La Asamblea Constituyente de Bolivia quedó expuesta a un forzado receso o, incluso, a un final inconcluso tras rechazar el cambio de sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo a Sucre, en una sesión marcada por la violencia contra integrantes del cuerpo y periodistas.
La Asamblea ha quedado herida de muerte, advirtió ante IPS el senador por el meridional departamento de Chuquisaca, Fernando Rodríguez, representante del opositor y derechista Poder Democrático y Social (Podemos).
Sucre, la capital del país y de Chuquisaca que cobija desde el 6 de agosto de 2006 al cuerpo constituyente, había conseguido incorporar el pedido de traslado a su jurisdicción de las sedes del gobierno nacional y del Congreso legislativo que se encuentran en La Paz desde 1899 al término de una guerra civil impulsada por los poderes económicos de la época.
Empero, los graves incidentes suscitados en la noche del miércoles en la Asamblea y en su entorno hicieron crecer una corriente de opinión en favor de cambiar, precisamente, la sede de las deliberaciones de la Constituyente a la central ciudad de Cochabamba.
La "inseguridad no garantiza el trabajo de los asambleístas", señaló a IPS René Navarro, representante del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) por el sudoccidental departamento de Potosí.
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Tras reiterados pedidos del presidente de Bolivia, Evo Morales, para evitar la consideración del tema, por la amenaza que constituía este asunto a la propia Asamblea Constituyente y el riesgo de un enfrentamiento regional, las autoridades de Sucre mantuvieron su demanda con el impulso y el firme respaldo de delegados del oriental departamento de Santa Cruz que abogan por su autonomía administrativa.
Detrás del pedido de traslado de autoridades nacionales, sectores conservadores del departamento de Santa Cruz intentan construir un factor de equilibrio para obtener la autonomía que en julio de 2006 recibió el respaldo de un referéndum al respecto.
Los autonomistas de ese departamento y de otros de la franja oriental del país desean incorporar en la nueva Constitución amplias facultades para administrar sus recursos financieros y las abundantes riquezas naturales como el gas natural. El occidente boliviano es el área más empobrecida del país.
El rechazo al cambio de sede de poderes fue operado desde el MAS, con el respaldo de otras agrupaciones indígenas y afines al gobierno izquierdista de Morales, y se aprobó por una simple mayoría en lugar de los dos tercios reclamado por la oposición y consignado en el reglamento de debates de la Asamblea.
Esa drástica división casi a la mitad llevó a que el Teatro Gran Mariscal, sede de las deliberaciones en Sucre, a 740 kilómetros al sudeste de La Paz, fuera cercada en la tarde de la víspera por manifestantes, que instalaron barricadas con fuego y permanecieron hasta la madrugada de este jueves en vigilia.
En principio, la presidenta de la Asamblea, Silvia Lazarte, pidió a los asambleístas pronunciarse sobre la exclusión del traslado de poderes y la devolución de esa iniciativa a las comisiones con la finalidad de encontrar una solución concertada.
Pero tras la votación, favorable a la exclusión por 134 votos frente a 73 en contra y 21 abstenciones, los ánimos encendidos de los representantes de Chuquisaca derivaron en reyertas entre representantes de los bandos enfrentados y sumieron a la Constituyente en su peor crisis.
La bancada chuquisaqueña interpretó la votación como un rechazo definitivo y seis de sus delegados tomaron la cabecera del recinto donde se desarrollan las sesiones y se declararon en huelga de hambre, mientras las organizaciones impulsadas por la comuna y autoridades universitarias convocan este jueves a un paro de actividades por 24 horas.
Un asambleísta forcejeando e intentando arrebatar la bandera roja y verde del departamento de La Paz, enarbolada por constituyentes que se oponen al traslado de las sedes de gobierno, y el caos se apoderaron del ambiente constituyente, mientras en el exterior del recinto una multitud aguardaba enfurecida a los representantes del oficialismo y sus aliados.
"La suerte de la democracia está en juego y la decisión es peligrosa para la Asamblea", exclamó Guillermo Richter, del derechista Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Por la acción del oficialismo y sus aliados, los cuatro de los nueve departamentos del país que enarbolan la autonomía, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, temen también un rechazo a una demanda respaldada por un referéndum y podrían conducir a consolidar un frente opositor al gobierno con gran capacidad de movilización.
El senador Rodríguez recordó que la aprobación de temas constitucionales debes hacerse por dos tercios (170) de los 255 miembros de la Asamblea.
Los artículos sin el respaldo suficiente de los dos tercios deben ser expuestos ante la población para que se dirima mediante un referéndum, agregó.
La exclusión de la capitalidad plena "es un flagrante atentado a la democracia y amenaza a las autonomías departamentales" por el uso de una simple resolución que vulnera el ordenamiento legal, sostuvo Rodríguez.
"El gobierno está interesado en la reelección presidencial y no en la nueva Constitución", pero por ello no debe generar un clima de enfrentamiento, manifestó el senador chuquisaqueño.
"Me atacaron, me golpearon, me quitaron mi gorra…", relató el constituyente Navarro al describir la violencia ejercida por manifestantes al cierre de la sesión de la víspera.
"No existen condiciones para continuar el debate en Sucre. Muchos piden el traslado de la sede y estamos ante un virtual fracaso", añadió el delegado pro gubernamental.
Los asambleístas afines al gobierno permanecieron en el interior del teatro hasta las 3.15 de esta madrugada, y tras el uso de la fuerza policial consiguieron abandonar el recinto.
Este jueves, las calles de Sucre se encuentran bloqueadas y crecen las protestas en adhesión a la campaña organizada por instituciones cívicas.
Aunque Navarro lamenta la violencia, teme que un cambio de sede puede conducir al cierre de la Asamblea Constitucional y afirma que el tema aún no ha sido considerado por la totalidad de los representantes del MAS.
El jefe nacional y asambleísta de la centroizquierdista Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, respaldó la exclusión de la capitalidad plena y defendió la "manera democrática" empleada en la sesión plenaria.
"No se podía seguir con la Asamblea bloqueada. La Constituyente tiene la responsabilidad de redactar una nueva carta magna y el diálogo entre La Paz y Chuquisaca seguirá pendiente", expresó este jueves.
Las organizaciones cívicas y regionales de Chuquisaca anunciaron la presentación de demandas ante el Tribunal Constitucional para invalidar la resolución de la Asamblea Constitucional.
Al finalizar el periodo de sesiones, el 6 de este mes, la Asamblea Constituyente requirió del Congreso Nacional una ampliación del plazo de deliberaciones para analizar las propuestas de las 21 comisiones, debatir en el plenario y redactar el texto constitucional.
El ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002) y jefe de Podemos convocó a todos los sectores a dialogar y buscar una salida que garantice la unidad del país. Anticipó nuevas diferencias por temas como la despenalización del aborto, la religión, educación, la permanencia del Senado y asuntos impositivos.