El relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, llegará este domingo a Cuba para una visita oficial de 10 días que marca el deshielo de las relaciones entre La Habana y el mecanismo político del foro mundial.
Ziegler, un sociólogo suizo, fue invitado por el gobierno cubano luego de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) decidió en junio interrumpir el mandato de la representante personal para Cuba, Christine Chanet, de la alta comisionada Louise Arbour.
Fuentes oficiales indicaron el viernes que la visita "se inscribe en la voluntad cubana de reiniciar esta modalidad de cooperación con los mecanismos universales y no discriminatorios de Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos".
"En general, Cuba tiene una excelente relación con la ONU y quiere participar igual que los demás países en el Consejo de Derechos Humanos", dijo a IPS la coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en esta nación caribeña, Susan McDade.
Chanet había recibido el mandato de dar seguimiento a Cuba en 2002, pero su misión fue rechazada por las autoridades cubanas, bajo el argumento de que se trataba de una maniobra impuesta por Estados Unidos.
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La cuestión de los derechos humanos ha sido durante años motivo de duros enfrentamientos entre las delegaciones de La Habana y Washington en Ginebra, sede anual de las sesiones de la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de la ONU, sustituida desde 2006 por el Consejo. Cuba figura actualmente entre los 47 miembros del Consejo, en tanto Estados Unidos se abstuvo de postularse a un asiento en el máximo organismo de derechos humanos del foro mundial.
El viaje de Ziegler coincide con la votación, el martes 30, por decimosexta ocasión, de una resolución contra el bloqueo que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde 1962. Según esa moción, las restricciones han causado a la economía cubana daños por más de 89.000 millones de dólares en más de cuatro décadas.
El relator Ziegler dijo que uno de los objetivos de su viaje es conocer cómo ha hecho un país "bloqueado" para respetar el derecho a la alimentación. También ha mencionado a Cuba, junto con Brasil y Venezuela, entre los países con programas "interesantes" en esa materia.
McDade recordó que aun bajo el embargo, Estados Unidos es una importante fuente de alimentos importados por Cuba. "Es una situación perversa porque, al mismo tiempo, el embargo implica limitaciones para la compra de fertilizantes, semillas, herramientas y otros insumos necesarios para la producción" alimentaria, señaló.
Una ley estadounidense de 2000 permite las ventas de productos agrícolas a Cuba, pero se realizan al contado y bajo estrictas regulaciones que elevan los costos. En 2006 esas restricciones provocaron gastos extraordinarios de casi 63 millones de dólares, según cálculos de Igor Montero, vicepresidente de Alimport, empresa cubana importadora de alimentos.
De acuerdo con datos oficiales, Cuba gasta actualmente unos 1.000 millones de dólares anuales para asegurar a cada ciudadano una canasta básica a precios subsidiados, que se distribuye mediante cartilla de racionamiento y es independiente de los ingresos personales.
Tal modo de distribución satisfacía las necesidades básicas de la familia hasta los años 80 del siglo XX, pero actualmente no alcanza para más allá de 10 ó 12 días del mes, de acuerdo con varias investigaciones. No obstante, el acceso a esa cuota alimenticia es un derecho garantizado a todo ciudadano.
Además, existen dietas especiales para grupos vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, madres lactantes con alto requerimiento adicional y enfermos con diferentes patologías, según el documento marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba.
La agenda de Ziegler incluirá recorridos por varias provincias, encuentros con dirigentes cubanos y visitas a proyectos y programas que se llevan a cabo en la nación anfitriona para asegurar la alimentación "de todos los ciudadanos", indicó el diario oficial Granma en su edición del viernes.
"En el debate internacional sobre el derecho a la alimentación, Cuba es uno de los países que siempre ha respaldado ese derecho y también ha apoyado el mandato del señor Ziegler. Creo que será una visita positiva", comentó McDade, también representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Ziegler considera "un desastre total" para quienes sufren hambre en el mundo el impulso a la producción de combustibles agrícolas, pues podrían quedar "a merced de los rápidos aumentos en el precio de la comida, la tierra o el agua".
También el presidente Fidel Castro, convaleciente desde hace 15 meses de una enfermedad grave, es un fuerte crítico de la destilación a gran escala de combustibles a partir de alimentos como el maíz o el azúcar, en desmedro de la producción alimentaria.
El viaje de Ziegler a Cuba es el primero en ocho años de un funcionario de alto rango del mecanismo político de la ONU. En 1999 visitaron La Habana los relatores especiales sobre la violencia contra la mujer y para el mercenarismo, también invitados por el gobierno.
En noviembre de 1994, el ecuatoriano José Ayala Lasso, primer alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, realizó una visita de cuatro días en la cual se entrevistó con Castro, cuyas funciones están a cargo de su hermano Raúl desde julio del año pasado.
La cooperación técnica para el desarrollo se ha ido profundizando y ampliando en los últimos años entre la ONU y La Habana, y se concentra especialmente en cinco áreas: desarrollo humano local, desastres naturales y riesgo, ambiente y energía, salud y seguridad alimentaria.