En vísperas de las elecciones legislativas anticipadas de este domingo en Ucrania, todo indica que las disputas de los últimos meses no cesarán, sea cual fuere el resultado.
Los encuestadores pronostican que el Partido de las Regiones del primer ministro Viktor Yanukovich prevalecerá, seguido de dos fuerzas prooccidentales: el Bloque Yuliya Timoshenko y Nuestra Ucrania, del presidente Viktor Yushchenko, aliado a Autodefensa del Pueblo, del ex ministro del Interior Yuriy Lutsenko.
Pero las consecuencias políticas dependerán mucho de la votación de las fuerzas políticas menores y de las alianzas que se forjen luego del cierre de las urnas.
Los sondeos sugieren que, al margen de las tres principales agrupaciones, sólo el Partido Comunista y el Bloque Lytvyn superarán la barrera de tres por ciento de los sufragios necesarios para tener representación en el parlamento.
Las fuerzas prooccidentales derrotaron al hoy primer ministro Yanukovich en la llamada "Revolución Naranja", revuelta popular ocurrida entre noviembre de 2004 y enero de 2005.
Los partidos "naranja" se comprometieron a no aliarse con el Partido de las Regiones, en tanto el primer ministro declaró su disposición a trabajar con cualquier opositor para gobernar.
El gobierno actual está en manos de una coalición encabeza por el Partido de las Regiones, aliado con el Partido Socialista y al Partido Comunista, creada en agosto de 2006 tras el fracaso de las fuerzas "naranja" en acordar el reparto del gabinete ministerial.
La crisis ucraniana comenzó el 2 de abril cuando el presidente Viktor Yushchenko, líder de Nuestra Ucrania, disolvió el parlamento y llamó a elecciones anticipadas. La decisión no fue respetada por la mayoría de los legisladores, favorables al gobierno del prorruso primer ministro Yanukovich.
El presidente acusó al gobierno de usurpar el poder tras el pasaje de numerosos legisladores de la oposición a la coalición gobernante.
La cantidad de diputados favorables al primer ministro se acercaba a 300 de los 450, lo que bastaría para concretar reformas constitucionales tendentes a debilitar el accionar del presidente y permitiría anular sus vetos a los actos legislativos.
La disolución del parlamento por parte de Yushchenko causó enfado entre abogados expertos en asuntos constitucionales. Se esperaba que la Corte Suprema dictaminara la legalidad del decreto.
Pero la destitución de varios jueces ordenada por Yushchenko y la "presión sin precedentes" que ambos grupos ejercieron sobre la Corte Suprema, según palabras del propio presidente del organismo, Vasyl Onopenko, contribuyó a paralizar el trabajo del alto tribunal.
En ese contexto de paralización, los bandos enfrentados acordaron realizar elecciones anticipadas el 30 de este mes afín de evitar la violencia.
El exceso de actos electorales es contraproducente para la política ucraniana, según Alexander Duleba, experta en asuntos de esa ex república soviética de la Asociación Eslovaca de Política Exterior.
"La mayoría de los ucranianos están cansados de tantas elecciones. El país esta sobrepolitizado y la población decepcionada de la situación", sostuvo Duleba.
Pero los analistas igual esperan una alta concurrencia a las urnas, de alrededor de 80 por ciento de los ciudadanos habilitados a sufragar.
La zona este industrial del país claramente respalda a Yanukovich y la occidental agraria se inclina por Nuestra Ucrania-Autodefensa del Pueblo, favorables a Yushchenko, o al Bloque Yuliya Timoshenko.
La incógnita está en el centro del país.
El primer ministro trata de atraer votantes aludiendo a la buena situación económica de la nación, pese a la inflación, y prometiendo una estabilidad que siempre contrasta con el constante regateo interno entre fuerzas "naranja".
La oposición, autoproclamada "movimiento patriótico y democrático", prometió gobernar con honestidad y "unir a la nación mediante un renacimiento espiritual", como reza la plataforma de Nuestra Ucrania-Autodefensa del Pueblo.
La agrupación incluyó entre sus principales promesas electorales la eliminación de la inmunidad de los parlamentarios, muchas veces acusados de escudarse en su cargo para realizar negocios sucios.
El Partido de las Regiones se apresuró a responder y propuso, además, quitar la inmunidad al jefe de Estado, llevando más lejos la iniciativa de la oposición.
Como era de esperar, aún hay signos de falta de unidad en filas opositoras.
Timoshenko volvió a referirse a la reprivatización de empresas, medida a la que se opone Yushchenko e inversionistas extranjeros, y prometió cancelar los acuerdos con Rusia, lo que llevaría al deterioro de las relaciones entre países vecinos de darse un triunfo "naranja".
Su propuesta de mayor repercusión es someter a referendo la Constitución y también si Ucrania debe ser una república parlamentaria o presidencialista.
Los desacuerdos en torno a la interpretación de la ley fundamental fueron señalados como responsables de la lucha de poder recurrente.
La Comisión Electoral Central y todas las fuerzas políticas, salvo su agrupación, sostuvieron que la propuesta supone un problema legal.
No pasó mucho tiempo antes de que Timoshenko acusara a altos dirigentes políticos, incluidos sus aliados, de confabularse en su contra.
Sin embargo, Yushchenko se mostró a favor de la iniciativa, pero propuso que se haga en unos meses. En tanto, el primer ministro declaró que antes debía crearse un grupo de trabajo conformado por representantes de los diferentes partidos y de todas las ramas de poder.
Yanukovich se apuró a responder a la iniciativa de Timoshenko y el 5 de este mes divulgó una propuesta que incluye varias iniciativas de carácter popular.
Entre ellas figura la declaración del ruso como lengua oficial, además del ucraniano, la creación de gobiernos locales y la neutralidad del país, la cual, de ser aprobada, pondría en peligro su incorporación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que aspiran las elites opositoras prooccidentales.
Las elecciones ucranianas no tuvieron mayores repercusiones en la comunidad internacional. Aunque parece claro que Occidente se inclina por Yushchenko y Rusia por Yanukovich.
Un millar de observadores de varias organizaciones e instituciones europeas y estadounidenses asistirán a los comicios. Tal como se preveía, surgieron acusaciones de fraude e irregularidades en el padrón electoral desde todo el espectro político.
Pero Duleba es optimista.
"No creo que haya fraude", dijo a IPS. "Los anteriores comicios de marzo de 2006 mostraron que el sistema es sólido y, desde ese punto de vista, Ucrania está mejor que otras repúblicas ex soviéticas."
No obstante, pueden surgir disputas tras conocerse los resultados, pues numerosos analistas previeron que la fuerza que pierda apelará ante la justicia.
Un impasse legal puede dar al presidente poderes totales.
La continua presencia del presidente en la prensa y su respaldo a las fuerzas "naranja" motivó críticas de la Comisión Electoral Central, según Yushchenko, motivada por cuestiones políticas.
Aunque numerosos observadores interpretan sus acciones como una temprana campaña presidencial.
Yushchenko, que había sido acusado de debilidad política, ahora trata de capitalizar sus últimas acciones de fuerza para construirse una imagen de líder fuerte y "padre de la nación", especuló Pavlo Vuyets, de la revista Fokus.
"Por supuesto, la actividad pública forma parte de la obligación del presidente y por eso la frontera entre ésta y su trabajo sobre potenciales votantes es extremadamente sutil", concluyó.