La continuidad es la marca en el orillo del gabinete ministerial que acompañará a Cristina Fernández a partir del 10 de diciembre, cuando reemplace en la presidencia de Argentina a su esposo, Néstor Kirchner.
La lista divulgada este miércoles por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, confirmó que más de la mitad de los actuales ministros seguirán en sus respectivos cargos, incluido él mismo, mientras que los debutantes son funcionarios hoy de segunda línea o dirigentes con perfiles muy similares a los que se alejan.
En esta última característica se ubica el futuro ministro de Economía. Si bien la voluntad de la presidenta electa era mostrar que sigue el modelo de crecimiento respaldado por 45 por ciento de los votantes el 28 de octubre, ésta sorprendió al designar a Martín Lousteau, actual director del estatal Bapro, el Banco de la Provincia de Buenos Aires, para suceder a Miguel Peirano.
De todos modos, Lousteau, un economista de 36 años, tiene un perfil de apoyo a la producción similar al de Peirano. La Unión Industrial Argentina, a través de su titular, Juan Lascurain, ya expresó su satisfacción con el nombramiento para el Ministerio de Economía que representa, dijo, "una continuidad" de las políticas del área.
El analista político y encuestador Jorge Giacobbe comentó a IPS que el futuro gabinete ministerial es "de continuidad", con sólo la novedad de Losteau. Si bien manifestó dudas respecto a si éste tiene suficientes antecedentes para el cargo, consideró "auspicioso" que el futuro electo se anime a convocar a un economista joven.
De todos modos advirtió que puede tratarse de "un gesto de inicio" y juzgó más prudente esperar. "Los jugadores de cartas dicen que las fichas se cuentan al final y no al inicio de la partida. En Argentina hubo muchos casos de presidentes que dieron mucho más o mucho menos de lo que se esperaba de ellos en un comienzo", remarcó.
Por su parte, el politólogo Sergio Berensztein, de la firma consultora Poliarquía, opinó que el nuevo gabinete confirma que para la presidenta electa el objetivo de arranque es mantener lo principal de lo que considera una gestión exitosa, aunque con algunas rectificaciones.
En ese sentido, Berensztein valoró la designación de Lousteau. "Representa la llegada a un cargo de decisión política de una generación de jóvenes que se formaron muy bien en Argentina y en el exterior y que acumularon experiencia en el sector público, y esto es muy auspicioso", sostuvo.
El actual director del Bapro fue antes ministro de la Producción de la misma oriental provincia de Buenos Aires. Es un hombre que defiende la existencia de un Estado fuerte, apoya el sostenimiento de un tipo de cambio real competitivo para la exportación y es un decidido promotor de las pequeñas y medianas empresas.
El reemplazo en este ministerio de Economía fue lo que decidió a Cristina Fernández a adelantar el anuncio de su elenco de ministros. Peirano era candidato a seguir, pero asuntos familiares, sumados a sus choques con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que tiene fuerte respaldo de Kirchner, lo habrían decidido a desechar la continuidad en el cargo.
La difusión pública del posible alejamiento, luego confirmado, causó malestar en el entorno de Kirchner y de su esposa. Peirano mantienen una fuerte disputa con Moreno por la forma poco ortodoxa que éste último tiene de manejar los datos de inflación. El funcionario es acusado de manipular los indicadores para minimizar el impacto del alza de precios al consumidor.
Frente al vacío que generaba la versión sobre la inminente renuncia de Peirano y los enfrentamientos entre los funcionarios, la presidenta electa resolvió anticipar los nombres de su equipo pese a que hubiera preferido hacerlo más ceca del día de su asunción a la presidencia, el 10 de diciembre.
En un acto inusual para el lanzamiento de un nuevo gabinete, el anuncio fue realizado desde la propia sede de gobierno por el propio Alberto Fernández.
Como si se tratara de una información más del actual gobierno de Kirchner, su jefe de Gabinete convocó a la prensa para dar a conocer quienes acompañarán a la futura mandataria, y luego no aceptó preguntas. Mientras, Kirchner y su esposa recibían al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.
En el futuro gabinete siguen Jorge Taiana, al frente de la cancillería, Julio De Vido en el ministro de Planificación Federal, Alicia Kirchner (hermana del presidente) en Desarrollo Social, Nilda Garré en Defensa, y Carlos Tomada en Trabajo.
También continuarán en sus cargos el actual secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini. "Las grandes líneas directrices van a ser las mismas, cambiarán los modos y la acción de la presidenta", prometió el actual y futuro jefe de Gabinete.
La confirmación de De Vido, que acompaña a Kirchner desde el inicio de su mandato en mayo de 2003, es el dato de continuidad que más incomoda a Alberto Fernández.
Observadores políticos afirman que De Vido, cuya cartera está en la mira de la justicia por un escándalo de corrupción, está enfrentado con el jefe de Gabinete.
No obstante, la crisis por la falta de energía que arrecia desde hace cuatro cada marzo, cuando aumenta la demanda, habría sido uno de los factores que pesó en Cristina Fernández para decidir la continuidad de De Vido.
Por su parte, Aníbal Fernández deja el Ministerio del Interior para dar paso al actual ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Florencio Randazzo, y asumirá como ministro de Justicia.
En la cartera de Salud, Ginés González García será reemplazado por Graciela Ocaña, actual titular del instituto de servicios sociales para jubilados PAMI.
Mientras que Daniel Filmus, elegido senador, cede su lugar en el Ministerio de Educación a su actual segundo, Juan Carlos Tedesco.
Se mantiene intacto el núcleo central del gobierno actual, pues el cambio en Economía, una cartera clave, no fue buscado sino precipitado por una crisis interna. Por eso, el analista Rosendo Fraga entiende que Kirchner seguirá teniendo una influencia decisiva en la futura gestión de su esposa.
La continuidad en Defensa implica seguir el mismo rumbo en la política de derechos humanos, al igual que en el área de seguridad pública, que permanece en manos de Aníbal Fernández, aunque en un nuevo ministerio, explicó el director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
Los matices distintos que se pueden marcar son la llegada al gabinete de tres figuras menores a los 50 años, como son Lousteau, Randazzo y Ocaña, y una cierta presencia del peronismo bonaerense a través de los primeros, añadió.
El jefe de Gabinete explicó que la presidenta requirió cambios en la estructura ministerial que demandarán una reforma legal. Para darle mayor relevancia al área, Cristina Fernández resolvió que Ciencia y Tecnología, que hasta ahora dependía de Educación, se transforme en una nueva cartera ministerial.
Será el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y estará a cargo de un experto en biotecnología, el químico José Lino Barañao, actual presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
"Para la presidenta (electa), el tema del desarrollo científico y tecnológico es central", dijo Alberto Fernández.
En el caso de Interior, el ministerio seguirá la relación con las provincias y municipios y deberá pasar a la cartera de Justicia el manejo de las fuerzas de seguridad. El ministerio ampliado, una vez que se apruebe la reforma, será entonces de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.