Chile y Bolivia mantienen un largo «noviazgo» desde hace ocho años y hoy están dadas las condiciones para contraer «matrimonio», dijo este viernes el cónsul general boliviano Roberto Finot, al analizar el estado actual de las relaciones bilaterales.
Finot entiende este futuro "matrimonio" como la acción de "emprender definitivamente, y resueltamente, un camino juntos" y como "una vocación genuina de integración", en el cual "el tema del divorcio no está presente".
"El (próximo) lunes se conmemora el 182 aniversario de la independencia de Bolivia y es una fecha propicia para destacar y reiterar, una vez más, el evidente e indudable muy buen clima en el cual se mantiene y se está desarrollando el trabajo de ambos gobiernos", dijo Finot en una reunión en Santiago con corresponsales de la prensa extranjera.
Chile y Bolivia interrumpieron sus relaciones diplomáticas en 1978, como consecuencias de los roces por el reclamo de La Paz de recuperar su salida soberana al océano Pacífico, acceso perdido tras la Guerra del Pacífico (1879-1883), que también involucró a Perú.
La victoria militar de Chile, en un conflicto donde los intereses británicos en esa zona salitrera jugaron un papel relevante, implicó incorporar a su territorio a la provincia peruana de Tarapacá y la boliviana de Antofagasta, ambas con costas sobre el Pacífico.
Desde su perspectiva, la reanudación de las relaciones diplomáticas debería coronar el inicio de este "largo camino de integración" y no sólo representar un "gesto" que pueda desvanecerse al poco tiempo.
Pero Finot señaló que para llevar a cabo este proyecto es necesario "solucionar los problemas históricos pendientes", haciendo referencia al reclamo marítimo de su país.
"Se trata de empezar un serio y consistente camino de integración, pero empezando por las cosas sensibles, las que nos dan el potencial, la seguridad de que vamos a avanzar", explicó.
Aunque evitó dar fechas, el diplomático confía en que este paso se dará durante la presidencia en Chile de Michelle Bachelet, posiblemente el próximo año.
El diplomático boliviano recordó que Bachelet ha dicho que su gobierno dura prácticamente sólo dos años y medio, pese a que su mandato real comentó en marzo de 2006 y finalizará en igual mes de 2010. El problema marcado por la mandataria es que ya a fines de 2008 se efectuarán las elecciones municipales y luego en 2009 los comicios parlamentarios y presidenciales.
"Creo que el mejor momento para resolver este tema fue diciembre pasado, pero se nos escurrió, dejamos pasar esa opción", admitió.
El principal hito de esta nueva etapa en las relaciones bilaterales fue la suscripción en julio de 2006 de la llamada "agenda amplia y común sin exclusiones", que contempla 13 puntos, siendo el sexto la discusión del tema marítimo.
El primero de ellos es "el desarrollo de la confianza mutua", en cuyo marco se han producido históricos encuentros entre autoridades políticas y militares de ambos países. En ese marco se cuentan nada menos que nueve reuniones del presidente de Bolivia, Evo Morales, con su par Bachelet, de 2006 y lo que va de 2007.
De forma inédita, el ejército chileno rindió homenaje el 10 abril en la septentrional ciudad de Calama a Eduardo Abaroa, un héroe boliviano de la Guerra del Pacífico.
El 7 de mayo le tocó el turno al comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Rodolfo Codina, quien realizó una histórica visita a Bolivia, donde fue recibido por su par en ese país, almirante José Alba.
Por otra parte, el ministro de Energía de Chile, Marcelo Tokman, también viajó el lunes a La Paz, donde se reunió con su homólogo de Hidrocarburos, Carlos Villegas, encuentro calificado por Finot de "una muy buena señal".
En cuanto a las alternativas de una salida de Bolivia al océano Pacifico, el representante del gobierno de Morales aseguró que la única opción es hacer un corredor soberano al norte de la ciudad chilena de Arica, en la frontera con Perú.
Consultado por el rol que puede jugar Perú en un eventual acuerdo bilateral sobre un corredor de ese tipo entre Santiago y La Paz, el diplomático señaló que también "es un tema de interés de Perú, de la región, del hemisferio, de la comunidad internacional".
Un tratado bilateral firmado en 1929 establece que Chile debe consultar a Perú ante cualquier cesión que quiera hacer de los territorios que le pertenecían a su vecino país antes de la Guerra del Pacífico.
De todas maneras, Finot destacó que las autoridades peruanas han dicho en varias oportunidades que "no van a ser un obstáculo" en este proceso.
"El corredor (debe entenderse y diseñarse) como un factor de integración, que integre el occidente boliviano, el norte chileno y el sur peruano", sostuvo.
No debe ser visto como una "gratuita concesión" sino como una oportunidad para complementarse en otros ámbitos con Bolivia, por ejemplo, en materia de gas natural, dijo.
Esto, porque Bolivia es rico en hidrocarburo y en particular tiene las segunda mayores reservas gasíferas de América del Sur, mientras que Chile se encuentra en una compleja situación energética, producto de la drástica reducción de las importaciones de gas proveniente de Argentina.
"Bolivia no tiene ningún propósito de mantener encerrado el gas indefinida y eternamente, eso no es negocio", puntualizó.
"Gas por mar no es una buena ecuación, no es viable. No es una transacción, simple y llanamente. Otra frase sumamente desafortunada también fue 'ni una molécula de gas'. Eso enerva, eso no es noviazgo, eso es agarrarse con las cacerolas", dijo.
No obstante, reconoció que uno de los principales obstáculos a la salida soberana al mar de Bolivia es la oposición de la mayoría del pueblo chileno, como lo han revelado diversas encuestas.
Por ello, llamó a trabajar con "énfasis" en la formación de una opinión pública que acompañe este proceso.
En este sentido, el consulado se abocará principalmente a sensibilizar al mundo universitario y a la población a través del intercambio cultural.
Destacó la exhibición de la película boliviana "Mar Amargo" (1984) en la cineteca del Centro Cultural Palacio de la Moneda (sede del Poder Ejecutivo chileno) y adelantó la realización entre el 17 y 20 de octubre del primer encuentro entre 22 universidades chilenas y 12 bolivianas.