El flamante primer ministro de Rusia, Viktor Zubkov, ubicó la lucha contra la corrupción entre sus prioridades. Pero expertos dudan de sus posibilidades de éxito, pues las jerarquías más encumbradas del Estado contagiaron la deshonestidad a la base de la pirámide.
"La campaña anticorrupción es un tema atractivo para Zubkov. Pero su experiencia manejando una economía de mercado es pobre y es dudoso que entienda las tareas que demanda", dijo a IPS el director del centro de estudios Heritage Foundation de Moscú, Yevgeny Volk.
"La corrupción ha penetrado prácticamente en todos los sectores de la política y la economía. Aun peor, en las empresas de servicios públicos, el sector energético e incluso el pesquero. Los funcionarios que tratan con las pequeñas y medianas empresas les piden sobornos habitualmente", agregó.
Una economía muy regulada y el exceso de trámites burocráticos ofrecen terreno fértil para la corrupción, explicó Volk.
"Es difícil decir si el gabinete será capaz de combatir este problema, porque se requiere la creación de instituciones u organismos de gobierno efectivos y que generen confianza", dijo a IPS Andrey Prhezdomsky, autor del libro "Cómo evitar las coimas" y miembro de la Comisión de Reforma de las Leyes y Monitoreo de la Corrupción.
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"Hay una falla en el sistema que impide castigar a los funcionarios corruptos. Las personas culpables de extorsión, delitos económicos y abuso de poder deberían recibir un severo castigo en los tribunales", agregó.
Los jueces, indicó, quedan a su vez bajo la atención pública cuando aparecen casos de abuso de poder. El sistema legal debe ser reestructurado para que aplique estrictamente la ley, dijo Prhezdomsky.
Los procedimientos burocráticos a los que se enfrentan los inversores locales y extranjeros convirtieron a los sobornos en una práctica corriente, señaló.
El primer viceprimer ministro, Sergey Ivanov, indicó que el elevado nivel de corrupción es un obstáculo fundamental para el desarrollo.
"La iniciativa empresaria está obstaculizada por las barreras que existen para entrar al mercado y las desiguales condiciones para competir", dijo Ivanov al hablar en un foro económico en la ciudad de San Petersburgo.
"La monopolización de los mercados locales impide el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas", agregó.
"Muchos sectores de la economía rusa están todavía cerrados a la competencia. Las instituciones que deben proteger el derecho de propiedad funcionan inadecuadamente. La eficiencia de las regulaciones gubernamentales en general, y la calidad de los servicios del gobierno en particular, es pobre", afirmó Ivanov.
El fiscal general Yury Chaika indicó que las actividades económicas criminales y el lavado de dinero plantean una amenaza real al desarrollo socioeconómico, y reclamó al gobierno que apruebe un nuevo programa anticorrupción.
Según una fuente de la fiscalía general, sólo el año pasado se registraron 9.500 denuncias de casos de corrupción. Pero Transparencia Internacional señala que la incidencia real del problema es mucho mayor.
En el informe 2006 sobre percepción de la corrupción en el mundo, que evalúa a los países en una escala de cero a 10, Transparencia adjudicó a Rusia un puntaje de 2,5.
El mes pasado, un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señaló que las universidades rusas demandaron 520 millones de dólares en sobornos durante 2006.
Informes anteriores habían destacado que el "presupuesto paralelo" de las instituciones de educación superior superaba los 2.000 millones de dólares al año.
Meses atrás, el presidente Vladimir Putin firmó un decreto creando un grupo de trabajo interdepartamental, cuya función era modificar las leyes de este país para adecuarlas a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003 y la Convención contra la Corrupción del Consejo de Europa de 1999.
"El clima de negocios debe ser protegido efectivamente de la corrupción y los delitos económicos. Si no son castigados, corroen a la sociedad y constituyen un duro golpe para la reputación de Rusia como un país con una atmósfera económica civilizada", dijo Putin.
Zubkov, quien estuvo al frente del Servicio de Supervisión Financiera, ha declarado que él se hará cargo de esa lucha. Luego de ser confirmado por el parlamento como primer ministro, por 381 votos contra 47, pidió a los legisladores que trataran un proyecto de ley anticorrupción empantanado desde hacía tiempo.
"Estamos preparando una ley que definirá a la corrupción como un abuso del poder gubernamental, que será castigado por los jueces", dijo a IPS el diputado Igor Nikolayevich Morozov, miembro de la Comisión Anticorrupción de la Duma (cámara baja parlamentaria).
"Se ha vuelto generalizada y muchos funcionarios la ven como un asunto trivial. Las coimas han alcanzado un nivel intolerable", afirmó Morozov.