Los socialdemócratas de Venezuela, opositores del gobierno de Hugo Chávez, rumian por estos días su amargura luego de que la Internacional Socialista (IS), que por décadas los apuntalaron en América Latina, ahora da muestras de segregarles de la organización.
El Congreso de la IS de diciembre será el que en definitiva trate el informe entregado por su Comité de Ética al Consejo, reunido el 29 y 30 de junio en Ginebra, en el cual se pide la expulsión del boliviano Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y la suspensión de la venezolana Acción Democrática (AD).
La IS tiene 102 organizaciones de 89 países en calidad de miembros pleno, más 30 partidos consultivos y otros 14 observadores. Con este último carácter fue admitido este año el Partido por la Democracia Social (Podemos), un grupo que ha respaldado a Chávez.
"¡Qué casualidad!", ironizó el secretario general de los socialdemócratas venezolanos, Henry Ramos. "La misma reunión que recibe a un partido seguidor de Chávez quiere expulsar al MIR que se opone a (el presidente boliviano) Evo Morales y suspender a Acción Democrática".
Víctor Bolívar, presidente de AD, dijo a IPS que las sanciones "son un mal precedente, que desfigura a la IS, mientras se le permite a Chávez y a su corriente introducirse como un caballo de Troya quizá para implosionar a una internacional democrática"..
Para Ramos, "las ganas de sacarnos de la IS quizá se explique por interés de aproximarse al gobierno de Chávez y mostrar nuestra cabeza como un trofeo". "Allí se reflejan fuerzas poderosas de Europa y América", acusó.
Abogado de profesión, Ramos explicó a IPS que los estatutos de la Internacional no son exhaustivos en razones y procedimiento para expulsar o suspender a un miembro, y en Ginebra se acogió en bloque cuando lo recomendó el Comité de Ética.
Ese Comité, el Consejo o la secretaría general de la IS, en manos del chileno Luis Ayala, se han abstenido de explicar las razones por las cuales avanzaron en las sanciones contra AD y el MIR.
"Estábamos en mora con las cuotas, debíamos 19.400 libras esterlinas (39.400 dólares), pero cuando fuimos a pagar no nos aceptaron el pago, a pesar de que explicamos nuestras dificultades por el control de cambios que impera en Venezuela", dijo Ramos.
Decenas de otros partidos también estaban morosos para la cita de Ginebra y no fueron tocados, "como el Partido Laborista de Israel, que debía 49.000 libras (99.500 dólares). Ya quisiera ver a la IS pidiendo por eso la expulsión del laborismo israelí", agregó.
Otra argumentación sería la de que AD fue castigada por abstenerse en las elecciones de diciembre de 2005 para renovar el parlamento de Venezuela, pero Ramos insistió en que "votar y acudir a elecciones, o no, es un derecho, y no nos pueden sancionar por ejercerlo".
Bolívar dijo que AD elabora un documento para denunciar ante sus pares de la IS la sanción "inmotivada", exigir explicaciones y, de no obtenerlas, reclamar que se deje sin efecto la medida que les aparta de la organización a la que entraron hace más de 30 años.
Confían en que la IS escuche a quienes les apoyan, entre quienes se destacan al ex presidente chileno Ricardo Lagos (2000-2006) y los vicepresidentes de la IS Horacio Serpa, del Partido Liberal de Colombia, y Ramón Alburquerque, del Partido Revolucionario Dominicano, en tanto desconfían del costarricense Rolando Araya.
Los dirigentes encuentran una fuerte carga simbólica en que se les sancione mientras el proyecto político al que se oponen, el "socialismo del siglo XXI" que impulsa Chávez, trata de ganar espacio internacional y, a la vez, recibe admoniciones y críticas por una línea "autoritaria, al copar todos los poderes y afectar la libertad de expresión".
"La verdad es que AD, en la IS, no es un partido cualquiera. Fuimos quienes revitalizamos a esa Internacional en América Latina en los años 70 del siglo pasado, cuando en el Cono Sur y América Central campeaban las dictaduras", dijo Ramos.
AD fue fundada en 1941 por izquierdistas no marxistas y gobernó Venezuela con los presidentes Rómulo Betancourt (1945-1948 y 1959-1964), su mayor figura histórica, con Rómulo Gallegos (1948), Raúl Leoni (1964-1969), Carlos Andrés Pérez (1974-1979 y 1989-1993) y Jaime Lusinchi (1984-1989).
Durante medio siglo fue un gran partido de masas, implantado en las clases obrera y campesina, pero se desmadejó tras la explosión social de 1989, conocida como el "Caracazo", obtuvo una votación reducida en los comicios parlamentarios de 2000 y quedó fuera de los reflectores políticos tras abstenerse en los comicios legislativos de 2005.
Pérez, durante años referencia y motor de la socialdemocracia en América Latina y el Caribe, se quejó amargamente por las sanciones contra AD ante Ayala desde Nueva York, donde se encuentra aquejado de salud.
"¿Es que ahora que Chávez pierde credibilidad interna e internacional, por su manera totalitaria como conduce el país, la IS va a cerrarle no sólo el ámbito de acción internacional a un partido democrático sino que le va a proporcionar aliento a su conducta, sancionando a AD?", preguntó Pérez a Ayala.
El ex mandatario destacó que AD favoreció la democracia en la región, favoreció la incorporación de muchos otros partidos a la IS y manifestó su "estupor" porque Ayala no le informase ni AD fuese advertida previamente de la sanción en su contra.
"Es una inconsecuencia y un contrasentido político imperdonable, en estos momentos críticos que vive la democracia en Venezuela", dijo Pérez.
Paradójicamente, AD expulsó de sus filas a Pérez en 1994, apenas comenzó un juicio en su contra por desviar fondos de una partida doméstica de ayuda de Nicaragua. Luego de años de prisión domiciliaria, el ex mandatario volvió brevemente a la política en 1998 y 1999, a la cabeza de un pequeño y ya desaparecido grupo llamado Apertura.
