PAKISTÁN: Violencia socava elecciones

Un día antes de que fuera asesinada en un atentado suicida cerca de la capital pakistaní, la ex primera ministra Benazir Bhutto estaba en la Provincia de la Frontera Noroccidental participando de una campaña electoral organizada por el Partido Popular de Pakistán (PPP).

A pesar de los llamados de Bhutto a concurrir, la movilización tuvo el miércoles una escasa concurrencia. Los recuerdos de un sangriento ataque contra una mezquita en el distrito de Charsadda, durante la festividad musulmana de Eid Al Adha, en esa misma provincia la semana anterior, estaban aún frescos en las mentes de la población, según observadores.

Al menos 70 fieles murieron y cientos resultaron heridos en el atentado suicida el 21 de este mes, que estaba dirigido contra Aftab Sherpao, quien se desempeñaba como ministro del Interior y renunció el mes pasado.

El jueves, Bhutto murió en un atentado cerca de Islamabad.

La violencia empañó el proceso electoral en las Áreas Tribales Bajo Administración Federal (FATA, por su sigla en inglés), fronterizas con Afganistán. Pocos candidatos se animaron a realizar reuniones públicas por temor a ataques de los grupos vinculados con el movimiento islamista afgano Talibán, que boicotean los comicios nacionales previstos para el 8 de enero.
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La campaña aún está por despegar en muchos distritos, incluyendo los de Buner, Chitral, Alto Dir y Bajo Dir, famosos por sus coloridas actividades políticas en el pasado.

"En la mayoría de los distritos, incluyendo a los de Swat, Tank, Dera Ismail Khan, Bannu y Charsadda, los candidatos intentan ir casa por casa (para hacer campaña) sin previo aviso", dijo Amjad Khan, maestro en el Colegio Gubernamental de la localidad de Charsadda.

Quizás el lugar más peligroso es el conflictivo Valle Swat. Ningún candidato se ha atrevido a hacer nada más allá de las esquinas de reunión pública y de poner carteles y pancartas. Los combatientes islámicos "están desempeñando un papel decisivo en las urnas", dijo a IPS Said Alma Mashed, un residente de Waziristan Sur.

Según él, los candidatos de los partidos liberales están bajo amenaza y son incapaces de realizar campañas en las áreas más aisladas.

Autoridades en las FATA dijeron a IPS que estaban preocupadas por la volátil situación y pidieron al gobierno que pospusiera las elecciones por razones de seguridad. Los combatientes islámicos, las operaciones militares y las disputas entre tribus son los mayores obstáculos para las urnas, indicaron.

El secretario de Seguridad para las FATA, Shakil Qadir, reconocía que había problemas pero confirmó que los comicios se realizarían como estaba previsto.

Qadir aseguró que las zonas problemáticas han sido identificadas y que el gobierno prevé llevar las urnas a lugares más seguros y aplicar un plan para garantizarle la seguridad a los votantes.

Unos 188 candidatos se postulan en las FATA para 12 asientos en la Asamblea Nacional. Pero los partidos políticos temen que pocos votantes se animen a concurrir a las urnas. En las últimas elecciones generales, en 2002, la concurrencia a las urnas fue de 41,74 por ciento.

"La asistencia será menor a 20 pro ciento debido a la creciente militancia y al boicot de los partidos de oposición", dijo Shabbir Ahmad Khan, ex legislador y líder del Partido Jamaat Islami, que está boicoteando las elecciones junto al Partido de la Justicia y el Partido Pakhtunkhwa Milli Awami. Las tres fuerzas políticas formaron una alianza por la democracia.

En la vecina Swat, la mayoría de las zonas más accidentadas del distrito están bajo control de los grupos pro talibanes. Sin embargo las fuerzas de seguridad intentan recuperar algunas aldeas del alto Swat, como Khwazakhela, Matta y Kabal, y expulsar a los combatientes islámicos.

Swat tiene dos asientos en la Asamblea Nacional pakistaní, de 272 miembros.

"Los partidos políticos se concentran en las áreas urbanas. La mayoría de los candidatos confinan su campaña a las zonas urbanas y no visitan las aldeas", dijo a IPS el analista Ashraf Ali, de la Universidad de Peshawar.

En los últimos días se denunciaron muchos casos de violencia relacionados con las elecciones.

La semana pasada, hombres armados le dispararon a Mohamad Sher Khan, líder del PPP en Swat. Esta semana, la casa del líder de la Liga Musulmana Pakistaní, Ghafoor Khan, fue objeto de un atentado con bomba.

Amir Muqam, ex ministro y cercano colaborador del presidente Pervez Musharraf, candidato a legislador por Peshawar, sobrevivió a un atentado en su casa apenas hace dos meses. Fue elegido legislador por el distrito de Shangla, adyacente a Swat, en las elecciones de 2002.

La situación en la región tribal de Kurram, que posee dos asientos en la Asamblea Nacional, es muy precaria. Los combates entre facciones rivales, que han bloqueado las principales carreteras, obligaron a las autoridades a decretar toque de queda en varias partes, incluyendo la capital, Parachinar.

En Mohmand, el candidato Maulana Mohammad Sadiq fue secuestrado esta semana. El padre de un aspirante a legislador por Bajaur fue asesinado de un disparo por hombres enmascarados la semana pasada. En Darra Adamkhel, talibanes arrancaron los carteles y pancartas de 22 candidatos.

"La situación de ley y orden en la especialmente violenta Swat y en las FATA definitivamente afectará el resultado de las elecciones", alertó el secretario general de la Liga Musulmana Pakistaní, Iqbal Zafar Jhagra, en entrevista con IPS.

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