NACIONES UNIDAS: Un pacto fallido

El Pacto Mundial (Global Compact) entre la ONU y las grandes empresas internacionales, tiene hasta ahora un carácter apenas voluntario que lo convierte sólo en un alegre club sin preocupaciones, opinó Ramesh Singh, jefe ejecutivo de la organización no gubernamental ActionAid.

La iniciativa propuesta por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) con la intención de comprometer a las transnacionales en la gestión de los desafíos sociales y ambientales creados por la globalización, carece de todo poder vinculante, explicó Singh a IPS.

ActionAid y otras entidades de la sociedad civil de relevancia mundial, como Greenpeace, Amnistía Internacional y también la suiza Declaración de Berna, apuntaron sus críticas a ese flanco más débil del Pacto Mundial, que es su falta absoluta de eficacia legal.

La organización ecologista Greenpeace estima que la acción voluntaria, aunque sea bienvenida, nunca puede sustituir a la muy necesaria regulación gubernamental, ratificó Daniel Mittler, asesor en materia de responsabilidad empresaria.

Por esa razón, Greenpeace se opone al Pacto Mundial, dijo Mittler.
[related_articles]
Más allá fue Jean Ziegler, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, quien se interesa por el tema a causa de la laxitud de las normas para perseguir las violaciones de los derechos humanos cometidos por las transnacionales.

"Creo que al Pacto Mundial no sólo hay que criticarlo, sino también combatirlo porque se trata de una operación de relaciones públicas de las compañías transnacionales", confió Ziegler a IPS.

Las 500 empresas transnacionales más grandes del mundo controlaban el año pasado un 52 por ciento de producto bruto mundial, sostuvo el académico suizo.

La polémica ha sido alimentada por la sesión que mantendrán este jueves y el viernes en Ginebra más de 1.000 representantes de esas compañías, pero también personalidades de la sociedad civil, como Irene Khan, secretaria general de Amnistía, Mary Robinson, presidenta de la Iniciativa por la Globalización Ética, Guy Ryder, secretario de la Confederación Sindical Internacional, y Jeremy Hobbs, director de Oxfam Internacional.

La información distribuida por la ONU consignó que el encuentro versaría principalmente sobre "la construcción de los mercados de mañana". Los participantes se ocuparán de una gama de temas que son nexos entre los negocios y la sociedad, como el cambio climático, los derechos humanos, la corrupción y el acceso a las finanzas y al capital, según las Naciones Unidas.

La idea del Pacto Mundial fue lanzada el 31 de enero de 1999 por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, en un discurso ante el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza.

"El Pacto nació ante los jefes de las empresas más poderosas y fue creado bajo la presión de los estadounidenses, aunque Annan es una persona muy agradable y un hombre decente", subrayó Ziegler a IPS. El Pacto es una solicitud dirigida a las empresas para que se adhieran a 10 principios, que son el apoyo y el respeto a la protección de los derechos humanos fundamentales, en segundo lugar, el deber de asegurarse de no ser cómplices en la vulneración de esas garantías.

En el plano laboral deberían apoyar la libertad de afiliación sindical y el reconocimiento de la negociación colectiva. También tendrían que apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso. Otro punto se refiere a la erradicación del trabajo infantil, seguido por una demanda de abolición de la discriminación en el empleo.

Tres principios se ocupan de cuestiones ambientales. Uno propone un enfoque preventivo para la protección ambiental. Las empresas deberían igualmente adoptar iniciativas favorables a una mayor responsabilidad ambiental y, finalmente, también favorecer el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas del ambiente.

El tema de la corrupción había sido olvidado por los empresarios y la ONU, pero fue agregado como décimo principio con alguna tardanza y su texto reza así: las empresas deben luchar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno.

A pesar de las críticas al Pacto Mundial por su falta de obligatoriedad, la analista de relaciones económicas de Amnistía Internacional, Audrey Gaughran, observó que algunas empresas están sacando enseñanzas de esos principios y "aprenden lo que los derechos humanos significan para los negocios", dijo.

"Sin embargo, tenemos que ser cautelosos y comprender el papel de los enfoques voluntarios con relación a los negocios y a los derechos humanos, incluidas sus limitaciones y debilidades", dijo Gaughran.

Mittler, de Greenpeace, opinó que no es ocupación de la ONU organizar mesas redondas de negocios. El trabajo de la ONU es establecer normas internacionales vinculantes y asegurar que ellas puedan y sean cumplidas. "El mundo necesita acción y códigos obligatorios mundiales para el comportamiento de las empresas", insistió.

El experto de Greenpeace mencionó que un estudio de la compañía McKinsey mostró que sólo en un 10 por ciento de los casos examinados había pruebas de que las empresas tenían un comportamiento diferente al que hubieran seguido en la eventualidad de no ser miembros del Pacto Mundial.

Oliver Classen, representante de la Declaración de Berna, una de las más antiguas organizaciones no gubernamentales de Suiza, reclamó al actual secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que replanteara el acuerdo con los grandes empresarios lanzado por Annan.

A su vez, Mittler invitó a Ban Ki-moon a distanciarse de los intentos de "disfrazarse de ecologistas" de las industrias nuclear y del carbón a través del Pacto Mundial.

"El Pacto Mundial es una burla porque ha permitido que numerosas compañías violadoras de los derechos humanos se sientan libres para sumarse a ese acuerdo y beneficiarse de la asociación con la ONU", opinó Aftab Alam Khan, jefe de comercio de ActionAid.

Ziegler describió el Pacto Mundial como "un acuerdo de caballeros" que otorga a las transnacionales el derecho de colocar en sus papeles membretados el logo de la ONU. De esa manera, por ejemplo, la corporación suiza Nestlé disimula las violaciones que comete con sus alimentos para niños al código sobre la lactancia materna, sostuvo.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe