Activistas de derechos humanos y estrellas del espectáculo muestran un cauto optimismo sobre la posibilidad de que la Asamblea General de la ONU apruebe una moratoria de la ejecución de condenas a muerte en las próximas semanas.
Representantes de organizaciones de la sociedad civil expresaron su esperanza acerca de que, luego de años de lucha, haya llegado "el momento oportuno para una resolución", durante una conferencia de prensa convocada para celebrar el Día Mundial contra la Pena de Muerte.
"La mayoría del mundo está con nosotros y esto es lo fundamental", dijo este miércoles a los periodistas apostados en la sede neoyorquina de la ONU Michel Taube, en representación de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, que reúne a más de 64 organizaciones abolicionistas.
"Hay muchas razones para creer que la Asamblea General está lista para aprobar la resolución. En todos los continentes la tendencia es hacia la abolición", agregó en la conferencia de prensa, realizada en ocasión del Día Mundial contra la Pena de Muerte.
"¿Cómo podría ser que los 101 países que ya la suprimieron no voten a favor de la moratoria?", se preguntó. El foro mundial incluye a 192 estados miembro.
[related_articles]
La monja católica Helen Prejean, junto a los actores Tim Robbins y Mike Farrell, veteranos de la cruzada contra la pena de muerte, se refirieron a las deficiencias en el sistema de justicia y de la aplicación de este castigo extremo en Estados Unidos.
"Pedimos coherencia en materia de derechos humanos. No podemos suprimir las violaciones a los derechos humanos por medio de otra violación, porque los derechos humanos son inalienables", enfatizó Prejean.
La religiosa es la autora del libro "Dead Man Walking", en el que recapituló sus experiencias como consejera espiritual de un condenado a muerte por el asesinato de dos adolescentes.
Fue llevado al cine, con Susan Sarandon y Sean Penn en los papeles principales, y se conoció en América Latina como "Pena de Muerte" o "Mientras estés conmigo".
"Dead Man Walking" (muerto que camina) es la frase empleada por los guardiacárceles en las prisiones de los estados del sur de Estados Unidos para que se despejen los corredores mientras se conduce a un condenado a muerte a la sala de ejecución.
Robbins, actor y director de cine, enfatizó que ningún Estado tiene el derecho de pedir a una persona que mate a otra.
"Los guardias de las prisiones y quienes realizan las ejecuciones sufren un trauma severo. La pena de muerte se sostiene mientras se la considera en abstracto. Cuando uno entiende sus costos humanos ya no puede tolerarla", afirmó.
La representante de Amnistía Internacional en la ONU, Yvonne Terlingen, advirtió que la batalla no está ganada todavía.
"Está por verse si todos los países que se comprometieron a votar la moratoria mantienen su palabra cuando llegue el momento. Si se introducen modificaciones al proyecto de resolución algunos podrían modificar su posición. Será una pelea dura. Pero tenemos razones para creer que contamos con votos suficientes", dijo Terlingen a IPS.
Piers Bannister, investigador sobre la pena de muerte de Amnistía, dijo a IPS que "es como predecir el resultado de un encuentro deportivo. Somos cautamente optimistas".
"Si la resolución no es vista como una cuestión de derechos humanos sino como de soberanía de los estados va a ser problemático", advirtió Bannister, quien, sin embargo, consideró que las posibilidades de aprobación nunca habían sido tan buenas.
Los diplomáticos acreditados en la ONU son optimistas sobre el resultado de la votación de esta iniciativa que cuenta con el apoyo de la Unión Europea (UE).
El 25 de septiembre, tres días después del inicio de la 62 sesión de la Asamblea General, representantes de casi 100 países asistieron a un encuentro sobre la moratoria organizado por Italia y Portugal, que actualmente ejerce la presidencia rotativa de la EU.
Ese número fue una indicación clara del creciente apoyo que está recibiendo la resolución. Noventa y nueve de las 100 naciones que asistieron a la reunión comprometieron por escrito su adhesión a la moratoria de las ejecuciones. Se requieren 96 votos para que resulte aprobada.
"La pena de muerte pertenece a una cultura que debería ser confinada al pasado", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Massimo D'Alema. "Es el momento oportuno. Están dadas las condiciones. Debemos fijar metas realistas para alcanzar este objetivo. No podemos desperdiciar la oportunidad."
Italia ha hecho campaña durante 13 años para que la Asamblea General apruebe una moratoria en las ejecuciones.
Filipinas es uno de los pocos países del sudeste asiático que apoya abiertamente la resolución. El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto G. Romulo, dijo que "la raza humana ha concretado muchos progresos y siempre se han hecho esfuerzos para mejorar la vida de las personas. Sin embargo, esta práctica bárbara permanece entre nosotros".
"Mi país apoyará esta resolución. Debemos abandonar la paradoja de corregir un error tomando una vida a cambio", afirmó. Filipinas abolió la pena de muerte en junio del año pasado.
Sólo 95 naciones que firmaron una declaración de apoyo a la moratoria en diciembre de 2006 y aquéllas que abolieron la pena capital fueron invitadas a la conferencia de septiembre.
Esto significa que China e India, los dos países con mayor población, estuvieron notoriamente ausentes y ambos mantienen la pena de muerte en su legislación penal. China es responsable por la mayor cantidad de ejecuciones en el mundo, aunque se dice que la tendencia está declinando.
Tampoco asistieron representantes de Estados Unidos, donde existe actualmente una moratoria mientras la Corte Suprema analiza un pronunciamiento sobre si la inyección letal, el método más común para aplicar la pena de muerte en ese país, viola la Constitución por ser un "castigo inusual y cruel".
Se espera que Estados Unidos, Singapur y otros países se opongan a la moratoria con el argumento de que cada nación tiene el derecho soberano a definir esta cuestión de acuerdo con sus leyes penales.
"La ciudadanía de diferentes estados que mantienen la pena de muerte han elegido no abolirla a través de un proceso democrático", dijo a IPS Rick Grenell, portavoz de la representación de Washington en la ONU.
Kevin Cheok, segundo de la representación de Singapur en el foro mundial, dijo a IPS que no le importa que la resolución resulte aprobada. "Somos una nación soberana y tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones", argumentó.
Según una fuente de la ONU, no existe una fecha establecida para someter al voto de la Asamblea General la resolución sobre la pena de muerte. Según Terlingen, de Amnistía, sería en "cualquier momento después del 24 de octubre".