HONDURAS-NICARAGUA: A prueba por huracán Félix

El huracán Félix atraviesa este martes las zonas nororientales de Nicaragua y el sudeste de Honduras con vientos de entre 120 y 195 kilómetros por hora, tras haber tocado tierra con su máxima potencia.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos anunció que Félix era de categoría tres y se desplazaba hacia el oeste a una velocidad de 24 kilómetros por hora. Cuando ingresó a Nicaragua, a la hora 06:00 de este martes (12:00 GMT), en la nororiental zona de Puerto Cabezas, tenía vientos de 260 kilómetros por hora y se encontraba en el grado cinco, máximo en la escala Saffir-Simpson.

El presidente Daniel Ortega declaró en alerta roja la zona de Puerto Cabezas, desde donde hay reportes de gran destrucción, y anunció que coordinaba acciones con su par de Honduras, Manuel Zelaya, para evacuar conjuntamente a la población afectada en la franja fronteriza y costera común.

En Honduras, las primeras lluvias de Félix se sintieron este martes de madrugada en la región sureña de La Mosquitia, si bien era esperado al norte de esa región. Los meteorólogos estiman que continuará perdiendo fuerza en las siguientes 24 horas mientras se desplace por zonas montañosas de América Central.

De momento, seis de los 18 departamentos de Honduras se mantienen en alerta roja: La Mosquitia, Colón, Atlántida, Cortés, Yoro y Olancho, en el atlántico, norte y nororiente del país.

Marcos Burgos, comisionado de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), dijo a IPS que "todo apunta que el fenómeno va a abarcar casi todo el territorio nacional, y hemos decretado alerta amarilla en los departamentos de El Paraíso (oriente), Comayagua y Francisco Morazán (región central), Choluteca y Valles (en el sur) e Islas de la Bahía", en el Caribe.

En la zona central, la mayor preocupación se centra en Tegucigalpa, donde la presencia del fenómeno es esperada en la medianoche de este martes. El gobierno local de la capital decretó alerta roja y comenzó a evacuar a los habitantes de unos 24 barrios en alto riesgo de sufrir severas inundaciones.

En Nicaragua, los primeros estragos de Félix se ven en Puerto Cabezas, donde más de 1.500 familias fueron evacuadas y los vientos destruyeron techos de viviendas, albergues y hospitales e interrumpieron el servicio de electricidad.

El Sistema Nacional de Prevención de Desastres, que incluye a varias instituciones estatales, y el Centro de Operaciones de Desastre de la Defensa Civil del Ejército de Nicaragua, anunciaron que evacuarían unas 25.000 personas en la Región Autónoma del Atlántico Norte, que tiene unos 150.000 habitantes, la mayoría indígenas misquitos, muchos de los cuales se niegan a ser evacuados.

El Director del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, Alejandro Rodríguez, indicó que si bien Félix es más pequeño que el huracán Mitch de 1998, avanza a una velocidad que le permite acumular fuerza y abundantes lluvias, por lo que los deslizamientos de tierras, ya reportados en varias zonas, pueden ser frecuentes.

Mitch, de categoría cinco, asoló la región centroamericana en octubre de 1998, dejando unos 11.000 muertos, 7.000 en Honduras y más de 3.000 en Nicaragua, y miles de millones de dólares en pérdidas.

Casi una década después, estas dos naciones están otra vez a prueba ante un desastre natural.

Tanto en Nicaragua como en Honduras, los gobiernos han organizado brigadas de rescate, albergues, centros de acopio para generar información, al tiempo que se han reunido con la cooperación internacional para definir mecanismos de asistencia antes, durante y después de la emergencia.

Si se cumple la trayectoria proyectada de Félix en Nicaragua, las zonas más afectadas incluirán las comunidades indígenas de Bilwi, Sandy Bay, Cabo Gracias a Dios, el río Coco, Cum Cum y Wismona que, en conjunto, abarcan a unas 50.000 personas, según el coronel Mario Pérez Cassar, de la Defensa Civil.

En Honduras, miles de personas de la costa norte han sido evacuadas y se cerraron cuatro de los cinco principales aeropuertos. Según el comisionado Burgos, si bien existe una capacidad de respuesta satisfactoria de las comunidades y los gobiernos locales, "debo reconocer que carecemos de refugios adecuados para la época de huracanes".

El presidente Zelaya, en rueda de prensa este martes sostuvo que "esperamos que el fenómeno pierda fuerza una vez que se adentre en las montañas nicaragüenses y nos llegue al mediodía algo debilitado, aunque caerá mucha cantidad de agua".

En ambas naciones, la población se lanzó de lleno a las calles para abastecerse de víveres, linternas y alimentos en los supermercados. En Honduras, largas filas de vehículos se formaron en las gasolineras, mientras las universidades suspendieron sus clases, medida que también tomaron las escuelas primarias y medias, pero sólo en las zonas de alerta roja y amarilla.

* Con aportes de José Adán Silva (Managua).

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