Las imágenes satelitales que registraron violaciones a los derechos humanos en la occidental región sudanesa de Darfur han abierto paso al uso generalizado de ese recurso con fines humanitarios.
El proyecto Darfur, realizado por Google Earth —un programa informático que permite ver en tres dimensiones casi cualquier punto del planeta, combinando imágenes de satélite, mapas y el motor de búsqueda de la empresa Google— abrió una nueva dimensión a las denuncias internacionales de crímenes contra la humanidad.
Los satélites mostraron este potencial por primera vez cuando el Departamento de Estado (cancillería) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) comenzaron a utilizar en 2004 imágenes de canales abiertos para poner al descubierto la violencia en Darfur.
Hasta entonces esas imágenes sólo podían rastrearse mediante satélites militares.
Pero ahora esa posibilidad está abierta a cualquiera.
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El Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos unió fuerzas con el servicio cartográfico de Google en abril para mostrar la violencia en la región sudanesa.
La iniciativa "Crisis en Darfur" permite a los internautas observar 1.600 aldeas y pueblos, antes y después de haber sufrido ataques, y escuchar testimonios recolectados por el museo y otras organizaciones en la frontera con Chad.
Según Google, su programa cuenta con más de 200 millones de usuarios.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que unas 400.000 personas han sido asesinadas en Darfur y más de 2,5 millones fueron desplazadas desde el inicio del conflicto en 2003.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó a fines de julio una resolución para enviar la mayor fuerza de paz existente a esa región.
Los problemas de Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzaron en los años 70, con disputas por las tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros.
La crisis derivó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias árabes Janjaweed ("hombres a caballo"), supuestamente apoyadas por Jartum.
Los Janjaweed y el régimen sudanés son acusados de cometer una limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldan a los dos grupos guerrilleros.
Al principio, los informes de las agencias humanitarias fueron negados por el gobierno sudanés y recibidos con escepticismo por la comunidad internacional. Pero ahora las imágenes satelitales no dejan lugar a dudas.
El programa no puede utilizarse para prevenir ataques pues la información no es en tiempo real, pero ha permitido desctacar los hechos más importantes de Darfur.
Para rastrear las acciones violentas, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres, lanzó su propio servicio en Internet llamado "Ojos sobre Darfur".
La iniciativa utiliza imágenes satelitales para seguir los acontecimientos en 13 aldeas de esa región y del este de Chad, consideradas en riesgo.
Los usuarios pueden acercar imágenes de las aldeas utilizando la herramienta de teleobjetivo y leer relatos de sus residentes que explican por qué están en peligro.
"Observar esos sitios en tiempo real nos permitirá documentar las atrocidades al mismo tiempo que ocurren", explicó Ariela Blätter, directora del Centro de Prevención y Respuesta de Crisis de Amnistía.
"Gracias a los satélites, las organizaciones de derechos humanos pueden llamar la atención y movilizar millones de personas, incluso antes de que el gobierno admita que sucede algo preocupante", indicó.
Gracias a la tecnología, también se puede ampliar el papel tradicional de organizaciones como Amnistía, de observación de las violaciones de derechos humanos a un nivel sin precedentes, añadió.
Los satélites ahora apuntan a Birmania por las denuncias de ataques contra civiles en la región oriental del país.
La organización Human Rights Watch, con sede en Nueva York, pudo mostrar ataques contra civiles en Iraq y la destrucción ilegal de viviendas palestinas en la Franja de Gaza.
"Este tipo de tecnología nos ayuda a observar zonas de crisis donde los hechos suelen ser difíciles de predecir", dijo a IPS Alessandro Guarino, de la organización no gubernamental Intersos, con sede en Roma, y que trabaja en Sudán desde 2004.
Intersos también tiene su propio proyecto con base en imágenes satelitales, enfocado en la población desplazada por diferentes conflictos.
La organización italiana creó una plataforma en Internet gracias al Sistema de Información Geográfica (SIG) que, mediante la integración de varios tipos de datos, permite observar la ruta de los desplazados hacia los campamentos de refugiados.
Guarino explicó que ese sistema interactivo "brinda al personal en Sudán del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a las autoridades locales y a organizaciones no gubernamentales información detallada de la situación de 550 aldeas en Darfur y sus habitantes, actualizada en tiempo real".
Su objetivo último es que los desplazados regresen en forma gradual a sus hogares.
El sistema permite saber si las aldeas están habitadas o destruidas, si hay agua, centros de salud, personal humanitario, escuelas, y conocer la situación en el terreno.
El acceso de las organizaciones locales al servicio se facilita mediante programas de computación de código abierto.
El papel de la tecnología satelital como herramienta de apoyo se destaca en numerosos proyectos exitosos con poblaciones afectadas por la guerra.
"Con la asistencia técnica de la Agencia Espacial Europea, también organizamos una sesión de consulta de telemedicina de dos horas semanales entre el principal hospital de Roma, Policlínico Umberto I, y el hospital de enseñanza clínica infantil de Bagdad", indicó Guarino.
Las sesiones ayudan al personal médico de los hospitales iraquíes a diagnosticar y tratar varios casos complicados, además, por la falta de equipos adecuados.
Se analiza la creación de un puente similar vía satélite entre el centro oncológico regional Fontem Hospital, de Camerún, y algunos hospitales italianos.
"La utilización del sistema de comunicación satelital bidireccional permitiría el diagnóstico y el tratamiento a distancia, en especial del cáncer cervical que representa 70 por ciento de casos de enfermedades ginecológicas malignas y que causa muertes en Camerún", dijo a IPS Cesare Borin, coordinador de proyecto de Act Now Alliance, que agrupa a varias organizaciones no gubernamentales.