DERECHOS HUMANOS: Tráfico de personas en alza

Los gobiernos de la Unión Europea (EU) fueron exhortados a crear unidades especiales articuladas de investigación y lucha contra el tráfico humano, un negocio ilícito que adquirió en los últimos años dimensiones pecuniarias comparables al comercio de drogas y de armas.

La Conferencia sobre Tráfico de Seres Humanos y Género, realizada por iniciativa de la presidencia semestral de la EU a cargo de Portugal durante dos días en Oporto, la capital de la Región Norte, concluyó en la víspera instando a los países a tomar medidas drásticas para apoyar a las víctimas del flagelo.

La llamada Declaración de Oporto, divulgada este miércoles, invita a los 27 estados miembro a acelerar la inclusión en sus ordenamientos jurídicos internos de las normas comunitarias sobre la incriminación del delito de tráfico de seres humanos.

Las zonas de origen del tráfico humanos son África, Europa oriental y sudoriental, los países que integraron la hoy disuelta Unión Soviética, América Latina y el Caribe, considerada una región donde también se da el fenómeno de tráfico interregional, mientras que las de destino preferenciales son Estados Unidos, Europa occidental, Israel, Japón, Tailandia y Turquía.

No existen datos precisos sobre el volumen de dinero envuelto en el tráfico ilegal de seres humanos en el mundo, pero se estima en cifras astronómicas, ya que tan solo en Portugal el "negocio" genera cada año 9.500 millones de dólares, según indicó el secretario de Estado de la presidencia del Consejo de Ministros luso, Jorge Lacão.

Si se proyecta esta cifra del pequeño Portugal, con 10,2 millones de habitantes, al resto de Europa y del mundo, este crimen tiene "un impacto económico comparable con el tráfico de armas y de droga", añadió Lacão.

Franco Frattini, vicepresidente de la Comisión Europea, garantizó que para esta institución, brazo ejecutivo de la UE con sede en Bruselas, la política no puede ser otra que "tolerancia cero para los criminales y protección total para las víctimas".

Este político italiano, que además de secundar al portugués José Manuel Durão Barroso en la presidencia de la Comisión se desempeña como comisario de Justicia, Libertad y Seguridad de la UE, expresó que "el mensaje es reforzar las políticas de combate al tráfico (de seres humanos), porque la respuesta ha sido débil".

Según Frattini, será necesario aumentar la investigación, adoptar modelos jurídicos adecuados e intercambiar información, "reforzando la cooperación dentro y fuera de la UE", para lo cual destacó la importancia de los roles que deben jugar las policías Internacional (Interpol) y Europea (Europol) .

"Es absolutamente imperioso apoyar a las víctimas, sobretodo cuando se trata de mujeres y niños", concluyó.

Por su parte, Lacão entiende que este universo siniestro se traduce en que, "según las estimativas de organizaciones internacionales, oscilan entre 800.000 y 1,2 millones de seres humanos traficados anualmente en el mundo, 80 por ciento de los cuales son mujeres, sobretodo para fines de explotación sexual, y la mitad en edad infantil".

La activista Sonia Valadares, que por varios años se ha dedicado a la defensa de mujeres y niños vulnerables en diversas organizaciones no gubernamentales, recordó a IPS que "el tráfico de seres humanos se ha convertido en un fenómeno de flujos de inmigrantes, que las autoridades definen de ilegales y las víctimas de indocumentados".

Estas personas "muchas veces no logran encontrar trabajo en fábricas, agricultura, comercio o servicio doméstico y así, como el hambre y las deudas no perdonan, son tomadas por ‘empresarios de la noche’ para actividades tales como el comercio sexual, incluido el infantil", explicó.

Las más vulnerables a los traficantes y proxenetas "son las mujeres, muchas veces de bajo nivel educativo, que para lograr llegar al país de su elección recurren a reclutadores en sus naciones de origen, ante los cuales contraen una deuda tan grande que la única manera de pagarla es sometiéndose a un tipo de ‘esclavitud moderna’ durante meses y hasta años".

Estas mujeres realizan diversos trabajos contra su voluntad hasta cubrir la suma requerida, que generalmente se eleva a varios miles de dólares.

Las cifras son variables: entrar a Estados Unidos desde China en forma ilegal puede costar unos 50.000 dólares, mientras que un viaje también fuera de las normas pero organizado de Marruecos a España o Portugal no supera los 500 dólares.

Sin embargo, el tráfico de personas no sólo se destina a "abastecer los mercado de Estados Unidos y de la UE", recordó la activista. A propósito, citó un caso ocurrido en Brasil el año pasado, cuando la policía "detuvo a mujer local y a dos surcoreanos que estaban convenciendo a varias muchachas para ir a trabajar a Seúl como prostitutas".

"El caso terminó bien, porque fue detenida toda una pandilla por la denuncia de la madre de una de las jóvenes, a la que se le había prometido pasaporte, dinero para el viaje y la seguridad de ganar 90 dólares por cada ‘atención al cliente’ realizada en Corea del Sur.

La técnica es idéntica o muy similar a la de otros traficantes, según relatos de varios participantes en la reunión de Oporto, a la que también asistieron especialistas de países que no forman parte de la UE.

Los delincuentes proporcionan pasaporte y dinero a las víctimas, muchas veces convencidas de que trabajarán como bailarinas, niñeras o hasta prostitutas, pero no en condición de esclavas sexuales. Pero los documentos les son retirados al llegar al país de destino y allí comienza el calvario.

Los traficantes ya cuentan con algunos "estudios especializados" de las preferencias de los receptores, trasformando a la mujer en un artículo que puede ser escogido en el mercado globalizado conforme al gusto del cliente.

El dueño de un club nocturno de los alrededores de Oporto, que ha trabajado en el sector en otros países de Europa y que pidió no ser identificado, dijo a IPS que "las reinas de la noche en España, Portugal, Italia y Suiza, son las brasileñas, pero en bares y discotecas de Alemania prefieren a las venezolanas".

Los casos que se registran en Portugal fueron analizados en la conferencia a modo de ejemplo, que de una u otra forma, presentan similitudes con el fenómeno en otros países.

Durante la reunión fue presentado el estudio denominado "Tráfico de Mujeres en Portugal para fines de explotación sexual", realizado por un equipo encabezado por Boaventura de Sousa Santos, profesor de sociología de la Universidad de Coimbra y un destacado activista del Foro Social Mundial, desde su fundación en enero de 2001 en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre.

El grupo coordinado por Sousa Santos y formado por Conceição Gomes, Magdalena Duarte y Maria Ioannis Baganha, apunta que las brasileñas continúan siendo las extranjeras más explotadas en Portugal para fines sexuales, seguidas de las africanas, destacándose entre ellas las nigerianas.

La superstición también juega un papel importante, que es aprovechado por los proxenetas. El estudio detalla casos de nigerianas que desean abandonar la prostitución, pero evitan hablar con la policía por miedo a brujerías ritualizadas por los traficantes contra ellas y sus familias.

Muchas veces, las brasileñas que aceptan venir a Portugal a trabajar como prostitutas han terminado por asumir "el papel de reclutadoras, de explotadoras o hasta de controladoras de los movimientos de las víctimas", también se indica en el documento.

Gran parte de las "mafias del Este", como se les llama a los delincuentes organizados de los países ex socialistas de Europa oriental que se destacaron en Portugal a fines de la década de 1990 e inicios de este siglo, ya no tienen el mismo peso, debido sobretodo "al esfuerzo por erradicarlas realizado por la policía", añade el documento.

Por su parte, Lacão recalcó la importancia de "dedicar un apoyo especial a las víctimas de tráfico", para lo cual será menester ofrecer el alto nivel de protección que se debe dar a las personas en situación de riesgo "para que estén en condiciones de enfrentar a las organizaciones criminales de que fueron blanco".

Entre las medidas propuestas por el secretario de Estado se destacan la prolongación del visado de permanencia en el país y la creación de "casas-refugio" para las víctimas extranjeras de tráfico humano.

Las recomendaciones de la Declaración de Oporto serán llevadas el 18 de este mes a la sede comunitaria de Bruselas, donde se propondrá promover un "Día Europeo de Combate al Tráfico de Seres Humanos".

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