REFUGIADOS-PAKISTÁN: Repatriación forzosa a Afganistán

Mientras la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) suspendió sus operaciones de repatriación de refugiados afganos debido a fuertes lluvias, la policía de Pakistán anunció que redoblará esfuerzos para enviar a los «ilegales» de vuelta a su país.

Inundaciones e intensas tormentas dañaron varios puentes y bloquearon caminos de Afganistán y Pakistán. Mientras, el 3 de este mes, en la central provincia afgana de Salang, centenares de personas cortaron una ruta para protestar contra la falta de ayuda del gobierno.

En tanto, se informó que el cruce de Torkham, desde la noroccidental ciudad pakistaní de Peshawar hacia Afganistán fue reabierto. Los afganos registrados podrán ahora ir al Centro de Repatriación Voluntaria. Acnur entrega a cada persona que retorna a su país unos 100 dólares en asistencia.

Además de Torkham, los refugiados pueden tomar la ruta Quetta-Chaman para retornar a su país, destrozado por la guerra.

Uns 1,3 millones de afganos permanecen refugiados en Pakistán, cinco años después de que la coalición liderada por Estados Unidos desplazó de Kabul al movimiento islamista Talibán y propició la designación de Hamid Karzai como presidente interino. Éste fue ratificado en el cargo en las elecciones de 2004.

Si bien la mayoría de los refugiados se registraron ante las autoridades, "unos 250.000 afganos permanecen como ilegales. Otros 170.000 han retornado a su país, pero a unos 80.000 les hemos perdido el rastro", señaló el jefe de policía de Peshawar, Abdul Majeed Marwat

"La policía local inició las acciones necesarias en contra de quienes no obtuvieron su tarjeta de registro y permanecen ilegalmente" en el país, afirmó Marwat, quien acusó a los afganos de ser responsables de la mayoría de los delitos en la provincia de la Frontera Noroccidental, de la que Peshawar es capital.

Marwat informó que se realizaron unos 50 arrestos desde el 15 de junio. La decisión de expulsar a los indocumentados fue tomada durante una reunión entre la policía y funcionarios de la Comisión para los Refugiados Afganos.

En 2006, Islamabad había anunciado que cerraría el mayor campamento de refugiados afganos, Kacha Garhi, el 30 de junio de este año. Ese plazo luego fue extendido por 15 días. Otro en la provincia de la Frontera Noroccidental y otro en la provincia sudoccidental de Balochistán serán clausurados en agosto.

El vicepresidente de la independiente Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, Kamran Arif, describió el proceso de repatriación como extremadamente "severo e inhumano".

"Hemos decidido realizar una misión de investigación. No estamos satisfechos con el tratamiento que se brinda a los refugiados", dijo a IPS.

El campamento de Kacha Garhi fue rodeado por policías, y se llevaron palas mecánicas al lugar para demoler las casas de barro cuando sus ocupantes las abandonaran.

Arif, abogado de profesión, también señaló fallas en el proceso para registrar a los refugiados. Muchas familias que solicitaron a Acnur volver a su país podrían quedar "varadas" interminablemente en campamentos de repatriación. Quienes rechazaron la oferta serán reubicados en las provincias de Chitral y Dir, cerca de la frontera con Afganistán.

"Los refugiados que no tienen su tarjeta de registro y permanecen ilegalmente serán repatriados o enviados a nuevos campamentos", dijo el Comisionado para los Refugiados Afganos, Nasir Azam Khan. Se han formado 15 equipos para recolectar información sobre todos los afganos en el país, la que será entregada a la policía.

Haji Dost Mohammad, quien está a cargo del campamento de Kacha Garhi, señaló su disconformidad con la decisión unilateral del gobierno. "Allá no hay trabajo ni electricidad. En Peshawar, los residentes en los campamentos pueden al menos encontrar algún trabajo", le dijo a IPS.

Algunos refugiados, desesperados, optaron por alquilar casas en Peshawar a precios exorbitantes. "Encontramos una ruinosa vivienda en la ciudad por 33 dólares al mes. En Kacha Garhi no pagábamos nada por nuestra improvisada casa, en la que vivimos durante 15 años", comentó Shahbaz, de 38 años.

Este refugiado agregó que no tienen dinero para volver a Afganistán ni para ser reubicados en otro lugar a excepción de Peshawar.

"Si nos vamos de la ciudad, moriremos de hambre, porque no vamos a encontrar trabajo en las provincias de Dir y Chitral", dijo IPS.

Acnur, que suspendió las repatriaciones de refugiados a causa de las fuertes lluvias y las inundaciones, reanudó el proceso el 3 de este mes. El comisionado Khan afirmó que el gobierno está decidido a cerrar el campamento de Kacha Garhi en la fecha prevista.

Las autoridades paquistaníes defienden las repatriaciones y aseguraron que son voluntarias. Afirman que Islamabad cuidó a los refugiados y les brindó atención sanitaria y facilidades educativas.

El funcionario gubernamental Nasir Azan dijo que mantuvieron negociaciones con organizaciones no gubernamentales para crear 50 escuelas en los nuevos campamentos de refugiados en Dir y Chitral.

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