La rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las más importantes de Iberoamérica, pasó este martes a manos de un médico, tras un proceso de designación acotado a unos pocos y que analistas comparan con la elección del Papa.
El médico José Narro, quien estuvo vinculado en los años 90 al hoy opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), asumió para un mandato de cuatro años la rectoría de la UNAM, el centro de altos estudios que, según el escritor Carlos Monsiváis, es en América Latina "el gran bastión del pensamiento crítico, liberal y laico".
La UNAM, "alma mater" de gran parte de los políticos e intelectuales mexicanos, es en la actualidad una comunidad de casi 350.000 integrantes, 300.000 de ellos estudiantes, ubicada entre las mejores 200 universidades del mundo, según la evaluación independiente que realiza cada año el diario británico The Times,
Su carácter estatal y contestatario, con sus referencias casi siempre vinculadas a la izquierda, le dieron un gran protagonismo político y académico que se mantiene desde hace décadas. Esta universidad funciona con un presupuesto de alrededor de 2.000 millones de dólares anuales, 1.700 millones de los cuales provienen de las arcas públicas y el resto lo produce el propio centro.
Pero, aunque se proclama como una universidad democrática y abierta, la designación de su rector permanece en manos de una junta de gobierno de apenas 15 personas provenientes de la propia institución, quienes a su vez son nombrados por el rector saliente.
Imanol Ordorika, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, sostuvo que el proceso de selección del rector es excluyente y parecido al que usa la Iglesia Católica para escoger al Papa, pues lo hace un pequeño grupo y en reuniones cerradas.
El politólogo Alejandro Córdova consideró lamentable que en la UNAM, "que es un centro gestor de pensamiento crítico por excelencia, no se viva un proceso de democratización similar al que ha marcado al resto del país", donde desde 2000 ya no gobierna el PRI, partido que estuvo en el poder desde 1929.
"Antes el rector era nombrado por el gobierno de turno de forma abierta, ahora lo hace una junta afín al rector saliente y en medio de un secretismo anacrónico", dijo a IPS Córdova, un egresado de la UNAM.
En el listado de las mejores universidades del mundo publicado el 9 de este mes por The Times, la UNAM, fundada en 1910, se ubicó en la posición 192, cuando un año atrás ocupó el escalón 74.
A pesar de ese desplome, atribuido por los directivos de la alta casa de estudios a un cambio de metodología en las mediciones, la universidad mexicana es la única del mundo de habla castellana que aparece en la lista, que este año es encabezada por la universidad estadounidense de Harvard, seguida por las británicas Cambridge y Oxford.
Narro, que antes de su designación encabezaba la Facultad de Medicina y en los 90, cuando aún gobernaba el PRI, fue funcionario del Estado, prometió elevar las calificaciones de su universidad, aunque sostuvo que siguen teniendo un nivel muy alto.
"Hay otras maneras de demostrar la calidad y la pertinencia del trabajo de la universidad: forma (cada año) más de 15.000 profesionales en 78 diferentes disciplinas, sólo en nivel de licenciatura, a varios cientos con nivel de doctorado, miles en maestría, produce un porcentaje importante de la producción científica, humanística y de ciencias sociales que desarrolla nuestro país y hace labores de extensión de difusión de la cultura muy importantes", explicó.
Estudiantes de la llamada Asamblea General Universitaria de la UNAM, un grupo vinculado a posiciones de izquierda, sostienen que Narro es un neoliberal que buscará privatizar la casa de estudios. Sin embargo, el nuevo rector sostiene que ese plan no está en su agenda ni en la de sus colaboradores.
Alfredo Villarreal, estudiante de Ingeniería y miembro de la Asamblea, declaró que "al contrario de lo que la sociedad cree, la UNAM no está en calma y se movilizará ante cualquier intento privatizador".
La UNAM estuvo cerrada más de un año entre 1999 y 2000 por una huelga estudiantil contra presuntos intentos de privatización de ese centro. La protesta finalizó con la intervención de policías que ingresaron allí a pedido de las autoridades universitarias.
El hecho, ocurrido durante el gobierno de Ernesto Zedillo, del PRI (1994-2000), fue interpretado en su momento como el inicio de un largo conflicto que agudizaría la rebeldía estudiantil en la UNAM.
Pero el ex ministro de Salud de Zedillo y luego rector de esa universidad, Juan Ramón de la Fuente, quien acaba de dejar el cargo, logró aplacar las pasiones y tensiones y mantuvo en paz a la UNAM hasta la fecha.
Para el politólogo Carlos Elizondo, ex representante de México en la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económicos, el más importante logro de De la Fuente es haber pacificado la universidad a través de habilidad política y un amplio sentido de las relaciones públicas.
"Donde se quedó corto es en hacer de la UNAM una universidad realmente moderna. Empezando por el proceso de selección del rector. Los candidatos tienen que ser de casa. La Junta de Gobierno es de casa, ligada a los intereses de la UNAM y muy cercana al rector saliente. Sólo así se explica la rápida y unánime decisión a favor de Narro", escribió Elizondo en el diario Reforma.
El académico retomó además críticas que se escuchan de forma soterrada en parte de la comunidad de profesores e investigadores de la UNAM y que apuntan en el sentido de que las autoridades de esa universidad son muy poco tolerantes a la crítica en su contra y que, cuando sale de uno de sus miembros, es acallada con sanciones disciplinarias.
Además de su ganada fama académica en el mundo, la UNAM se hizo acreedora en junio del reconocimiento a sus edificios como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Los edificios centrales de la UNAM, al sur de la ciudad de México, fueron construidos en la década del 50 sobre una zona de roca volcánica.
Según la Unesco, se trata de uno de los más importantes íconos de la arquitectura y el urbanismo modernos de América Latina, que incluye grandes murales y esculturas.