El fallido intento del ex presidente de Perú, Alberto Fujimori (1990-2000), de ganar un escaño en el Senado de Japón podría acelerar el proceso de su extradición a Lima por parte del gobierno de Chile.
El ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alejandro Foxley, comentó en declaraciones publicadas por el diario El Mercurio, de Santiago, que la derrota de Fujimori en los comicios japoneses de este domingo acelerará el proceso.
Fujimori, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en Chile a la espera de una resolución del pedido de extradición formulado por Perú, se postuló como candidato a senador en Japón con la esperanza de resultar electo y, quizás de esa forma, evadir a la justicia de este país.
El ex presidente, quien enfrenta aquí cargos por violaciones a los derechos humanos y corrupción, aprovechó su doble nacionalidad peruano-japonesa para aspirar a un escaño en el país asiático.
El fracaso de esa maniobra ofrece al Estado peruano una extraordinaria oportunidad para actuar en el terreno político y demandar a las autoridades de Chile una decidida posición en el tema y su rápida resolución.
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"La extradición es un proceso que no sólo se desenvuelve en el ámbito jurídico, no se trata de un debate entre abogados, es muy necesario tomar acciones en la esfera política", explicó a IPS el ex procurador (fiscal) del caso Fujimori, Ronald Gamarra, quien participó en las investigaciones sobre los crímenes atribuidos al ex jefe de Estado.
"Eso es lo que hizo Fujimori, defenderse en el terreno judicial y actuar en el ámbito político. Su derrota debe ser aprovechada por el Estado peruano para hablar alto y claro a Chile. Fujimori debe ser entregado para ser juzgado por los delitos que cometió", agregó Gamarra, quien ahora integra el no gubernamental Instituto de Defensa Legal (IDL).
El ex presidente, de 69 años, se presentó el domingo como candidato a senador del ultraderechista Nuevo Partido de los Ciudadanos (NPC). De acuerdo con el sistema electoral de Japón, debía alcanzar el primer lugar entre los postulantes de ese partido para acceder a un escaño, pero quedó cuarto con sólo 51.612 votos, 7,6 por ciento del total que recibió el NPC.
"La situación de la candidatura de Fujimori en Japón no tenía incidencia alguna en la materia judicial que está pendiente en Chile", dijo Foxley. "Lo único que corresponde ahora es que en el plazo más breve posible la Corte Suprema emita su informe, su fallo, para que esta situación quede zanjada de una vez por todas", agregó.
El ex presidente atribuyó el revés a que no tuvo ocasión de dirigir la campaña y anunció que se reincorporaría a la actividad política en Perú una vez que resuelva el proceso de extradición en su contra por 12 acusaciones de violaciones a los derechos humanos y corrupción.
"Fujimori se postuló al Senado japonés como un plan alternativo en caso de que la justicia chilena accediera a la extradición. Pretendía utilizar su banca con la finalidad de comprometer al gobierno de Japón para que lo defendiera. Esa estrategia fracasó estrepitosamente. El proceso de extradición tiene el camino más limpio", declaró a IPS el ex jefe de la Unidad de Extradición del Ministerio de Justicia, Iván Montoya.
El presidente de Perú, Alan García, obvió mencionar el tema en su discurso del 28 de julio, en el que hizo un balance sobre el primer año de su gestión. Esto generó críticas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos que reclaman un pronunciamiento más claro del gobierno.
Al finalizar su discurso, García saludó efusivamente al congresista Santiago Fujimori, hermano del ex presidente y jefe de la bancada "fujimorista" en el Congreso legislativo de este país, aliada del gobernante Partido Aprista Peruano.
El presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos, una de las organizaciones que defiende a las víctimas del régimen fujimorista, señaló a IPS que "resulta indignante que el presidente García haya desperdiciado la oportunidad del discurso para hablar del tema".
"Calló en todos los idiomas la obligación del Estado peruano respecto a la extradición y lo hizo para no perjudicar la alianza de su partido con los fujimoristas", agregó.
El 26 de julio, el oficialismo logró conservar por un año más la presidencia del Congreso legislativo con el apoyo decisivo de los legisladores del ex presidente y fallido senador.
Mientras, una causa judicial contra Fujimori, patrocinada por el diputado socialdemócrata Antonio Leal, fue presentada ante el Juzgado del Crimen de Santiago por los letrados chilenos de derechos humanos Hugo Gutiérrez e Hiram Villagra.
Los querellantes son dos peruanos que habían sido acusados por el supuesto delito de terrorismo durante el gobierno de Fujimori, y que sufrieron prisión en Perú durante cinco años, María Elena Loayza y César Mamani. Luego de salir en libertad obtuvieron refugio en Chile.
Según Loayza y Mamani, el gobierno de Fujimori los acusó sin pruebas de pertenecer al grupo terrorista Sendero Luminoso y los sometió a tormentos durante su detención. Este caso, que no está incluido en el proceso de extradición de Fujimori, tiene como finalidad que el ex mandatario sea juzgado en cumplimiento de un tratado entre Chile y Perú referido al delito de torturas.
La derrota electoral de su jefe ha golpeado seriamente a los fujimoristas, quienes estaban de excelente ánimo luego de que el juez chileno Orlando Álvarez desestimara la solicitud de extradición de Fujimori, sentencia que se encuentra ahora en proceso de revisión.
"Hay que saber perder", reconoció a IPS el congresista fujimorista y jefe de imagen del frustrado senador, Carlos Raffo.
El revés electoral no afectará el proceso de extradición, dijo Raffo, aunque admitió que la única opción que le queda a Fujimori es reintegrarse a la actividad política peruana, "pero siempre y cuando quede resuelto el proceso judicial en Chile".
"Lamentamos mucho su derrota y lo recibiremos con los brazos abiertos, pero no somos ciegos. Primero tiene que demostrar completamente su inocencia", agregó.
Fujimori no sólo tendría que sortear la extradición sino también el eventual proceso judicial por torturas que tribunales chilenos podrían abrirle si acceden a la querella planteada por Loayza y Mamani.
"Espero que la justicia chilena rechace ese pedido de enjuiciamiento", expresó a IPS el portavoz de la bancada fujimorista, Alejandro Aguinaga. "En todo caso, el ex presidente ya ha reafirmado su posición de enfrentar cualquier proceso judicial que se le abra con el fin de demostrar su inocencia. Arreglará sus problemas pendientes y retornará al Perú", dijo.
Gamarra no vislumbra un panorama tan optimista. Fujimori "sueña con que va a criar a sus nietos", concluyó, "olvidando que tiene cuentas pendientes con la justicia por gravísimos crímenes".