Los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Mahmoud Ahmadinejad, de Irán, resaltaron el derecho de los países a utilizar la energía nuclear con fines pacíficos como medio para el desarrollo tecnológico de los pueblos.
La coincidencia fue expresada en el marco de la visita de tres horas a Bolivia de Ahmadinejad, quien fue recibido con manifestaciones de apoyo convocadas por sectores sindicales y otras organizaciones sociales que respaldan al izquierdista Morales.
La presencia del mandatario iraní de 51 años, calificada de histórica, se convirtió en un abierto desafío a la política exterior de Washington.
Con compromisos de inversión por 1.100 millones de dólares en la industria, el área petrolera, la agricultura, la transferencia de tecnología agropecuaria y otros, Irán logró así un nuevo aliado estrecho en América Latina, después de Venezuela.
Los dos gobiernos se proponen trabajar en conjunto para erradicar la pobreza y buscar el bienestar de ambos pueblos, según la declaración suscrita al finalizar la visita relámpago de Ahmadinejad. Expresa la satisfacción de ambos mandatarios por el cambio democrático en América Latina y la consolidación de gobiernos contrarios al neoliberalismo.
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"En el nombre de Dios, Bolivia es un país digno, trabajador, y este encuentro será el inicio de relaciones amplias de ambos pueblos", expresó el visitante.
El clima lluvioso y frío de los 3.800 metros sobre el nivel del mar de la ciudad de El Alto, contigua a La Paz, le dio la bienvenida al presidente iraní que arribó a bordo de una nave venezolana, tras una escala técnica en el aeropuerto de Viru Viru, de la central ciudad de Santa Cruz.
Una declaratoria de emergencia anunciada en la víspera por empresarios de los departamentos de Santa Cruz y Beni, que temen sufrir represalias económicas de Estados Unidos en el terreno comercial por este acercamiento diplomático, no restó brillo a la visita de Ahmadinejad, que recogió el aprecio popular a su llegada a la plaza de armas de La Paz.
"Nunca pensábamos estar con el presidente de Irán, es un sueño cumplido para complementarnos con nuestros pueblos. Es el encuentro que nos abre caminos hacia Medio Oriente", expresó Morales.
En respuesta a la opinión estadounidense de excluir a Irán del círculo de naciones democráticas, el mandatario boliviano de origen indígena señaló que su país tiene derecho a mantener relaciones diplomáticas y comerciales con países de todos los continentes.
Bajo la cultura del diálogo, de la vida y la paz representan la condición para el desarrollo de los estados, se convierten en la base de la construcción de la nueva relación diplomática, expresó.
"La paz que beneficia a los pueblos no puede ser la paz impuesta a la fuerza de unos pocos para garantizar sus privilegios", sostuvo Morales en la sede de su gobierno, donde los principales invitados fueron los representantes indígenas, sindicales del vecindario de El Alto y de otros sectores populares.
Morales ofreció el concurso de Bolivia para generar escenarios de diálogo que permita solucionar la disputa de conflictos entre naciones y pueblos.
El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, expresó que Morales espera convertirse en un puente de diálogo entre los pueblos en conflicto, inspirado en una cultura de la paz y de rechazo a las guerras.
La ministra de Desarrollo Económico, Celinda Sosa, puso de relieve el respaldo de Irán en la transferencia de tecnología y la asignación de becas para profesionales bolivianos en las áreas productivas.
El convenio marco posee una amplitud que se irá perfeccionando, expresó la ministra de Desarrollo Agropecuario, Susana Rivero, quien destacó la atención de Irán en temas alimentarios, recursos forestales y biodiversidad, que beneficiarán a comunidades de las zonas rurales más sumergidas.
"Priorizaremos la soberanía y la seguridad alimentaria, porque es una línea estratégica de gobierno", expresó.
Los acuerdos entre los dos países merecieron el respaldo del secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Isaac Ávalos, quien deposita sus expectativas en el desarrollo rural.
La primera cooperación iraní se traducirá en un financiamiento de 100 millones de dólares, que serán empleados en actividades de exploración petrolera, en la región norte del departamento de La Paz y en equilibrar el poder económico que poseen actualmente Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, los departamentos del este y sur de Bolivia.
En un plazo de cinco años, Irán transferirá 1.000 millones de dólares a Bolivia para proyectos de gestión de los recursos naturales, la mecanización y desarrollo del sector agropecuario y la silvicultura.
Entre los acuerdos, los dos países establecen un diálogo político y establecen un mecanismo de intercambio de opiniones sobre asuntos internacionales de manera periódica.
