Cuatro de los cinco ganadores del premio Nobel en Argentina son egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA), considerada entre las casas de altos estudios más prestigiosas de América Latina y ahora ubicada entre las preferidas de miles de estudiantes extranjeros.
Esta universidad estatal fue elegida por más de 4.600 de los casi 24.000 estudiantes llegados al país para completar su formación académica en carreras de grado y posgrado, según un informe elaborado por el Ministerio de Educación de Argentina.
Entre enero y octubre, su sitio en Internet recibió casi medio millón de visitas de extranjeros, principalmente desde Brasil, Colombia, Estados Unidos, México, Perú y Chile. Pero hay también miles de consultas desde Francia, Canadá, Suiza, Inglaterra o China, por lo cual se puso en línea este mes una versión del portal en inglés.
La mayor cantidad de preguntas son para las carreras de ciencias sociales, de la salud y humanidades, aunque además son de interés las ingenierías, los estudios relacionados con el sector agropecuario y la salud animal, la biología y el ambiente, junto con los posgrados de todas las áreas educativas.
"El mayor porcentaje viene de América latina, pero también llegan de Europa, Estados Unidos y China", comentó a IPS Marcelo Tobin, subsecretario de Relaciones Internacionales de la UBA. "Esto muestra que, más allá de las dificultades, esta universidad sigue gozando de un gran prestigio", remarcó.
Fundada en 1821, la universidad es la más concurrida del país con más de 312 mil estudiantes y cerca de 30 mil docentes. Ofrece 113 títulos de grado en 13 facultades, una docena de carreras cortas y cerca de 300 posgrados entre doctorados, maestrías y carreras de especialización.
Dependen de la UBA seis hospitales y centros asistenciales, laboratorios, institutos y centros de investigación, y dos colegios secundarios muy requeridos por su reputación académica. Posee, además, una docena de sedes en las cuáles los alumnos pueden cursar el Ciclo Básico Común, piso requerido para ingresar a cualquier carrera.
De sus aulas egresaron los premios Nobel Carlos Saavedra Lamas (1878-1959), de la Paz en 1936, el médico Bernardo Houssay (1887-1971), de Fisiología y Medicina en 1947, el químico César Milstein (1927-2002), igual galardón en 1984, y el médico Luis Federico Leloir (1906-1987), de Química en 1970 y quien, si bien nació en Francia, estudió e investigó en la UBA.
El quinto ganador del premio Nobel en Argentina es el arquitecto y escultor Adolfo Pérez Esquivel, quien fue galardonado con el de la Paz en 1980 por su lucha en favor de los derechos humanos pisoteados por la última dictadura (1976-1983).
Actualmente, en el ranking de las mejores altas casas de estudio del mundo elaborado cada año por la Universidad Jiao Tong, de Shangai, la UBA aparece entre las primeras 200, junto a la de Sao Paulo y la Nacional Autónoma de México.
Pero su prestigio y su influencia contrastan con las periódicas crisis financieras de la universidad, pública y gratuita. Este año, la UBA reclamó para el próximo ejercicio 2.015 millones de pesos (unos 645 millones de dólares), pero hasta ahora obtuvo menos de 800 millones de pesos (256 millones de dólares).
Del total que recibe actualmente, 95 por ciento se destina a salarios y, según estiman fuentes administrativas de la universidad, 52 por ciento de los profesores trabajan "ad honorem", sin sueldo, sólo por el valor que representa para sus carreras académicas.
La colombiana Viviana Monsalve, una diseñadora gráfica de 28 años, contó a IPS que llegó en marzo a Buenos Aires para hacer una actualización en diseño digital en la UBA.
"En Colombia no hay mucha oferta en esta área y la UBA tiene muy buena reputación", remarcó.
Antes de tomar la decisión, Monsalve evaluó primero viajar a España, pero la experiencia de otros colegas de su país que estudian a Buenos Aires la convenció. Además, los costos en Argentina son menores para estudiar y para vivir. El curso de un año le sale 1.100 dólares y ya consiguió trabajo en un estudio.
Tobin indicó que la idea de facilitar el acercamiento de estudiantes extranjeros responde a "una decisión política de abrir la universidad al mundo". La convocatoria implica también la firma de convenios de intercambio con otras casas de altos estudios.
Los posgrados son arancelados y los estudiantes extranjeros siempre generan recursos no sólo para la universidad sino para el país, sostuvo.
Sobre este punto, IPS le consultó si la UBA está pensando en cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros de grado. "La universidad va a tener que debatir este tema porque hay gente que está a favor y otras en contra", respondió Tobin.
"Algunos se preguntan por qué deberían los contribuyentes argentinos sostener los estudios universitarios de extranjeros y otros defienden que la enseñanza sea libre y gratuita para todos como hasta ahora", sintetizó el funcionario.
En el medio, hay propuestas de crear determinados aranceles que se destinen a becas para los estudiantes de familias de menores recursos económicos, comentó. Pero, por el momento, la inscripción a carreras de grado es libre y gratuita y en los posgrados, aunque el arancel no es alto, pagan todos, argentinos y extranjeros.