El referéndum sobre la reforma de la Constitución de Venezuela propuesta por el presidente Hugo Chávez tiene un resultado reñido, admitieron poco antes de la medianoche local los comandos de campaña oficialista y opositor.
Las primeras encuestas a boca de urna dieron varios puntos porcentuales a favor del Sí defendido por los seguidores del presidente, cuando aún había filas de ciudadanos ante los centros de votación, y en las últimas horas se habría revertido esa tendencia.
"La fotografía del resultado es muy cerrada", anunció sonriente Julio Borges, líder del partido opositor Primero Justicia, apenas minutos antes de que el vicepresidente venezolano y jefe de la campaña oficialista, Jorge Rodríguez, reconociese que, "efectivamente, los resultados están muy reñidos".
"Como auténticos demócratas que somos reconoceremos el resultado sin chistar, acataremos la decisión del árbitro y exhortamos a la otra parte a que haga lo mismo", señaló Rodríguez.
A su vez, el jefe del grupo Podemos, Ismael García, que por años acompañó a Chávez pero rompió con él a propósito de esta reforma, dijo que, "como está prohibido divulgar resultados de encuestas, tenemos el carómetro para calibrar quién va ganando y quién perdiendo".
Rodríguez habló rodeado de otros miembros de su comando con caras circunspectas, mientas que las sonrisas se ensanchaban en los rostros de los opositores.
En Venezuela está prohibido ofrecer resultados, extraoficiales o no e, incluso, aludir a ellos o a tendencias hasta tanto el Consejo Nacional Electoral (CNE) ofrezca su primer boletín, el cual se demora a la espera de computar la mayoría de las actas de escrutinio.
"Tómense el tiempo que quieran, no tenemos prisa", sentenció García, en tanto Manuel Rosales, el candidato presidencial opositor que fue derrotado por Chávez hace un año, declaró sonriente que, "cuando uno juega, gana o pierde. Lo importante es que ahora podamos abrazarnos todos los venezolanos".
En tanto, delegados de partidos opositores ante el CNE dejaron saber a periodistas los resultados de sus conteos rápidos: sobre 85 por ciento de las actas contadas, 54 por ciento favorecería al No y 46 por ciento al Sí, mientras que otra fuente, que computó 66 por ciento de las mesas, encontró 54,4 por ciento para el No frente a 45,6 por ciento para el Sí.
Obviamente, el oficialismo aguardaría a que llegasen los resultados de mesas ubicadas en zonas más lejanas, de escrutinio más reñido o bien con mayores dificultades para comunicar sus números, apostando a que cambiasen las tendencias en su contra.
Si la tendencia por el No se impone, sería la primera vez en 12 consultas electorales que la causa de Chávez es derrotada, desde la primera en que participó en 1998.
Si triunfa el Sí, posiblemente sea con un margen reducido, lo cual de todas maneras marcaría un avance de la oposición y golpearía al mandatario, que hace un año fue reelegido con 63 por ciento de los votos y planteó este referéndum en términos plebiscitarios: "Conmigo o contra mí".
Chávez propuso inicialmente reformar 33 de los 350 artículos de la Constitución que él mismo impulsó en 1999, y la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), de común acuerdo con el presidente, le agregó otros 36 y los presentó en dos bloques a la consulta de este domingo.
La reforma propuso un Estado, una democracia y una economía socialistas, reconoció la propiedad privada pero con énfasis en promover la pública y la social en manos estatales, comunales o cooperativas, y entregaba más responsabilidades y recursos a las comunidades locales.
La presidencia de Venezuela, además de las atribuciones tradicionales, tendría poder para legislar en materia económica, dirigir el Banco Central y modificar el mapa político-administrativo del país.
Su mandato se extendería de seis a siete años y podría presentarse a la reelección cuantas veces quisiera. Esta propuesta de modificación fue la más criticada por la oposición y, en particular, por los jóvenes universitarios que hicieron decenas de manifestaciones callejeras contra la reforma y han sido la revelación en la política venezolana este año.
La jornada de este domingo transcurrió en paz y sin incidentes de importancia. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, poco antes de presentar los primeros resultados oficiales, felicitó al pueblo "por expresar su opinión y ejercer su soberanía". Como es tradicional, el presidente de la República no se pronuncia hasta tanto no se conociese el primer boletín oficial del CNE.
