El esfuerzo por hacer las medicinas accesibles para los pobres del mundo, especialmente en África, será el tema central de una reunión intergubernamental entre el 5 al 10 de noviembre en Ginebra.
Ésta buscará maneras de impedir que las patentes bloqueen el acceso a los fármacos.
En un acuerdo anunciado el 23 de este mes, los gobiernos de la Unión Europea (UE) quedaron en libertad hacer disponibles versiones genéricas de medicamentos patentados para exportar a países pobres que carecen de sus propias plantas para fabricarlos.
La semana próxima, el Grupo de Trabajo Intergubernamental (IGWG, por sus siglas en inglés) sobre salud pública, innovación y derechos de propiedad intelectual se reunirá en Ginebra para elaborar un plan de acción.
Esto ocurre luego de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe 2006, alertara que las patentes seguirán siendo invocadas por los laboratorios, privando a los pobres de fármacos que pueden salvar vidas, si no se aclaraban ciertos puntos.
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La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras instó a la UE a adoptar un papel activo a la hora de elaborar este proyecto.
En la decisión de la semana pasada, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, se comprometió a no poner obstáculos a ninguno de sus 27 estados miembro si ellos decidían producir fármacos genéricos como alternativas más baratas a las medicinas patentadas. Estas últimas normalmente son demasiado caras para la vasta mayoría de los habitantes de los países pobres.
El acuerdo fue alcanzado entre miembros del Parlamento Europeo y representantes de los gobiernos de la UE y de la Comisión. Permitirá que el bloque ratifique una decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) oficialmente diseñada para aumentar el suministro de medicinas a los países pobres.
La decisión dará efecto permanente a una exoneración de acuerdos de 2003 sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (Trips, por sus siglas en inglés).
La exención fue diseñada para permitir que los países pobres, que carecen de capacidad de producción para abordar las emergencias de salud pública, importen versiones genéricas baratas de medicamentos patentados producidos bajo una licencia obligatoria.
La decisión de la UE fue tomada originalmente en diciembre de 2005, pero los parlamentarios se negaron a aprobarla hasta que obtuviera concesiones de los otros órganos principales de la UE.
Como parte del acuerdo, la Comisión también se comprometió a no insertar ninguna disposición sobre propiedad intelectual específicamente relacionada con las firmas farmacéuticas en los Acuerdos de Asociación Económica (EPA, por sus siglas en inglés), que actualmente son negociados con los casi 80 países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP).
Aunque los activistas por el acceso a los medicamentos han aplaudido el acuerdo, destacan que también se deben tomar otras medidas si se quiere reducir la severa escasez de fármacos esenciales en África.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculó que en 2005 había 25,8 millones de personas con VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) en África subsahariana.
En Etiopía, Ghana, Lesotho, Mozambique, Nigeria, Tanzania y Zimbabwe, 90 por ciento de quienes necesitan medicamentos antirretrovirales para tratar el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) podrían no obtenerlos.
El precio es un factor importante detrás de la falta de acceso. La competencia de los genéricos ayudó a reducir el precio de un suministro anual de antirretrovirales a 99 dólares por persona, que seis años antes era de 15.000 dólares.
Sin embargo, los "tratamientos de segunda línea", que necesitan las personas que desarrollaron una resistencia a su receta previa, a menudo son varias veces más caras que las medicinas más antiguas en África.
"Ganamos esta batalla, demostrando que es crucial que el Parlamento esté unido", dijo el liberal italiano Gianluca Susta, uno de los europarlamentarios que negoció el acuerdo.
"Sin embargo, la lucha real por el acceso a las medicinas contra el VIH/sida todavía no terminó. La burocracia y la reticencia de los países industrializados a menudo son un impedimento importante. Estoy seguro de que habrá otras ocasiones en que tengamos que volver a esto y reafirmar nuestra posición", señaló Susta.
Pese a las garantías dadas por la Comisión Europea en cuanto a que no insertará en los EPA disposiciones adversas a la salud pública, continúan las preocupaciones sobre otras cláusulas relacionadas con la propiedad intelectual contenidas en bocetos de los acuerdos preparados por funcionarios de la UE.
Actualmente, en las negociaciones de los EPA, muchos países africanos no están centrados en la propiedad intelectual, dado que la Comisión revisó un plan para completar acuerdos exhaustivos a fines de este año.
El 22 de octubre, la Comisión señaló que los EPA firmados durante 2007 principalmente estarán limitados al comercio de bienes, dejando la discusión sobre otros temas para una fecha posterior.
Los analistas cuestionan por qué algunas de las cláusulas sobre propiedad intelectual sugeridas por la Comisión para los EPA son casi idénticas a las disposiciones en la ley de la UE. Algunos sostienen que aplicar reglas estrictas en esta área no conducirá al desarrollo industrial en África.
"Realmente no es necesario incluir disposiciones sobre propiedad intelectual", dijo Fleur Claessens, del no gubernamental Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sustentable en Ginebra.
"Nos gustaría dejarlas fuera del debate sobre los EPA", agregó.
Pero un diplomático africano involucrado en las negociaciones dijo creer que se necesitan normas de derechos de autor mejores que las que se aplican ahora. "Nadie quiere desobedecer totalmente las reglas sobre propiedad intelectual", expresó el diplomático, que pidió no revelar su identidad.
"Si un inventor aparece con un teléfono y ve una fotocopia del mismo al día siguiente, eso no es bueno. La clase de derechos sobre la propiedad intelectual que hay en Europa no será buena para nosotros. Lo que será bueno para nosotros es algo que decidamos nosotros mismos", dijo el diplomático.
Comentando ambos hechos, Alexandra Heumber, activista de Médicos Sin Fronteras, dijo a IPS que "desde un punto de vista político es realmente bueno que el Parlamento Europeo haya aceptado el acuerdo. Eso muestra que los europarlamentarios han estado muy comprometidos con el acceso a las medicinas".
"Por otro lado, la UE necesita cambiar el sistema, porque vemos que el sistema de patentes es insuficiente a la hora de proporcionar medicinas a los países en desarrollo. La UE debe adoptar una política pro-salud pública en el IGWG", sostuvo Heumber.