DERECHOS HUMANOS: Brasil propone rejuvenecimiento

Los derechos humanos han llegado a una edad —la Declaración Universal de la ONU será sexagenaria en 2008— en que necesitan una vigorización para mejorar visibilidad y eficacia, según entienden Brasil y otros países latinoamericanos que lo secundan.

Ese grupo de naciones propuso este martes la aplicación de un tratamiento al sistema de derechos humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que permita remozar las funciones de promoción y protección de dichas garantías fundamentales.

La operación consistirá en la aprobación, por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de un conjunto de objetivos en esa categoría de derechos, cuya aplicación sería voluntaria para los Estados.

La adopción de esas metas atribuiría importancia particular a algunos aspectos concretos. De esa manera se aportaría una contribución efectiva a los derechos humanos en todo el mundo, explicó a IPS el representante de Brasil, Sergio Abreu e Lima Florencio.

La iniciativa excluye en forma categórica la posibilidad de crear nuevos instrumentos o de reformar los existentes. Sólo tiene por finalidad llamar la atención internacional sobre los derechos humanos, precisó Florencio.
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Lo que sí es irrefutable es la inspiración que esta idea ha obtenido de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el conjunto de metas fijadas hace siete años por la Asamblea General del foro mundial.

Los objetivos del milenio comprenden desde la reducción a la mitad de la proporción de la pobreza extrema hasta la detención de la propagación del VIH/sida y el logro de la enseñanza primaria universal para 2015, entre otros propósitos en materia de desarrollo.

Las aspiraciones de Brasil y sus vecinos latinoamericanos comienzan con la sugerencia de que los Estados hagan un esfuerzo para promover la ratificación de los instrumentos jurídicos básicos de derechos humanos, que son los pactos y las convenciones que regulan derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, de las mujeres, de la infancia y de los trabajadores migratorios, entre otros.

La segunda meta propuesta sería la elaboración en cada país de un programa nacional de derechos humanos y la creación de órganos nacionales responsables de dichas garantías, conforme a las disposiciones adoptadas por la Declaración y Plan de Acción de la Conferencia Mundial de Viena de 1993.

Otro objetivo propendería a establecer un marco legal e institucional en cada país para asegurar la promoción y la protección de los derechos humanos, incluyendo la eliminación de la tortura y de otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Los países serían igualmente invitados a realizar una evaluación sobre las necesidades y las acciones requeridas para eliminar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia, incluyendo las formas agravadas y múltiples de discriminación.

Esos puntos son sólo sugerencias contenidas en el proyecto de resolución presentado por Brasil con el patrocinio de Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia. Nicaragua, Honduras, Panamá y Haití.

El conjunto definitivo de objetivos voluntarios será elaborado por un grupo de trabajo de integración abierta, que el Consejo de Derechos Humanos debería crear en su sesión de diciembre.

La intención de los autores del proyecto es que el dictamen del grupo de trabajo sea examinado por el Consejo en septiembre de 2008. De esa manera, los objetivos voluntarios podrían ser proclamados el 10 de diciembre del mismo año, cuando se celebre el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Esta es la esencia del proyecto, dijo Florencio en diálogo con IPS.

"El sentido no es de crear otras instancias, otros instrumentos. El sentido del proyecto es solamente llamar la atención internacional sobre los derechos humanos y que en ese contexto ese grupo con participación amplia intergubernamental pueda elaborar ese conjunto de metas, con base, evidentemente, en lo que existe de instrumentos y de iniciativas ya en curso", sostuvo.

Interrogado sobre si la propuesta entraña un reconocimiento de las falencias del sistema vigente para conseguir el cumplimiento de los tratados, Florencio subrayó que el propósito es "dar visibilidad, llamar la atención hacia los objetivos en materia de derechos humanos. Hacer que sean crecientes en los países, y a nivel internacional, los objetivos que existen".

No se trata de decir que lo que tenemos es insuficiente, sino de que hay que hacer más. Tampoco se propone alcanzar una Declaración Universal plus, ni reabrir ese pacto o cualquier otro instrumento vigente, aclaró el diplomático.

Brasil tiene aspiraciones, que no son compartidas por muchos, en la cuestión de la orientación sexual. ¿Piensa incorporarla al marco de los objetivos voluntarios?, preguntó IPS. "No hay referencia en este documento a ese tema", respondió Florencio, y concluyó subrayando su esperanza en que la idea se ponga en marcha.

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