La dimensión marítima de los grandes desafíos que afronta la Unión Europea (UE) en materia de ambiente, energía y de creación de empleos convierten en prioritaria la adopción de una política común integrada, que permita la gestión eficiente y sostenible de los recursos.
Los gobernantes de los 27 países miembros de la UE, así como de Islandia y Noruega, coincidieron con estas prioridades expresadas en el programa de la presidencia semestral comunitaria portuguesa durante la Conferencia Ministerial sobre Política Marítima, celebrada este lunes en Lisboa. En la reunión participaron también José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, el comisario de las Pescas y Asuntos Marítimos, Joe Borg, y el presidente del Comité de las Regiones, Michel Delebarre.
El primer ministro portugués, José Sócrates, inauguró el encuentro en su calidad de presidente de turno del bloque, haciendo hincapié en la necesidad de desarrollar una política integrada marítima con beneficios económicos, ambientales y de seguridad, lo que exige fijar una frontera externa común en mares y océanos de la UE. "Los riesgos son hoy cada vez más difusos y por eso tenemos que desarrollar sistemas de coordinación, de prevención, de regulación y de preservación de los recursos marítimos", apuntó el gobernante socialista lusitano.
Sócrates, quien durante el gobierno del socialista Antonio Guterres (1995-2002) se desempeñó como ministro de Ambiente, sostuvo que la UE sólo puede responder con eficacia al desafió "si ordenamos el territorio marítimo, administramos de forma integrada las zonas costeras y construimos una frontera externa común".
El desafío del progreso de esta dimensión "es en primer lugar económico, ya que se liga directamente con los transportes marítimos, con la actividad portuaria, la construcción, las pescas, el turismo, los recursos marinos, la biotecnología y con las energías renovable", añadió.
Subrayó que en la UE "estas actividades representan una poderosa tajada de su economía y por eso son factores de afirmación mundial de su protagonismo económico, siendo al mismo tiempo fuentes de una cadena de empleos directos e indirectos".
En efecto, la gestión de 1.200 puertos y otras actividades relacionadas con el mar, representan cinco millones de puestos de trabajo en la UE, razón que explica la apuesta en los transportes marítimos, prioritaria en la estrategia del bloque para impulsar el crecimiento económico.
Con la ampliación a Rumania y Bulgaria el 1 de enero pasado, la UE pasó a contar con cerca de 70.000 kilómetros de costa, abarcando seis mares y océanos, que bañan el continente y las regiones de archipiélagos e islas de los llamados territorios ultra-periféricos.
La mitad de sus 500 millones de habitantes viven a menos de 50 kilómetros de la costa y las industrias y servicios relacionados con el mar fluctúan entre aportar tres y cinco por ciento del producto interno bruto de la UE, cifras que han convencido también a los países sin mar a que el desarrollo de una política marítima integrada es esencial para todos.
A estas convincentes cifras divulgadas por Bruselas, Sócrates unió el desafío ambiental que es colocado por las políticas de integración marítimas de la UE, porque "el mar tiene una importante función reguladora del clima y es por eso que Europa lidera mundialmente el esfuerzo de mitigación de los efectos del calentamiento global", apuntó.
Para realizar estas políticas, será necesario realizar "una fuerte inversión en el conocimiento, en la investigación y en la innovación marina", incluyendo la biotecnología marítima aplicada a la salud, que "presenta un enorme potencial de desarrollo".
El presidente en ejercicio de la EU recalcó también en la importancia de "la constitución de redes de observación, de manejo de dados y de investigación marina para la gestión y preservación de los recursos marítimos y de la biodiversidad".
La propuesta de política marítima común fue presentada el 10 de este mes por la Comisión Europea, en un documento que prevé medidas concretas, tales como la formación de una red integrada de vigilancia marítima y la prohibición de prácticas destructivas de pesca de arrastre en el fundo del alto mar. Por su parte, Durão Barroso estimo que "no hay tiempo que perder" en el combate contra la degradación marítima y advirtió que Bruselas podrá tomar "medidas adicionales" si las actuales no fuesen suficientes, porque "el ambiente de nuestros mares y océanos continúa deteriorándose con el incremento de la actividad económica".
Tras recalcar que la política de la UE promueve la pesca sustentable, advirtió que no hay que subestimar la dimensión del fenómeno de las faenas ilegales, ante las cuales "la semana pasada, la Comisión tomó medidas contra las prácticas de pesca destructiva y de pesca pirata".
La pesca ilegal, según reveló el presidente de la Comisión, "representa volúmenes mucho mayores a los del conjunto de la pesca legal en la UE"
Al concluir su intervención ante los ministros, Durão Barroso subrayó que será necesario recurrir cada vez más al transporte marítimo, con puertos más eficaces, ya que "cerca de 90 por ciento del comercio externo de la UE circula por la compleja red logística marítima".
En una rueda de prensa conclusiva del encuentro, el secretario de Estado portugués de Asuntos del Mar, João Mira Gomes, y el comisario Borg explicaron que las propuestas de desarrollo de acciones aprobadas en la conferencia ministerial de este lunes serán presentadas en la cumbre jefes de Estado y de gobierno de la UE, que se realizará en diciembre en Bruselas.
Mira Gomes espera que estas conclusiones constituyan una base sólida para edificar una política marítima efectiva para la EU en el Siglo XXI, "con medidas concretas y controvertidas", que serán aplicadas en 2008, durante las presidencias de Eslovenia en el primer semestre y de Francia en el segundo.
Por su parte, Borg respondió a IPS que "es urgente avanzar, pero hay que hacerlo en el marco de un sistema amplio de consultas con todos los involucrados, a nivel local, nacional y europeo, donde los temas ambientales no deben ser abordados en forma individual, sin tomar en cuenta los impactos".
La demora en la tomada de posiciones en la UE fue explicada por Borg debido a que "éstas son decisiones conjuntas. Todos sabemos que es necesaria una mejor coordinación, pero para eso, los países se deben organizar". "Avanzamos, pero con un sistema amplio de consultas", acotó.
Para la Comisión, "la coordinación es crucial si se desea tener éxito en los asuntos relacionados con el mar, porque estos deben ser vistos a nivel horizontal, entre los varios sectores involucrados, en especial a nivel de la investigación, creando una red de redes para no duplicar esfuerzos".
Los temas ambientales "no deben ser abordados en forma individual, sin tomar en cuenta el impacto en los transportes, las pescas, la energía", porque eso afecta a los puestos de trabajo y al desarrollo industrial, opinó el Comisario.
Sin embargo, Borg concluyó observando que, "por otro lado, en especial los proyectos de infraestructuras o energéticos, tampoco pueden ser ejecutados en forma individual, sin tener en cuenta el ambiente".