Las autoridades de República Dominicana están negando a descendientes de haitianos sus documentos de identidad, con el argumento de que sus padres ingresaron a este país de manera ilegal.
La fundadora y directora del Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas (Mudha), Sonia Pierre, denunció que el organismo encargado de emitir los certificados de nacimiento está exigiendo a dominicanos de ascendencia haitiana la presentación de los documentos de sus padres como requisito para obtener copias de esas actas.
Pierre, de ascendencia haitiana y defensora de los derechos de los inmigrantes, explicó que los funcionarios saben que esas personas fueron anotadas por sus padres en el momento del nacimiento, utilizando fichas que las autoridades entregaban a los braceros haitianos contratados por los ingenios azucareros para la zafra de la caña de azúcar.
Las copias de las actas de nacimiento son necesarias para obtener la cédula de identidad, el pasaporte y el documento que habilita a los ciudadanos para emitir el voto y para poder inscribirse en una escuela.
Según la Constitución, quien nazca en este país tiene derecho a la nacionalidad dominicana. Pierre conoce el problema de cerca. En marzo, dos funcionarios de la oficina que emite las actas de nacimiento redactaron un informe que pedía la "nulidad" de la suya. Argumentaron que la persona que declaró su nacimiento era indocumentada y que, en consecuencia, el certificado era ilegal.
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Esta práctica de las autoridades dominicanas se está dando con mayor frecuencia "después del anuncio de la anulación de mis documentos", declaró a IPS Pierre, quien en 2006 fue distinguida por la organización no gubernamental estadounidense Robert F. Kennedy Memorial con el premio de derechos humanos que otorga anualmente.
La directora del Mudha elaboró una lista de más de 200 casos de negación de copias de actas de nacimiento, que piensa presentar ante el organismo que las emite para que se corrija esta irregularidad. En caso de no tener éxito, Pierre no descarta recurrir a otras instancias.
No sería la primera vez. El Mudha presentó en 1998 ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos el caso de dos niñas dominicanas de ascendencia haitiana, a quienes se había negado la nacionalidad. El tribunal internacional condenó en octubre de 2005 al gobierno de este país.
Las niñas, de 10 y 12 años, no pudieron ser registradas como nacidas en República Dominicana, donde nacieron y viven. Permanecieron sin actas de nacimiento y como apátridas hasta septiembre de 2001. Una de ellas, Violeta Bosico, no pudo por este motivo asistir a la escuela durante un año, indicó la Corte.
Las autoridades cumplieron con el pago de una indemnización de 22.000 dólares, pero todavía no han implementado otras medidas contempladas en la sentencia, como reconocer en público su responsabilidad por la injusticia que sufrieron las niñas.
"Los hechos actuales en gran medida son el resultado de una toma de revancha por ese fallo de la Corte", dijo Eddy Tejada, coordinador de la Mesa para las Migraciones, organización que forma parte de la Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones.
No es la primera vez que se habla en este país de retaliación o revancha tanto contra Pierre como contra los demás dominicanos de ascendencia haitiana.
La oficina gubernamental que emite las partidas de nacimiento libró en marzo una circular, en la que instruye "en el sentido de examinar minuciosamente las actas de nacimiento al expedir copias o cualquier documento relativo al estado civil", dado que "fueron expedidas en tiempo pasado de forma irregular con padres extranjeros que no han probado su residencia o estatus legal en República Dominicana".
Pierre señaló que esa circular acentuó la discriminación. Ya en ocasiones anteriores organizaciones civiles nacionales y extranjeras se han pronunciado contra el trato que reciben las personas de ascendencia haitiana en este país.
"Las expulsiones colectivas y masivas de trabajadores emigrantes haitianos y los abusos que las acompañan seguirán siendo un motivo de preocupación hasta que el gobierno dominicano tome medidas firmes para que su política y sus prácticas respecto a la migración se ajusten a sus obligaciones internacionales", señaló una declaración de Amnistía Internacional en marzo.
Las repatriaciones de haitianos se hicieron más frecuentes en los últimos años. En 2003 fueron deportados 14.700, 15.464 en 2004 y 20.811 en 2005, según el Informe Migración Haitiana y Derechos Humanos, presentado por el Grupo de Apoyo a Repatriados y Refugiados.
"Es un absurdo que a dominicanos de ascendencia haitiana les pregunten si sus padres entraron al país como inmigrantes legales o como ilegales", señaló Tejada.
"Esto no está sustentado ni en leyes ni en reglamentos. Lo hacen convencidos de que no se puede, pero lo están haciendo de todas formas", añadió.
República Dominicana y Haití comparten la isla La Española, donde Cristóbal Colón tocó tierra el 12 de octubre de 1492. Tiene una superficie de 77.914 kilómetros cuadrados, 48.000 de los cuales aproximadamente pertenecen al territorio de este país. Existe una frontera de 380 kilómetros de extensión. Según datos no oficiales viven aquí más de 800.000 haitianos, entre documentados e indocumentados.