Una veintena de organizaciones latinoamericanas dedicadas a los cetáceos pidieron al Senado de Chile apoyo a su propuesta de crear un santuario ballenero en las aguas jurisdiccionales de este país antes de que sea sede de la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
"Esta propuesta se enmarca dentro de una iniciativa regional de conservación y uso no letal de cetáceos, que está promoviendo el bloque latinoamericano (comandado por el llamado Grupo de Buenos Aires) dentro de la CBI", explicó a IPS Bárbara Galletti, presidenta del no gubernamental Centro de Conservación Cetácea de Chile.
La solicitud se hizo este martes en una reunión que sostuvieron 23 representantes de organizaciones de investigación y conservación de cetáceos de América Latina con integrantes de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, en la sede del parlamento de Chile, en la ciudad puerto de Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.
Esta acción se suma a la carta enviada a la presidenta Michelle Bachelet la semana pasada por la Confederación de Pescadores Artesanales con los mismos fines.
Se busca "establecer en las aguas territoriales (12 millas) y zona económica exclusiva (188 millas restantes) de los países de la región un santuario para las ballenas, es decir, que se prohíba definitivamente la caza comercial y científica de las poblaciones de cetáceos" que las habitan, añadió la experta.
Galletti es una de las representantes de centros de conservación marina de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Uruguay y Venezuela que desde el lunes están reunidos en Santiago para coordinar acciones con miras a la 60 Reunión Anual de la CBI.
El próximo encuentro de la CBI se realizará entre el 23 y el 27 de junio de 2008 en la capital chilena. Desde su creación en 1946 por los países firmantes de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, será la tercera vez que se reúna en América Latina y la segunda, después de 23 años, en América del Sur.
En 1986, la CBI acordó una moratoria a la caza comercial de todas las especies de ballenas, contravenida sólo por Noruega, que sigue cazando con propósitos comerciales en sus aguas, mientras Islandia y Japón mantienen esa práctica alegando fines científicos.
La CBI está integrada por 78 países. En la reunión de mayo de este año, en Alaska, el bloque latinoamericano estuvo compuesto por Argentina, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú, que representan 12,9 por ciento del total de votos.
México, a través de un decreto presidencial, y Panamá, mediante una ley, ya decretaron santuarios balleneros en sus aguas. "Argentina y Brasil cuentan con legislaciones que prohíben la caza comercial y científica y el acoso intencional hacia los mamíferos marinos", puntualizó Galletti.
En Chile solo existe una medida de administración pesquera de carácter temporal que establece una veda extractiva hasta 2025. De concretarse el proyecto, el santuario chileno sería de 5,4 millones de kilómetros cuadrados.
"Este sería el primer paso para avanzar en una política de conservación y uso no letal de mamíferos marinos", que implica planes de recuperación de especies amenazadas, establecimiento de áreas marinas protegidas y fomento al turismo de avistamiento de ballenas, entre otras acciones, detalló la experta.
"América Latina es el área con mayor potencial para el desarrollo de actividades de uso no letal de cetáceos, porque tiene una importante presencia de animales, ha aumentado considerablemente en los últimos años el conocimiento sobre esas poblaciones y tiene estabilidad política y social que permite el ingreso de turistas a la región", añadió.
A la cita en el parlamento también concurrió la ministra del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, el coordinador nacional del proyecto GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial) de Áreas Marinas y Costeras Protegidas de Múltiples Usos, Roberto de Andrade, y el director de Medio Ambiente, Asuntos Marinos y Antárticos de la cancillería, embajador Cristián Maqueira.
En el encuentro, al que asistió IPS, se valoró la iniciativa no gubernamental porque va en la dirección de alinear la política exterior conservacionista asumida por Chile en materia ballenera con su estrategia interna de protección de estas especies.
No obstante, las autoridades se mostraron cautas a la hora de dar respuestas concretas.
"Cuando se crea un santuario ballenero a nivel internacional, que a nosotros nos interesa porque entendemos que desde el punto de vista ambiental solo genera beneficios, se toman decisiones de Estado que hay analizar desde todo punto de vista, no solo ambiental", dijo Uriarte a IPS a la salida del encuentro.
"Desde el punto de vista de la ministra, (el proyecto) tiene toda mi venia y aquiescencia, cuenta con mi voto favorable", acotó la funcionaria, desligando la responsabilidad en la cartera de Relaciones Exteriores.
Según datos entregados por Uriarte, de las 83 especies de cetáceos registradas en el mundo, 50 se encuentran en el Hemisferio Sur y 41 en Chile, entre ellas la ballena azul (Balaenoptera musculus).
"Obviamente que hay una buena acogida (a la propuesta) porque está en consonancia con la política conservacionista que ha seguido Chile en materia ballenera", dijo a IPS el embajador Maqueira.
"Pero cuando tú tomas una medida de este tipo dedicada a una especie exclusiva hay que tener mucho cuidado en la forma que lo haces, los detalles, cómo lo defines y qué consecuencias tiene esto, porque hay distintos niveles de actividad pesquera en Chile", indicó.
"Es un problema de rigor en la definición. No es un problema de fondo", remarcó Maqueira, aunque adelantó "un gran debate" interno sobre los aspectos de derecho internacional involucrados. No se aventuró a dar plazos.
Durante su exposición, dejó entrever que la actual disputa que mantienen Chile y Perú por los límites marítimos comunes en el océano Pacífico, que el gobierno peruano de Alan García llevará al Corte Internacional de Justicia en noviembre, también será parte de la discusión.
La Comisión de Medio Ambiente del Senado chileno se comprometió a firmar un proyecto de acuerdo para solicitar la declaración del santuario al Poder Ejecutivo.
En la misma reunión, algunos representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) llamaron a las autoridades chilenas a jugar un rol más activo contra la postura japonesa en la CBI. "Chile se ha opuesto siempre a las iniciativas de Japón, que estimamos socavan los pilares esenciales del funcionamiento de la Comisión Ballenera y lo vamos a seguir haciendo", indicó Maqueira.
"También hay que pensar que esta es una organización que está paralizada, pues está dividida en dos bandos, los conservacionistas (con 55 por ciento de los votos) y los balleneros (45 por ciento de los votos)", por lo que la clave es reflexionar sobre el futuro de la CBI, indicó el funcionario.
Según los cálculos de las ONG, el reingreso de Uruguay, vigente desde septiembre de este año, la incorporación de Colombia y el posible retorno de Venezuela podrían aumentar a 18,8 por ciento la representación del bloque latinoamericano en la CBI.
"El bloque latinoamericano se ha convertido en estratégico para cualquier resolución que se quiera adoptar en la CBI", dijo a IPS Beatriz Bugeda, del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW) de México, que auspició la reunión de coordinación de las ONG en Santiago.
"Uno de los temas de vital importancia para la región que se tratará en la próxima reunión de la CBI es la propuesta de crear un santuario en el Atlántico Sur presentada por Argentina y Brasil", concluyó.