Bangladesh ingresó esta semana en la era de la separación de poderes. El Judicial quedó formalmente liberado del Ejecutivo, pero aún está por verse si la justicia actuará, en efecto, libre de influencias burocráticas y políticas.
En una ceremonia realizada el jueves en Dhaka, Fakhruddin Ahmed, jefe del gobierno interino, y Ruhul Amin, presidente de la Corte Suprema de Justicia, anunciaron oficialmente la histórica separación.
En lo sucesivo, será la Corte Suprema, y no el gobierno, quien designe a los jueces de los tribunales de menor jerarquía. Antes, estos eran elegidos por el Ministerio del Sistema, y los jueces reportaban al Poder Ejecutivo.
Amin afirmó que los funcionarios judiciales ahora ejercerán el poder, el cual, dijo, "en realidad no es un poder sino el compromiso de secar las lágrimas causadas por la injusticia".
En un fallo de hace ocho años, la Corte Suprema pidió al gobierno que tomara medidas para separar al Poder Judicial del Ejecutivo. Pero los gobiernos de las ex primeras ministras Sheikh Hasina Wajed y Khaleda Zia, ambas en la cárcel por acusaciones de corrupción, lo evitaron en sus periodos.
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Ni los partidos políticos ni los burócratas fueron sinceros en cuanto a dar independencia al Poder Judicial, que sufrió una seria erosión de la confianza pública a causa de la presión política y la interferencia ejecutiva.
La tarea quedó para el gobierno interino de Ahmed, ex economista del Banco Mundial que asumió el poder con respaldo militar tras sangrientos incidentes de violencia callejera antes de las elecciones generales, programadas para enero de este año.
A fines de octubre, más de 600 funcionarios administrativos se congregaron en Dhaka para sabotear la decisión que los privaría de las facultades de Poder Judicial que disfrutaban desde los tiempos de la colonia británica.
Pero, según el presidente de la Asociación de Abogados de la Corte Suprema, M. Amir-ul Islam, al menos 13 de esos burócratas, entre ellos cuatro de alto nivel, afrontan ahora cargos por desacato al tribunal por deformar el fallo de la Corte Suprema y obstaculizar el proceso de división de poderes.
Esta asociación exige una acción disciplinaria contra los funcionarios.
Reflejando las dificultades para superar los intereses creados, el comandante de las fuerzas armadas, general Moeen U. Ahmed, dijo: "Si el Poder Judicial no se separa ya, eso nunca ocurrirá."
El país se encuentra en estado de emergencia desde que asumió el gobierno interino. El presidente Ahmed prometió elecciones libres y limpias para el año próximo, pero dijo que primero completará una campaña contra la corrupción y concretará reformas a las que considera urgentes.
La demanda de un Poder Judicial independiente data de 1972, cuando Bangladesh se independizó de Pakistán tras una sangrienta guerra civil, explicó a IPS Kamal Hossain, jurista que participó en la redacción de la Constitución y fue canciller del gabinete del fundador y ex presidente del país, Sheikh Mujibur Rahman (Bangabandhu).
"Mientras redactábamos la Constitución en 1972, quedó claramente estipulado que el Poder Judicial debería estar separado del órgano ejecutivo del Estado", recordó Hossain.
"Inicialmente no pudimos implementarlo a causa de la escasez de recursos humanos inmediatamente posterior a la guerra civil. El proceso se interrumpió luego del asesinato en 1975 de Bangabandhu, en un golpe militar", agregó.
Hossain explicó que la magistratura existente se estableció por primera vez en 1872, durante el mandato británico, cuando los jueces fueron puestos bajo la órbita del Ejecutivo para que el gobierno colonial pudiera controlarlos de manera directa.
Funcionarios del gobierno que ostentan responsabilidades judiciales como magistrados no quisieron renunciar a esas facultades y los partidos políticos no quisieron perder su capacidad de acosar a través de los jueces a sus rivales políticos, dijo Hossain.
La separación es "posible ahora porque no hay ningún partido político en el poder", opinó.
"Tenemos que controlar y ver hasta qué punto el Poder Judicial puede dispensar justicia al pueblo y reducir sus males. Teóricamente, la gente debería beneficiarse de un Poder Judicial que es capaz de trabajar libre e independientemente, pero todavía existe la necesidad de hacer evolucionar un sistema dentro del Poder Judicial para chequear la corrupción y la influencia indebida", expresó Hossain.
M Zahir, uno de los principales expertos legales de Bangladesh, dijo a IPS que a causa de la mentalidad de las personas que trabajan en el Poder Judicial podría llevar cierto tiempo que se concrete una separación verdadera.
"A menos que quienes trabajan en el Poder Judicial sientan que fueron verdaderamente independientes a la hora de dispensar justicia, eso podría obstaculizar el proceso", dijo Zahir.
Él teme que pueda haber una escasez de recursos humanos porque los magistrados de la rama ejecutiva ya no estén disponibles para trabajos judiciales.
Pero, en general, el ánimo en el país fue de bienvenida.
"Una sociedad o un Estado nunca pueden ser democráticos sin un sistema judicial independiente, y ahora se ha dado el primer paso para un Poder Judicial independiente, satisfaciendo una demanda largamente acariciada por el pueblo", dijo a IPS Nurul Kabir, editor de la publicación New Age, en inglés.
"Los habitantes de nuestro país no quieren ingresar en la complejidad de quién está llevando a cabo un juicio, si un hombre del (Poder Ejecutivo) o uno del Poder Judicial. Ellos quieren que no haya acoso, sobornos y corrupción, y que se disponga de los casos rápidamente, y que haya un fallo justo", escribió el ex presidente de la Corte Suprema en un artículo de prensa.