La libertad de Alan Johnston, periodista de la cadena BBC secuestrado en marzo en Gaza, elevó el prestigio del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que arrebató en junio a su rival, el secular Fatah, el control de ese territorio palestino.
Hamas espera ahora que ese acontecimiento convenza a la comunidad internacional de que es un socio serio, confiable y capaz de imponer orden en las caóticas calles de este territorio densamente poblado.
Los líderes de este movimiento islamista palestino se ufanan de que la liberación de Johnston anuncia una nueva era de respeto a la ley y el orden en Gaza.
Ismail Haniyeh, primer ministro de Palestina cesado por el presidente Mahmoud Abbas tras la toma del territorio, sostuvo que la liberación del reportero confirma que su partido "se toma en serio la tarea de imponer la seguridad y la estabilidad".
Otro alto dirigente de Hamas, Mahmoud Zahar, dijo que la liberación fue "un mensaje claro. No permitiremos acciones ilegales contra nadie. Vamos a confiscar armas en manos de clanes o usadas para intereses personales".
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Johnston, que durante tres años trabajó para la cadena de radio y televisión británica BBC en Gaza, fue prisionero entre el 12 de marzo y este miércoles de una rama del Ejército del Islam, que depende del clan Dormush, el cual mantuvo en el pasado estrechos vínculos con Hamas.
Los términos del acuerdo por el cual el grupo liberó a Johnston y lo entregó a Hamas no están del todo claros.
Según algunos informes, al clan, que en un momento había demandado el pago de un rescate por el periodista nacido en Escocia, se le permitió mantener algunas de sus armas como parte de la transacción.
El mes pasado estalló la peor fase del enfrentamiento interno palestino en Gaza, por el cual Hamas derrotó a Fatah.
"Fue excepcionalmente deprimente estar secuestrado mientras las fuerzas de la ley y el orden se estaban matando entre sí de un modo muy intenso en las calles en vez de buscarme", dijo Johnston a la BBC tras su liberación.
Pero el periodista consideró que, si Hamas no hubiera tomado el control de Gaza, probablemente todavía estaría en cautiverio. También relató que, luego que el movimiento islámico se apoderó de ese territorio, sus secuestradores repentinamente se pusieron nerviosos, porque Hamas tiene "una enorme agenda" en materia de seguridad.
Un Johnston demacrado pero sonriente hizo sus primeros comentarios en la oficina de Haniyeh, quien colocó una bufanda con los colores nacionales palestinos alrededor de su cuello.
Más tarde, el mismo miércoles, el periodista liberado habló con colegas suyos en una conferencia de prensa realizada en el consulado británico en Jerusalén.
Allí dijo que había soñado muchas veces con ser libre pero que siempre se volvía a despertar en esa habitación. "Ahora realmente se terminó y es indescriptiblemente bueno estar afuera", expresó.
Johnston, que cumplió 45 años en cautiverio, dijo que pasó la mayor parte de su tiempo con "un tipo extraño que apenas me habló durante días y que apenas me miraba y montaba en cólera por cosas diminutas, un portazo o lo que fuera".
"Otras veces, una vez por quincena, aparecía completamente diferente, amistoso, en especial si pensaba que todo el secuestro podía estar llegando a su fin", recordó.
En cierto momento, el hombre lo invitó a mirar televisión, y así Johnston pudo ver a su padre en una conferencia de prensa para reclamar su liberación.
Sólo soportó violencia directa cuando fue conducido por sus captores al lugar donde sería liberado. En el traslado, le golpearon la cabeza.
Pero también señaló que a menudo no estaba seguro de sobrevivir al secuestro.
Horas después de su captura, recordó, el líder del grupo apareció en la entrada de la habitación con su cabeza oculta por una "kefiyeh" (tradicional pañoleta árabe) roja y blanca, y le dijo que no le harían daño.
Pero poco después lo despertaron. Los captores "colocaron una capucha sobre mi cabeza nuevamente, me esposaron y me hicieron salir en la noche. Por supuesto, en esas circunstancias uno se pregunta cómo terminará eso", dijo.
"Las últimas 16 semanas fueron lo peor que podía imaginar para mi vida. Era como estar enterrado vivo, realmente, fuera del mundo", agregó.
Su principal fuente de alivio era un receptor de radio con el que escuchaba la programación de la BBC y le permitía escuchar exhortaciones a que lo liberaran.
Así se enteró, por ejemplo, que técnicos en el festival de rock de Glastonbury habían dejado a un lado sus herramientas en una muestra de solidaridad con él.
"Estoy inmensamente agradecido por eso, y lo estaré toda mi vida", aseguró.
Mientras Hamas intenta mostrarse como gestor de la liberación de Johnston, lo cual demostraría su compromiso con la ley y el orden, el moderado Fatah lo acusó de connivencia con los secuestradores y de montar una farsa para mejorar su imagen ante la comunidad internacional.
Yasser Abed Rabbo, asesor del presidente Abbas, dijo que el Ejército del Islam y Hamas eran aliados y habían coordinado el secuestro. "Pienso que esto fue armado por Hamas para parecer respetuoso del derecho internacional", manifestó.
Pero Khaled Meshaal, líder de Hamas exiliado en Damasco, insistió en que la liberación de Johnston señaló un marcado contraste con la "anarquía" que prevalecía en Gaza cuando Fatah todavía dominaba ese territorio.
Luego de la violenta toma de Gaza por parte de Hamas, el gobierno encabezado por Haniyeh y cesado por Abbas designó una administración de emergencia, que opera en Cisjordania.
Hamas se negó a reconocer al nuevo gobierno. Por lo tanto, Gaza y Cisjordania ahora son regidas por dos autoridades palestinas diferentes.
Mientras Israel y Occidente han respaldado a Abbas, Gaza permanece aislada y sometida a sanciones internacionales. El embargo fue establecido luego que Hamas llegó al poder el año pasado, y se negó admitir el reconocimiento del Estado de Israel en su plataforma.
Ahora el movimiento islámico espera que la liberación de Johnston demuestre a la comunidad internacional que es un socio confiable y que se toma en serio la imposición de la ley y el orden en Gaza.
En la conferencia de prensa con Johnston en su oficina, Haniyeh dijo que ahora quería poner fin al cautiverio de Guilad Shalit, soldado secuestrado de una base militar en Israel por insurgentes palestinos el 25 de junio de 2006, y desde entonces cautivo en Gaza.
Hamas reclamó la liberación de cientos de prisioneros en cárceles israelíes a cambio de Shalit.
"Gaza está segura, limpia, verde", dijo Ahmed Yousuf, asesor de Haniyeh, en referencia al color que identifica a Hamas.
Johnston, por lo pronto, no tiene planes inmediatos de regresar a Gaza. "Pasé tres años cubriendo Gaza como corresponsal y cuatro meses en confinamiento solitario allí, y siento que ya es suficiente. Tal vez vuelva cuando sea miembro de la Unión Europea", declaró.