lado, al partido se le permite funcionar, muchos temen que el PKK obtenga una voz en el parlamento a través del DTP, que sería dirigido por Öcalan desde la cárcel.
"Turquía no debería tener la imagen de un cementerio de partidos políticos. Pero la mayor responsabilidad por esto recae sobre los hombros de los políticos", señaló el ministro de Justicia, Mehmet Alí Sahin.
Selahatin Demirta, legislador del DTP, dijo: "El cierre de partidos es algo que no debería ocurrir en países democráticos. Ésta es una acción desafortunada, no sólo para nuestro partido, sino también para el pueblo turco".
El DTP es una entidad curiosa. Ni siquiera existía al momento de celebradas las elecciones parlamentarias del 22 de julio. Se formó después. Si se hubiera creado antes y participado en las elecciones nacionales, no habría pasado la barrera de 10 por ciento requerida para ingresar al parlamento.
Pero el partido logró incorporar 20 a la asamblea de 550 legisladores, mediante el expediente de presentarlos como candidatos independientes, lo cual les permitió sortear esa restricción. Todos ellos sumaron un millón de los cinco millones de votos kurdos. Luego, fundaron el sector.
La votación del DTP es considerada baja. El gobernante AKP, que manifestó disposición a solucionar los problemas de los kurdos y abogó por reformas sociales y económicas en su beneficio, logró grandes avances electorales en las regiones donde esa comunidad predomina, en el sur y el este del país.
El mes pasado, algunos miembros del DTP viajaron a Iraq y luego se atribuyeron la repentina libertad de ocho soldados turcos prisioneros del PKK. Pero la ceremonia de liberación estuvo plagada de banderas kurdas e imágenes de Öcalan, lo cual despertó malestar en la mayoría turca.
En medio de las sospechas sobre el episodio, los ocho soldados fueron encarcelados por el ejército, que los interroga por la escasa resistencia que opusieron a sus secuestradores.
El DTP eligió a Nurettin Demirtas como su nuevo líder. Demirtas es considerado un halcón: estuvo 10 años en la cárcel tras ser condenado por vínculos con el PKK.
En su visita al presidente estadounidense George W. Bush en noviembre, Erdogan por primera vez la declaración del PKK como un "enemigo común" de ambos países.
Turquía y Estados Unidos acordaron compartir datos de inteligencia en tiempo real sobre lel PKK. Desde entonces, el ejército turco realizó ataques deliberados en el norte de Iraq.
Estados Unidos trata de contener tanto a Turquía, que pretende invadir el Kurdistán iraquí, como a sus aliados que gobiernan esa región.
Turquía es aliada de Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hace medio siglo, pero también se negó a prestar su territorio como una de las plataformas de la invasión ordenada por Bush a Iraq en 2003.
Por otro lado, el Kurdistán de Iraq, gobernado por partidos que colaboran con las tropas estadounidenses, es una de las zonas más seguras y mejor administradas de ese país, que sufre la violencia entre las comunidades chiita y sunita.
La demanda legal contra el DTP podría durar hasta un año.
"Pero el problema no es sólo legal. También es político. Tiene que haber aceptación de la identidad e interés del pueblo kurdo, dentro de una sociedad democrática turca. Al mismo tiempo, bajo ese techo no hay espacio para el PKK", dijo Yunusoglu.