Las intensas lluvias que por casi un mes azotaron la región oriental de Cuba causaron la muerte de una persona y pérdidas materiales estimadas en casi 500 millones de dólares, según un estudio preliminar difundido este jueves.
Sin embargo, el gobierno envió a República Dominicana un cargamento de 5,2 toneladas de medicamentos destinados a los damnificados por la tormenta tropical Noel. "Este mediodía debió llegar a mi país una primera parte de esa donación. El resto partirá el domingo", confirmó a IPS el embajador dominicano en La Habana, Daniel Guerrero.
El diplomático añadió que "se trata de un gesto de solidaridad que el pueblo y gobierno de esa nación valoran mucho, teniendo en cuenta que Cuba también sufrió los rigores del desastre climático". Noel dejó a su paso por República Dominicana 85 muertos, 48 desaparecidos y 74.000 personas debieron abandonar sus viviendas.
Cuba no fue afectada por el peligroso huracán Dean, que causó en agosto graves daños en el área caribeña, pero desde las primeras semanas de octubre comenzó a sentir el rigor de fuertes precipitaciones asociadas a un sistema de bajas presiones en el Caribe, especialmente en porción más oriental del país.
Hacia fines del mes pasado, las lluvias que trajo la tormenta tropical Noel agravaron la situación especialmente en las seis provincias orientales: Camaguey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
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La evacuación oportuna de más de 80.000 personas residentes en las áreas de mayor riesgo evitó la pérdida de más vidas humanas, pero el impacto de las inundaciones por saturación de los suelos y el desborde de ríos y presas es cuantioso y podría ser mayor a los 499 millones de dólares calculados hasta ahora.
"Hasta el momento sólo hemos tenido que lamentar el fallecimiento en la provincia de Granma, de Yusmani Tames Gonzalez", quien se aventuró a cruzar un río crecido, explicó una nota oficial publicada por la prensa estatal de la isla. Granma es una las provincias más afectadas por el desastre.
Del total de perjuicios por las precipitaciones registradas entre el 11 de octubre y el 5 de noviembre, 305 millones de dólares corresponden al sector agropecuario y forestal. La cifra "incluye 91 millones en pérdidas de productos en el campo y 78 millones en el costo de reponer las plantaciones", detalló la nota informativa.
En el sector habitacional, uno de las más vulnerables a los desastres hidrometeorológicos que con frecuencia azotan a Cuba, los daños suman 127 millones de dólares. De las 21.987 afectadas, 1 137 quedaron destruidas, 2 548 sufrieron derrumbe parcial, 7.939 perdieron todo el techo y las restantes 10.363 parte del techo.
Se prevé que ese costo dificultará aún más el programa de construcción de viviendas puesto en práctica por el gobierno en 2005, ya complicado por problemas burocráticos, mala planificación y otras dificultades, que impedirán la edificación de las 70.300 casas previstas para 2007.
El balance oficial se refirió además a los perjuicios en el sector vial, con destrozos de diverso tipo en 13.169 kilómetros de caminos y carreteras, además de importantes daños en vías férreas, alcantarillas y puentes. "Si a lo anterior le agregamos las roturas en líneas eléctricas y de comunicaciones, representan pérdidas por 33 millones de dólares", indicó.
Según el informe, el costo incluye 20 millones de dólares por afectaciones en la producción de bienes y en los servicios, en tanto los gastos por las medidas preventivas y de protección de la población ascienden hasta el momento a 9,9 millones, más 1,2 millones de dólares en combustible empleado para enfrentar la contingencia.
"Los gastos son cuantiosos y las cifras que hoy ofrecemos crecerán cuando concluyan los análisis. Será necesario emplear gran cantidad de recursos materiales para recuperar la producción de la agricultura, reponer y reconstruir las viviendas dañadas y reparar la red vial de esa parte del país seriamente afectada", indicó la fuente oficial.
En tanto un informe del lunes, emitido por la Oficina de la Coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en La Habana, indicó que las inundaciones provocaron la pérdida de varios miles de toneladas de alimentos como viandas (tubérculos), granos y hortalizas, entre otros.
También quedaron bajos las aguas áreas sembradas de caña de azúcar, posturas de tabaco y forestales, predios dedicados a la agricultura urbana, cultivos de arroz y otros sembrados. "Desde ya se puede prever que la agricultura no tendrá los aumentos esperados para este año", advirtió un economista que prefirió no ser identificado.
Cuba no sufrió el año pasado ciclones y el régimen de lluvias fue favorable, sin excesos ni escasez, sin embargo las producciones agrícolas (no cañeras) descendieron 7,3 por ciento respecto de 2005, año que sí estuvo afectado por una severa sequía.
En Cuba, la protección de personas y recursos en situaciones de desastres está a cargo de la Defensa Civil, un organismo adscrito al Ministerio de las Fuerzas Armadas bajo cuya dirección se pone a punto todo el sistema de prevención en cuanto se avizora la formación de una depresión tropical en el área.
Las fases que se establecen ante la amenaza de un ciclón tropical, que son informativa, alerta, emergencia y recuperativa, permiten poner en marcha una serie de medidas para enfrentar el fenómeno, entre ellas la masiva evacuación de familias que residen en zonas en peligro de inundaciones u otros riesgos.