Autoridades de la Unión Europea (UE) mantienen silencio ante el nuevo intento de expropiación de aldeas palestinas a manos de Israel. Por eso, eurodiputados acusan de doble discurso a autoridades ejecutivas.
Representantes de la Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE, y de Portugal, país a cargo de la presidencia semestral rotativa del bloque, consideraron el estado del conflicto árabe-israelí el miércoles en Bruselas.
Pero en la ocasión no se refirieron directamente la orden de Israel de apropiarse de cuatro aldeas árabes ubicadas entre Jerusalén este y la oriental ciudad cisjordana de Jericó.
La reticencia mostrada por los funcionarios ejecutivos fastidió a algunos miembros del Parlamento Europeo, único órgano de la UE elegido por voto directo de la ciudadanía.
"Mientras los palestinos ven cómo se desvanece frente a sus ojos toda esperanza de que tener su propio estado, viable, ¿qué hará la UE?", preguntó a en el plenario el eurodiputado británico liberal Chris Davies.
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"Saben muy bien que no hará nada, salvo repetir algunos lugares comunes. No habrán acciones tangibles", se lamentó.
Davies calificó las declaraciones de la presidencia portuguesa acerca de la grave situación humanitaria en Gaza de "bobadas moralistas". También acusó a la UE de hipócrita por "exigir" a los palestinos que demuestren sus principios democráticos, en tanto sólo se lo "solicita" a Israel.
La Comisión Europea anunció en junio la existencia de un paquete de emergencia de unos 85 millones de dólares destinado a los palestinos de los territorios ocupados y a los refugiados en Líbano y Siria.
Pero no le corresponde a la UE destinar "el dinero de nuestros contribuyentes" al sustento de los civiles que sufren pobreza extrema en Gaza por responsabilidad israelí, replicó Davies.
"Gaza se volvió un campamento policial israelí. Israel debe hacerse responsable de la vida de las 1,5 millones de personas", sostuvo el eurodiputado.
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, informó que algunos proyectos de la UE en Gaza debieron suspenderse porque Israel prohibió la importación de suministros hospitalarios y bombas de agua.
Los intentos de ayuda humanitaria se vieron obstaculizados por la forma en que Israel cerró Karni, cruce fronterizo de vital importancia para la economía local, hace cuatro meses.
Aun así, la UE pudo asistir a unas 35.000 familias de Cisjordania y Gaza.
La comisaria europea también mostró "un optimismo cauteloso" en que la conferencia de paz que organizará Estados Unidos el mes que viene arroje resultados positivos.
Ferrero-Waldner aplaudió, además, la disposición de ese país a invitar a los líderes de Arabia Saudita y Siria a la reunión en Annapolis, en el oriental estado de Maryland.
El primer ministro israelí Ehud Olmert señaló su disconformidad con la participación de Siria y arguyó que prefiere que las negociaciones se concentren en las relaciones de Israel con Palestina, y no con Siria.
Por su parte, el presidente sirio Bachar Assad declaró que no concurrirá a la reunión a menos que la agenda incluya la cuestión de las Alturas del Golán, estratégica meseta ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967 y que desde entonces Siria reclama su devolución.
El ministro de Relaciones Europeos de Portugal, Manuel Lobo Antunes, arguyó que agravar la pobreza en los territorios ocupados era "radicalizar" a los jóvenes, y añadió, es crear un "círculo vicioso que debemos romper".
Olmert y Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, están "dando pasos de valor y alentadores" con vistas a iniciar un diálogo, añadió.
Pero la eurodiputada italiana de izquierda Luisa Morgantini consideró que Olmert debe levantar el bloqueo a Gaza. "Eso sería actuar con valentía", apuntó.
La Franja de Gaza, bajo control del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) desde que, en junio, sus fuerzas desplazaron a combatientes leales al presidente palestino, del más moderado partido Fatah, ha sido sometida a un severo embargo económico a manos de Israel y Estados Unidos.
Respecto a la confiscación de los territorios entre Jerusalén este y Jericó, Morgantini opinó que la "UE debe rechazar ese castigo colectivo que Israel le infligió a los palestinos".
La eurodiputada danesa Margarete Auken, de Los Verdes, arguyó que la decisión de la UE de congelar los contactos con Hamas, tras la mayoría que obtuvo en las elecciones legislativas de 2006, demostró "el doble discurso y la incompetencia" de bloque.
"Israel cerró las fronteras con Gaza e imposibilitó toda actividad de tipo económica", señaló Auken.
"No se puede separar la cuestión económica de la política. Deben levantarse los asentamientos israelíes, de lo contrario nunca habrá paz. Palestinos veteranos reiteran las advertencias de que sus jóvenes conciudadanos nunca vivirán en paz junto a los israelíes si los consideran como soldados que exterminaron a sus padres", apuntó.
El conservador británico Charles Tannock fue uno de los pocos eurodiputados que defendió a Israel.
La UE colocó a Hamas en una lista de organizaciones terroristas proscriptas, señaló Tannock, y advirtió que Israel "ha mantenido la compostura".
El socialista irlandés Proinsias De Rossa acusó a Tannock de hacerle un favor "a Israel al apoyar de forma incondicional sus acciones ilegales".
La última usurpación de territorio de Israel atenta contra la hoja de ruta, como se llama al plan de paz impulsado en 2003 por el llamado Cuarteto (instancia de mediación integrado por la UE, Estados Unidos, Rusia y la Organización de las Naciones Unidas), arguyó De Rossa.
Por su parte, la francesa Hélène Flautre, del Grupo Verde, expresó su frustración por "las incursiones asesinas diarias de Israel y por que, pese a ello, todavía hay representantes en el Parlamento Europeo que niegan que Israel sea una potencia ocupante".
"Debemos insistir en que Israel levante el bloqueo a la Franja de Gaza lo antes posible", dijo a los gobiernos del bloque y a su órgano ejecutivo. "¿Qué medidas adoptarán para obligar a Israel a respectar sus obligaciones?".