Las disputas políticas y territoriales entre países de África, América Latina, Asia y Medio Oriente han sido sepultadas por la integración económica regional y la creación de mercados comunes.
India y Pakistán, viejos rivales que hasta se enfrentaron armas en mano, jugaron un papel importante en el fortalecimiento de los lazos económicos y culturales en el marco de la Asociación para la Cooperación Regional de Asia Meridional, junto con Bangladesh, Bután, Islas Maldivas, Nepal, Sri Lanka y el recientemente integrado Afganistán.
En consecuencia, el bloque cuenta con un área de libre comercio y un esquema que facilita el intercambio entre los miembros.
Asimismo, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) está encaminada a crear un mercado común, a pesar de las divisiones internas relativas, por ejemplo, a la violación de derechos humanos en Birmania. También la integran Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
"Cuando los gobiernos occidentales miran a Asia, sólo ven a las dos gigantes economías en crecimiento, China e India, y también a Japón, que es todavía el número dos en el mundo en términos de su producto interno bruto", dijo el presidente de la Asean, Tommy Koh.
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Sin embargo, advirtió, los ojos occidentales deberían mirar al mercado del sudeste asiático, que comprende 550 millones de personas y tiene, en conjunto, un producto bruto de un billón de dólares.
"En 2015, los 10 países que integran la Asean se convertirán en un mercado común con libre intercambio de bienes, servicios, capitales y mano de obra calificada", agregó.
Koh también señaló que los miembros de la Asean estarán relacionados a través de asociaciones económicas con Australia, China, Corea del Sur, India, Japón, Nueva Zelandia y la Unión Europea. También existirá un acuerdo marco de comercio e inversiones con Estados Unidos.
Esta cooperación es la ola del futuro, dijo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
En un informe a la Asamblea General del foro mundial, Ban afirmó que han surgido polos de desarrollo en el Sur pobre, a medida que más países se especializan en su producción industrial, el comercio internacional y la captación de inversiones.
Según el funcionario, esto "ha rediseñado completamente el panorama económico internacional, creando una nueva dinámica en el intercambio, la inversión y los flujos de capital de asistencia para el desarrollo en los países del Sur".
Ban se mostró optimista respecto de las perspectivas de desarrollo del Sur, y mencionó las sostenidas tasas de crecimiento de Brasil, China, India y Rusia, así como las no tan aceleradas pero sí importantes de países como Chile, Egipto, Ghana, Malasia, Qatar, Singapur, Sudáfrica, Tailandia y Turquía.
Ban señaló que un creciente número de países en desarrollo se han convertido en centros dinámicos de actividad económica, no sólo como beneficiarios de ayuda sino fomentando el intercambio Sur-Sur.
Al hablar el día 19 en nombre del Grupo de los 77 -representación en la ONU de 130 naciones en desarrollo—, el delegado de Pakistán, Farukh Amil, remarcó que la cooperación entre las naciones del Sur es un fenómeno dinámico y en ascenso.
"Desde la idea inicial de promover la cooperación técnica entre los países en desarrollo, que comenzó décadas atrás, el concepto de la interrelación Sur-Sur ha recorrido un largo camino", agregó.
"Se trata de un proceso importante, vital para afrontar los desafíos del mundo en desarrollo, que al mismo tiempo hace una contribución importante a ese desarrollo", dijo Amil.
Pero, fundamentalmente, "es una manifestación de la solidaridad y autoconfianza colectiva de los países en desarrollo", afirmó.