TEATRO-MÉXICO: Dos tipos de cuidado en el Purgatorio

«Fuimos quienes quisimos ser», asegura Pedro Infante. «Y, aunque hay muchos imitadores, la gente todavía quiere oírnos cantar», contesta Jorge Negrete. Tras el diálogo se escuchan sus voces en temas como «Amorcito corazón», «Querido amigo» o «¡Ay Jalisco no te rajes!».

Es que se han despertado en el Purgatorio y, tras constatar con asombro que están en otra vida y por añadidura juntos, durante una hora repasan vivencias, penas, amores, canciones, películas, sucesos, hechos políticos, sus personalidades tan distintas e incluso su conocida rivalidad.

Se trata de una rica pieza de teatro, "Vacaciones en el Purgatorio", escrita por el periodista y dramaturgo venezolano Ángel Méndez y escenificada por el Grupo Repertorio Univa (Universidad del Valle de Atemajac), de la ciudad mexicana de Guadalajara, bajo la dirección del profesor de teatro de ese país Miguel Ángel Rangel.

Presentada hasta ahora en Morelia y en la capital de México, así como en Quito, la obra fue mostrada en el Festival Internacional de Teatro de Oriente en Barcelona, Venezuela, y en el festival Crea Joven de Caracas, en octubre y noviembre.

Méndez, un melómano de 58 años, fascinado desde niño por las películas de la edad de oro del cine mexicano (1935-1958), dijo a IPS que, "admirador como he sido de Pedro y Jorge, un día me pregunté '¿qué pasaría si se encontraran y rindieran cuentas de sus amores y fama, de sus diferencias y semejanzas?'".

Para el director Rangel, "Méndez conoce la realidad que describen los personajes como si hubiese vivido en México en la época y la aborda con una soltura que no hemos encontrado en autores nuestros quizá abrumados por el peso de estos ídolos tan queridos quizás como la Virgen de Guadalupe", dijo a IPS.

Además, "colocarlos en el Purgatorio y no en el Infierno o en el Paraíso fue un acierto, para mostrar personalidades que no eran ni ángeles ni diablillos", agregó Rangel.

Infante, nacido en 1917 y muerto en 1957, de origen humilde, carpintero de joven y de gran popularidad entre los más desfavorecidos, grabó unas 350 canciones, ganó el Oso de Plata en el Festival Internacional de Berlín y el Globo de Oro en Hollywood como mejor actor, y la industria del entretenimiento de su país lo consagró como "hijo del pueblo convertido en estrella".

Rangel evoca que "Pedro, después de cantar en un teatro, salía a la calle y repetía el espectáculo ante aquellos que no habían podido entrar o no tenían dinero para comprar la entrada, y se convirtió así en un héroe para las clases populares".

Negrete, quien nació en 1911 y falleció en 1953, procedía de una familia de clase media acomodada y su padre era un oficial del ejército. Fue un cantante de mayor rango, formado en la técnica operística y revolucionó la música ranchera mexicana, ayudando a su difusión en todo el mundo.

Líder de la Asociación Nacional de Actores de México, que fundó junto al gran comediante Mario Moreno "Cantinflas" y otros artistas, Negrete luchó en defensa de los suyos y soportó la defección de figuras como el propio Cantinflas y Germán Valdés, "Tintán", comentó Rangel.

Los jóvenes Luis Carlos Wong, en el papel de Infante, y Frank Rodríguez, en el de Negrete, son egresados del diplomado en teatro de la Univa, a órdenes de Rangel, quien se manifiesta orgulloso de que ambos se abran paso como actores profesionales.

"Me siento guapo cuando me pongo el traje de charro y las mujeres me siguen, desde las que tienen 18 hasta las de 60", bromea Rodríguez tras bastidores, para, de inmediato, subrayar su admiración por el compromiso de Negrete con sus pares y el público.

Wong dijo a IPS que "hacemos las caracterizaciones con un gran respeto por estos monstruos de la historia artística mexicana, y marcamos distancia como actores, pero no podemos impedir que la gente, sobre todo los de mayor edad, expresen sus emociones ante la representación de sus ídolos".

Rememoraron que, al presentarse en un programa de radio en la ciudad de México para comentar la obra y hacer caracterizaciones, "los teléfonos casi reventaron con llamados a favor de Pedro o de Jorge y, al final, ambos quedaron empatados en simpatías".

En la vida real, sólo un filme reunió a estos dos gigantes de la canción mexicana y latinoamericana y fue "Dos tipos de cuidado", una comedia ranchera escrita y dirigida por Ismael Rodríguez, estrenada en 1953, que narra la historia de dos amigos en el campo mexicano de los años 50, llamados Jorge Bueno (Negrete) y Pedro Malo (Infante).

En su teatral reaparición en el Purgatorio, Méndez recoge la memoria de muchos latinoamericanos sobre estos admirados artistas "y los coloqué como de vacaciones, porque es una forma de decir que siguen vivos, que los mitos que crearon siguen vivos y por eso no pueden nunca retirarse a descansar de sus éxitos en el olvido".

Auxiliados con proyecciones de viejas fotografías de sus años de gloria, en algún pasaje Pedro y Jorge dudan sobre si en verdad están en el Purgatorio o interpretando alguna película del cineasta español Luis Buñuel.

Pero luego vuelven a medio resignarse a la feroz persecución de su fama: "No te quejes, Pedro, que ya bastantes documentales han hecho de ti". "Pero aun así hay que mantener el mito", dice Jorge.

"Tienes razón —refunfuña Pedro— lo que falta es que nos beatifiquen. Qué se le va a hacer, seguimos siendo los meros…".

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