Todo está listo. Se trata de unos 20.000 objetos, entre manuscritos corregidos, fotografías, cartas personales, retratos y libros inhallables en comercios del célebre escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986). Sólo falta el lugar donde la Secretaría de Cultura prometió abrir el museo.
"Es uno de los mejores escritores de la literatura universal y cuando han pasado 21 años de su muerte Buenos Aires no cuenta aún con un lugar que contenga y muestre la obra que nos ha legado en toda su dimensión", explicó a IPS Alejandro Vaccaro, autor de "Borges. Vida y Literatura" y uno de los impulsores del proyecto.
Vaccaro es presidente de la Asociación Borgesiana de Buenos Aires, integrada por expertos en la obra del creador de "El Aleph". La entidad es dueña de la colección que nutrirá el museo. La idea es crear también un centro de estudios y documentación, un lugar para cursos sobre su obra y un fondo editorial, precisó.
El conjunto de objetos fue presentado ya por la asociación en la Biblioteca de Alejandría, en Egipto, a mediados de 2006, en ocasión del vigésimo aniversario de la muerte del escritor ganador en 1980 del Premio Nacional de Literatura Miguel de Cervantes, el mayor reconocimiento de literatura en lengua española.
"El museo es una deuda que tenemos los argentinos con Borges", sostuvo Vaccaro. "Cientos de turistas que vienen a Buenos Aires del exterior o del interior del país buscan afanosamente un lugar donde saciar la curiosidad que este hombre despierta y recorren sitios que son símbolos de su literatura", remarcó.
En la capital argentina hay varios circuitos turísticos por los sitios que frecuentaba Borges. Los barrios que caminó, las calles y lugares que inspiraron sus trabajos, las casas en las que vivió, los bares y librerías donde pasaba las horas, son objeto de culto para sus lectores de todo el mundo.
En 1995 se inauguró el Centro Cultural Borges en un sector de la Galerías Pacífico, un edificio construido en el siglo XIX en el centro de la ciudad. Pero se trata de un espacio para la realización de muestras plásticas, música, danza, cine, teatro, videos no necesariamente vinculados al autor de "Fervor de Buenos Aires".
El proyectado museo tendría un ambiente que recree la austera habitación de Borges en su apartamento de la céntrica calle Maipú. Allí vivió la mayor parte de su vida, junto a su madre, Leonor Acevedo, y la empleada, Epifanía Uveda de Robledo, cuenta Vaccaro. Se podrán ver fotografías y retratos del escritor de célebres pintores.
También habrá traducciones de sus libros a más de 25 idiomas, cartas de su madre, con la que vivió hasta que ella murió en 1975 a los 99 años, y también de su hermana, Norah. Se verán fotografías y documentos personales como su pasaporte o su libreta de matrimonio con Elsa Astete, con quien estuvo casado de 1967 a 1970.
Pero para los que conocen su obra, sin dudas los documentos más reveladores son los manuscritos en los que el autor deja ver las tachaduras y correcciones de poemas y cuentos, o los ejemplares de libros inhallables que él mismo se negó a reeditar como "Inquisiciones" o "El tamaño de mi esperanza".
La secretaría de Cultura de la Nación apoyó la iniciativa y ofreció un edificio construido en 1746 por la orden católica Compañía de Jesús, ubicado en San Telmo, en el casco histórico de ese primer barrio que tuvo Buenos Aires. La construcción es una de las más antiguas de la ciudad, situada a metros de la plaza Dorrego.
El lugar fue sucesivamente residencia de los jesuitas, hospital, asilo de ancianos, curtiembre y cárcel de mujeres hasta 1978. Ese año el presidio fue trasladado fuera de la ciudad y se abrió allí la Academia Superior de Estudios Penitenciarios y el Museo de la Penitenciaría. Pero las gestiones para el traslado se demoran.
El director de ese museo, Horacio Benegas, dijo a IPS que "ama" a Borges, pero que está "dolido" por el proyecto. Si bien admitió desconocer con certeza si se cambiará un museo por otro o si se utilizará para el de Borges el área de la academia, consideró que el escritor "no tiene nada que ver con este lugar".
Para Benegas, el edificio tiene sí un importante valor histórico y por su ubicación recibe una visita promedio de 350 personas por domingo. Lo ideal, a su juicio, sería que ubiquen el museo del escritor donde funciona la academia, sin trasladar el del Servicio Penitenciario Federal.
"El lugar es perfecto y la idea de cederlo fue del secretario de Cultura, José Nun", aclaró Vacaro. El funcionario prometió incluso que aceleraría las gestiones que realiza el Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado, que es el encargado de definir el asunto.
Respecto de María Kodama, la viuda de Borges, Vaccaro cree que no puede haber objeciones al museo.
Kodama fue secretaria del escritor desde 1975 y se casó con él en 1986, un mes antes de que muriera en Ginebra. "Ella es heredera de los derechos de su obra, pero nosotros no pensamos publicar sus libros", subrayó.
Las relaciones entre Kodama y Vaccaro no son buenas. El biógrafo de Borges estuvo muy cerca de Uveda, más conocida como "Fanny", quien fue la empleada de la familia Borges y la mujer que cuidó del escritor y de su madre por más de 35 años.
A partir de sus conversaciones con Fanny, Vaccaro escribió "El señor Borges".
En esa obra se indica que, poco antes de morir, el escritor cambió su testamento original, en el cual dejaba la mitad de sus bienes a Fanny, por otro que desviaba ese patrimonio a Kodama. La empleada fue despedida y acusada por la viuda de llevarse trastos de cocina y una foto de su empleador.