La pornografía y el comercio sexual infantiles gozan de total impunidad en la capital mexicana, según un informe de la oficina del defensor del pueblo de este distrito.
El "Informe especial sobre explotación sexual comercial infantil en el Distrito Federal" confirmó que hay al menos 20 sitios en la ciudad de México en donde florecen estas actividades ilícitas, al amparo de la protección de agentes de policías.
Aunque no hay cifras sobre la magnitud del fenómeno en la capital, se estima que en todo el país unas 16.000 niñas y niños son víctimas de explotación sexual.
Emilio Álvarez Icaza, el titular de la autónoma Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, criticó la falta de programas y de resultados en el combate a este delito.
"Hay una ausencia del Estado en el tema de la explotación sexual comercial infantil. Recopilamos todos los reportes que solicitamos y en esencia lo que encontramos es que no hay programas específicos o no hay acciones a nivel local, donde se presenta la práctica de manera muy delicada no hay ninguna", dijo el ombudsman citadino a la prensa.
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México es considerado por organizaciones no gubernamentales internacionales un paraíso de la explotación sexual infantil, al punto de ser ubicado mundialmente sólo detrás de Tailandia en cuanto a la importancia de esta industria criminal, que anualmente mueve cerca de 1.000 millones de dólares.
Según información de la Policía Federal Preventiva, un pederasta demora 15 días en tener relaciones sexuales con un menor luego de conocerlo en Internet. Otra estadística escalofriante es que 95 por ciento de los 13.000 infantes que viven en las calles capitalinas ya sostuvo al menos un encuentro sexual con un adulto.
Muchas niñas y niños son traídos del interior del país a la ciudad mediante engaños por parte de grupos criminales, que utilizan falsas promesas de empleo en el servicio doméstico para ello.
El informe de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal constata que, en dos años, el país registró un aumento en la cantidad de sitios de pornografía infantil, de 72.000 en enero de 2004 a 100.000 en 2006. Cada 22 segundos surge una nueva página de ese tipo en la red mundial de computadoras.
El reporte es "un poderoso llamado a establecer políticas públicas locales sobre la materia", escribió Miguel Ángel Granados, columnista del diario local Reforma.
"La lectura de los pasajes donde se describen las principales zonas del Distrito Federal y sus características (prostitución, pornografía, turismo sexual, trata de niñas, niños y adolescentes), produce estremecimientos por tratarse de testimonios vivos sobre la degradación a que se somete a miles de personas indefensas, por su menor edad", analizó.
En su Informe Global de Monitoreo de la explotación sexual infantil de marzo, la Red de Organizaciones Trabajando para la Eliminación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ECPAT, por sus siglas inglesas), alertó que México vive "una situación delicada" por la llegada de turistas exclusivamente para tener relaciones sexuales con niños y adolescentes.
Mediante sitios de Internet, los turistas provenientes de Estados Unidos y de países europeos como Alemania y Holanda son atraídos para llegar a México.
La capital mexicana no es el único sitio que atestigua la explotación sexual de menores, pues ésta se repite también en los centros turísticos de Acapulco, en la costa del océano Pacífico, y Cancún, sobre el mar Caribe, y las fronteras con Estados Unidos y Guatemala.
En el meridional estado de Chiapas, un infante puede costar entre 100 y 200 dólares, según denuncias de organizaciones humanitarias. Esa región es considerada la tercera del mundo en prostitución de menores.
México se comprometió en 1996 a combatir este delito en el Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de la Niñez, al respaldar la declaración final de ese encuentro.
En América Latina, sólo México, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Argentina, Brasil y Chile cuentan con planes de acción nacionales frente al comercio sexual infantil.
La asamblea legislativa de la capital mexicana está a punto de aprobar reformas al Código Penal del distrito que criminaliza la trata de personas, el lenocinio cuando la víctima sea menor de 18 años, la pornografía infantil, el turismo sexual y la explotación laboral.
En febrero pasado el Senado aprobó reformas a la Ley contra la Delincuencia Organizada y al Código Penal para tipificar la explotación y el turismo sexuales, así como la pornografía infantil.
"La sociedad mexicana no puede alegar ignorancia sobre la diseminación y el crecimiento de la explotación sexual de niñas y niños, adolescentes y jóvenes adultos menores de 18 años", escribió Granados.
La periodista Lydia Cacho también denunció con lujos de detalles esta grave situación que afecta a la infancia mexicana en el libro "Los demonios del Edén", donde transcribe testimonios de menores de Cancún víctimas de abusos sexuales por parte de adultos que filmaban, fotografiaban y vendían en Internet imágenes de esas prácticas.
Cacho fue detenida y acusada de difamación a instancias de influyentes políticos y empresarios, que había vinculado a esta práctica en esa publicación.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, alrededor de dos millones de niñas y niños son explotados sexualmente en el mundo, con lo que es la tercera actividad ilegal más lucrativa después del tráfico de drogas y el de armas y personas.