AMBIENTE-BRASIL: Eco 92, todo en discusión

Quince años después de la Cumbre de la Tierra, Brasil vuelve a recibir a representantes de distintas partes del mundo para estudiar los resultados de la movilización generada entonces, en el acto que se convirtió en referencia histórica ambiental.

La llamada "Conferencia Internacional Rio + 15", de este miércoles y el jueves en Río de Janeiro, reúnen a un centenar de lideres del mundo político, empresarial y académico, así como de organizaciones internacionales y no gubernamentales.

Pedro Moura Costa, uno de los organizadores del encuentro, busca "estimular la contribución de todos los segmentos de la sociedad y de la industria en torno al objetivo de controlar o reducir los cambios climáticos".

"Hay mucho que reflexionar sobre lo que mejoró respecto de los cambios climáticos y la disminución de los gases de efecto invernadero", declaró a IPS Moura Costa, presidente de Ecosecurities, una empresa internacional especializada en promover proyectos destinados a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

"Este es el objetivo de nuestro encuentro, reflexionar y discutir sobre lo que funcionó y no funcionó" a partir de la también llamada Eco 92, agregó el experto, tras destacar que esa reunión fue "el marco histórico" para que comenzara un proceso de esfuerzos mundiales para combatir la contaminación y el recalentamiento global.

Alfredo Sirkis, con-fundador del Partido Verde de Brasil y uno de los participantes del encuentro, reconoce ese papel de la Cumbre de la Tierra, cuya denominación completa es Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, realizada en 1992 en Río de Janeiro.

"Actualmente hay una movilización militante global que antes no existía", dijo Sirkis a IPS, al referirse entre otros resultados el hecho de que nueve estados de Estados Unidos, entre ellos siete gobernados por el Partido Republicano ya suscribieron las metas del Protocolo de Kyoto, que obliga a los países industrializados a reducir cinco por ciento las emisiones de gases invernadero.

El presidente de Estados Unidos, el republicano George W Bush, retiró en 2001, poco después de asumir su primer mandato, la firma que había estampado su predecesor, Bill Clinton (1993-2001), en el tratado aprobado en 1997 en esa ciudad japonesa, que entró en vigor en 2005 y que establece la reducción de las emisiones en por lo menos cinco por ciento entre 1990 y 2012.

Pero, para Sirkis, también presidente de la Fundación Onda Azul, es mucho más lo que "no funcionó" que lo que "sí funcionó" a partir de la Cumbre de la Tierra.

"Porque en 1992 se veía la cuestión del efecto invernadero más bien como algo distante en el tiempo y ahora es dramático. Los cambios del clima están aquí y yo creo que hoy hay un sentido de urgencia que antes no existía", opinó.

El encuentro organizado por Ecosecurities no contó en su primer día de sesiones, como había sido anunciado en su programa, con la presencia de la ministra de Medio Ambiente y Desarrollo de Brasil, Marina Silva.

En su lugar, el secretario ejecutivo de la Comisión Brasileña de Cambios Climáticos, José Miguez, hizo una evaluación "extremadamente positiva" de los 15 años transcurridos desde Eco 92.

Entre otros avances, Miguez mencionó a IPS la multiplicación de proyectos del llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que ya llegan a 2.400 en más de 60 países, según contabilizó.

Lo que según el representante brasileño podría reducir las emisiones de gases en el orden de las 2.000 millones de toneladas de gas carbono.

La iniciativa surgida a instancias de Brasil se conoce como MDL (CDL, en inglés) y permite a las naciones industrializadas obtener créditos invirtiendo en proyectos de energía limpia en el Sur.

Más de la mitad de la matriz energética mundial es movida actualmente por petróleo o carbón, los principales causantes del efecto invernadero.

En ese sentido y a través del Protocolo de Kyoto, que dio lugar al mecanismo de MDL, varios países se comprometieron a desarrollar tecnologías apropiadas para disminuir las emisiones de díoxido de carbono (CO2), principal gas contaminante.

Miguez consideró que el mayor desafío actualmente es "poner adentro" de la lucha ambiental a Australia y a Estados Unidos, que es responsable de 24 por ciento de las emisiones de gases invernadero.

"Yo creo que en muy poco tiempo¬, en 15 años,¬ cambiamos la mentalidad. Hay muchísima gente, ingenieros, economistas, abogados que trabajan muy fuerte para reducir los gases de efecto invernadero. Hay un cambio estructural muy grande que no podemos evaluar completamente hoy", agregó.

Israel Klabin, director de la Fundación para el Desarrollo Sostenible de Brasil, es menos optimista. "Aunque Eco 92 creó los mecanismos para controlar la emisión de gases contaminantes, aún no son suficientes", apuntó a IPS.

"Si en 1992 la meta era que en 2000 se volvería al límite de emisión de gases de 1990, la situación es totalmente distinta, pues se han duplicado las emisiones…", alertó.

Los especialistas discutirán hasta este jueves también las nuevas alternativas energéticas, como los biocombustibles, y los cambios tecnológicos que tienen que hacer las industrias.

El documento final será presentado en diciembre en Bali, Indonesia, cuando los ministros de Ambiente de más de 180 países que suscribieron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático se reúnan para discutir metas y políticas para la reducción de emisión de gases de efecto invernadero después de 2012.

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