IRÁN: Supuesto espía atómico divide al gobierno

Los cargos de espionaje a favor de Gran Bretaña formulados contra Hossein Mousavian, ex negociador del gobierno de Irán en temas nucleares, han agravado las divisiones en la alianza de conservadores y líderes de línea dura que eligieron presidente hace más de dos años a Mahmoud Ahmadinejad.

Mousavian, quien fue miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y del equipo negociador iraní en cuestiones nucleares durante la presidencia de Mohammad Jatami (1997-2005), fue arrestado el 1 de mayo y acusado de entregar a extranjeros información sobre el programa atómico de este país.

El ex funcionario caído en desgracia ha criticado abiertamente la política nuclear de Ahmadinejad.

Tiene estrechos lazos políticos con sectores conservadores y fue colaborador de Hashemi Rafsanjani, opositor del presidente y máxima autoridad del poderoso Consejo de Discernimiento, que arbitra las diferencias entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes de la Revolución.

Ocho días después de su arresto, Mousavian fue liberado tras pagar una fianza moderada. Desde entonces no realizó ningún comentario sobre las acusaciones que llevaron a su detención, ni siquiera cuando se anunció el 27 de noviembre que se habían retirado los cargos de espionaje y posesión de documentos secretos.
[related_articles]
El mismo tribunal, sin embargo, lo encontró culpable de realizar propaganda contra el sistema, pero suspendió el dictado de una sentencia. Según la legislación iraní, si esta decisión no es confirmada por un fiscal de los Tribunales Públicos Revolucionarios, el proceso judicial debe continuar.

El fiscal de línea dura de Teherán, Saeed Mortazavi, ordenó casi de inmediato que se continuara con las actuaciones.

Ahmadinejad dijo en varias oportunidades que el juez que tuvo a su cargo el caso de Mousavian había recibido presiones para que lo declarara inocente. "Insisto en que se hagan públicos los secretos que entregó a los extranjeros", declaró el presidente a periodistas cuando se conoció la absolución.

"Diez días antes de la sentencia, Ahmadinejad amenazó con revelar los nombres de quienes estaban presionando al juez. El ministro de Inteligencia repitió lo mismo poco después y estudiantes alineados con el presidente demandaron que los magistrados estuvieran a la entera disposición del gobierno", comentó a IPS un político reformista.

"Obviamente sabían que se había llegado a una decisión y todo ese alboroto debe verse como un intento de crear un ambiente negativo hacia el acusado para evitar que el juez lo absolviera", agregó.

El portavoz del gabinete y ministro de Justicia, Gholam Hossein Elham, y su par de Inteligencia, Mohseni Ejei, también criticaron el fallo judicial. Si los magistrados lo autorizan, dijo Ejei, su ministerio hará públicos los documentos que prueban que Mousavian espiaba para los británicos.

Aunque Ahmadinejad no hizo nombres ofreció suficientes pistas para dejar en claro que piensa que fue Rafsanjani quien presionó al juez.

Irán inició su programa nuclear durante su presidencia (1989-1997), pero en los últimos meses Rafsanjani se convirtió en un crítico del "aventurerismo" del actual gobierno en este tema y advirtió sobre los peligros de llevar el país a una guerra.

"La batalla en torno al caso de Mousavian es una continuación del enfrentamiento entre Ahmadinejad y Rafsanjani, que se viene registrando desde hace ya un tiempo, de forma velada pero igualmente evidente. El presidente quiere eliminar a los críticos de su política exterior y su programa atómico y especialmente a Rafsanjani, quien a su vez desea hacer pesar su influencia", dijo a IPS un analista político.

"Es obvio que este último no propone abandonar el programa nuclear. Pero cree que Ahmadinejad está complicando innecesariamente la cuestión, alienando a la comunidad internacional y exponiendo al país a nuevas sanciones de la Organización de las Naciones Unidas. También lo preocupa que Irán se vea arrastrado a una guerra por las facciones extremistas y Estados Unidos", agregó.

En los últimos años, "Rafsanjani mantuvo sus viejos lazos con los conservadores pero cultivó relaciones amistosas con los reformistas. Esto quedó en claro con su elección como presidente del Consejo, que tiene el poder para designar al futuro líder supremo e incluso desplazar al actual, al menos en teoría", comentó el analista.

"Los ataques de Ahmadinejad hacia él y sus aliados políticos tienen el potencial de sacar a la luz el conflicto interno entre los dirigentes de línea dura y los conservadores. La reacción negativa de estos últimos frente a las acusaciones de espionaje contra Mousavian sugieren que consideran peligroso para su futuro político atar su destino al del presidente", afirmó.

El ex presidente del Parlamento iraní, Nategh Nouri, quien actualmente encabeza la Oficina de Inspecciones que depende directamente del líder supremo Ali Jamenei, es uno de los conservadores más prominentes que salió en defensa del supuesto espía de Occidente.

El actual presidente del Parlamento, Haddad Adel, afirmó por su parte que deben respetarse los fallos judiciales y la independencia de los magistrados respecto del Ejecutivo.

"Si algunos individuos poseen documentos que prueban que el juez del caso Mousavian fue presionado deben entregarlos a la justicia", dijo en aparente referencia a las denuncias de Ahmadinejad, según informó el sitio de Internet de línea dura Alef News.

Haddad Adel agregó, en respuesta al pedido del presidente de un juicio público del supuesto espía, que una decisión de ese tipo debe tomarse antes del proceso y no una vez que ha finalizado.

Ahmadinejad calificó de "traidores" a quienes se oponen a su programa nuclear. En las últimas semanas también descartó la posibilidad de nuevas sanciones contra Irán a causa de este tema.

Pero el 30 de noviembre, el Alto Representante para la Política Exterior y la Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, declaró estar "decepcionado" luego de una reunión de cinco horas con el negociador nuclear iraní, Saeed Jalili.

Jalili fue designado por Ahmadinejad en octubre, en reemplazo de Ali Larijani, en lo que se considera un intento del presidente para tener un completo control sobre el programa atómico del país.

El analista consultado por IPS recordó que "los conservadores y políticos de línea dura nunca tuvieron el apoyo de más de 20 por ciento del electorado. Se beneficiaron con la popularidad de Ahmadinejad y quedaron agradecidos con él por eso".

"Pero el presidente quedará mal parado si pierde la controversia en torno al programa nuclear. También se está mostrando cada vez más como una persona obsesionada con tener todo bajo su control. Forzó a renunciar a Larijani y a varios ministros, en lugar de relevarlos directamente. Su círculo de confianza se vuelve más pequeño con el paso del tiempo", agregó.

"Sus aliados no se sienten seguros y temen que los arrastre en una posible caída si pierde la pulseada nuclear. Aunque algunos de ellos no se están pasando al bando de Rafsanjani, creen que oponerse a Ahmadinejad en el caso del supuesto espía es una buena forma de distanciarse del presidente a los ojos del público", concluyó el analista.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe