Las conversaciones de esta semana en La Habana entre el gobierno de Colombia y el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) dejan el proceso a medio camino de un acuerdo, con la verificación del eventual cese del fuego como uno de los principales obstáculos.
"Ellos (las autoridades) creen que estamos acabados, y nada más lejos de la verdad", dijo a IPS una fuente del ELN cercana a las pláticas al confirmar que se considera "un suicidio" la petición del gobierno de Álvaro Uribe de que esa guerrilla se concentre en una zona delimitada para comprobar el cese de hostilidades.
Al respecto, la senadora del opositor Polo Democrático Alternativo, Gloria Ramírez, representante legislativa en el Consejo Nacional de Paz (CNP), dijo el miércoles que esa instancia presentó "algunas fórmulas alternativas" para que el proceso avance, no se caiga en posiciones de fuerza e inflexibilidad y se pueda llegar a la firma del Acuerdo Base, que se viene discutiendo desde mayo.
"Cuando se habla de verificación hay dos componentes: la zona de ubicación y la identificación. En este último caso hay un avance, pues ya no es tan necesaria una identificación de cada uno de sus combatientes (del ELN). De otra parte, se están buscando opciones para que la zona de ubicación sea de mayor amplitud", indicó Ramírez.
Ramírez mencionó que las iniciativas incluyen el diseño de una hoja de ruta para la liberación de los secuestrados por la guerrilla, lo que significaría un alivio para la "tragedia humanitaria que está viviendo el país. Tanto el gobierno como el ELN han mostrado una receptividad especial", dijo la legisladora.
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Las propuestas del CNP, cuya reactivación fue solicitada por el ELN, engrosaron la agenda de trabajo de las conversaciones que desde el lunes sostuvieron hasta este viernes Luis Carlos Restrepo, alto comisionado de Paz del gobierno de Uribe, y Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN en la mesa de diálogo.
"Luego de esta nueva plática habrá un nuevo receso", dijo la fuente guerrillera consultada. No fue posible conocer cuándo se reanudarán los encuentros.
Nos llevamos la sensación de que efectivamente hay una "reafirmación" de la voluntad política para que este proceso siga adelante, dijo Ramírez, quien integró la comisión de 15 miembros del CNP que viajó a La Habana para reunirse, durante la jornada del miércoles, con las delegaciones del gobierno y la guerrilla.
Similar valoración hizo Darío Mejía, de la comisión negociadora del gobierno de Uribe. "Nunca se había avanzado tanto como ahora en una conversación con el ELN", dijo, tras recordar que nadie "se ha levantado" de la mesa de diálogo desde diciembre de 2005.
En su opinión, la participación del CNP es muy importante, porque se trata de un organismo consultor que puede ayudar a crear políticas de paz. Esa institución fue creada por ley en 1998 y la integran representantes de los tres poderes del Estado, organismos de contralor, iglesias, centrales sindicales y organizaciones sociales, étnicas, de derechos humanos, etcétera.
Durante el encuentro con el CNP, Restrepo reiteró que su gobierno está dispuesto a firmar de inmediato el Acuerdo Base, cuyo primer paso, dijo, es la liberación de todos los secuestrados y la suspensión del secuestro por parte del ELN.
Para Beltrán, en cambio, el proceso de construcción de paz está aún a medio camino porque enfrenta "diferencias muy grandes". En su opinión, sobre las pláticas gravitan dos ideas: la del grupo guerrillero, que busca "justicia social, democracia, soberanía" y la del gobierno, interesado en "desmovilizar y desaparecer al ELN".
En un breve contacto con periodistas a mediados de semana, el jefe rebelde describió la "construcción de la paz" como una fruta que "viene de estar verde, ahora está pintona y va a estar madura". Y para que madure "hay que esperar un poco" porque "los problemas que enfrentamos son muy grandes".
Sin embargo, aseguró que sí habrá Acuerdo Base, que busca alivio humanitario, cese del fuego y hostilidades y mayores espacios de participación para la sociedad. Para analistas, la firma de semejante pacto representará un salto cualitativo en el diálogo entre el ELN y el gobierno colombiano, iniciado en La Habana en diciembre de 2005.
A diferencia de las primeras reuniones, que solían terminar con ruedas de prensa, las dos delegaciones optaron por la discreción y evitan el contacto con la prensa.
El ELN, que en sus orígenes se inspiró en la Revolución Cubana y en la Teología de la Liberación, corriente crítica dentro de la Iglesia Católica latinoamericana, es la segunda guerrilla de ese país sudamericano después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
