«Si otro mundo es posible, es necesario otro Estados Unidos», rezaba una pancarta en una marcha con motivo de la primera conferencia nacional del Foro Social Mundial en este país, que reunió a unos 10.000 activistas en esta ciudad del Sur.
Los organizadores de este encuentro de la sociedad civil, realizado del miércoles al domingo, se propusieron "difundir entre los activistas del mundo el mensaje de que aquí hay un activo movimiento opuesto a las políticas estadounidenses dentro y fuera de su territorio".
Refiriéndose a las consecuencias del huracán Katrina, en agosto de 2005, Jerome Scott, de Project South, señaló el jueves en la primera sesión plenaria que "la respuesta del gobierno destapó la olla de todo lo malo que existe en este país".
Ese fenómeno climático devastó la sudoriental ciudad de Nueva Orleáns, en el meridional estado de Louisiana. El huracán y la subsiguiente inundación acabaron con al menos 1.800 vidas y dejaron a su paso daños equivalentes a 81.000 millones de dólares.
Miles de personas participaron en el plenario, y, en determinado momento, varios cientos de víctimas del huracán Katrina se pusieron de pie.
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"Éste es uno de los asuntos más importantes que podíamos haber tratado en el primer Foro Social Estados Unidos", señaló Scott, cuya organización se dedica a capacitar líderes comunitarios.
"Las autoridades declararon a la prensa que la recuperación de la costa del Golfo es lenta. No es lenta. Es un enorme programa de privatización", enfatizó Monique Harden, de la organización Defensores de los Derechos Humanos Ambientales.
"Los únicos que no pudieron regresar a sus hogares que no fueron dañados fueron los residentes de viviendas estatales", señaló Harden.
"Tenemos que comprender nuestra historia", subrayó Mwalimu Johnson, de 70 años, del Capital Post-Conviction Project de Louisiana.
Johnson citó al padre de la economía liberal, Adam Smith, quien, en su libro "La riqueza de las naciones", anotó en el siglo XVIII, que "el gobierno civil, instituido para la seguridad de la propiedad, es, en realidad, instituido para la defensa de los ricos contra los pobres, o de aquellos que poseen alguna propiedad contra los que no tienen ninguna".
"Eso es importante porque ¿cómo pudo permitir el gobierno que eso sucediera? Ni siquiera debemos hacernos esa pregunta, porque el gobierno es responsable ante la elite", dijo Johnson a IPS.
"Practicaron un genocidio sistemático al amparo del desastre", remarcó Johnson.
Tanto oradores como participantes hicieron énfasis en que el huracán Katrina también es un símbolo de infinidad de problemas que padecen las personas en Estados Unidos y en el mundo.
"Si trabajas en la justicia penal, te refieres a Katrina. Si hablas de salud, te refieres a Katrina. Si hablas de vivienda, te refieres a Katrina. Vivimos en una pesadilla llamada Katrina. Su origen es un sistema capitalista y racista atrasado", señaló un miembro del público.
El Foro Social comenzó con una manifestación multitudinaria por el centro de Atlanta bajo un sol abrasador.
Cientos de organizaciones participaron del acto y variadas consignas se estamparon en pancartas, referidas a derechos laborales, orientación sexual y equidad de género, paz, propuestas de juicio político al presidente estadounidense George W. Bush y al vicepresidente Dick Cheney, compasión por inmigrantes y vivienda, entre otras muchas.
No faltaron a la cita los grandes cabezudos.
El trayecto de la marcha debió cambiarse pocas semanas antes del Foro, cuando el gobierno de la ciudad y la policía le negaron la autorización.
Finalmente se llegó a un acuerdo y los manifestantes circularon por la calle Peachtree, del centro de la ciudad, y no pasaron por la sede del ayuntamiento.
Cientos de residentes de viviendas estatales y activistas de Atlanta y Chicago se congregaron, de todas formas, frente al el ayuntamiento, una hora antes del comienzo de la manifestación del Foro.
A pocos metros de allí, miles de participantes del Foro estuvieron reunidas como una hora, ajenos a la otra protesta en defensa de vivienda que se desarrollaba a pocas cuadras.
La manifestación del Foro comenzó con varios discursos, incluido el del líder religioso y veterano activista por los derechos ciudadanos Joseph Lowery, de Atlanta.
"Nuestro dilema nacional no es el retraso técnico, sino la deficiencia moral en fijar las prioridades cuando ponemos nuestros avances técnicos a trabajar por el bien común", sostuvo el reverendo Lowery.
"Como país seguimos poniendo la codicia empresarial por encima de las necesidades sociales e insistimos recurrir a soluciones militares para los desafíos morales y políticos", prosiguió.
"Sacrificamos los ideales que pudieron hacernos grandiosos, por nuestra ambición que nos hace grandes, pero grande no es lo mismos que grandioso", apuntó. Lowery.
"Nos separó el deterioro de nuestras libertades civiles. Nos perjudicó la concepción errónea de que todo iba a estar bien y de que podemos resolver cualquier conflicto mandando bombas inteligentes en misiones estúpidas", añadió.
La diversidad de intereses representa un desafío para lograr la creación de una agenda única del Foro.
"Es difícil que esta gente, muy comprometida con asuntos específicos, se organice en torno a un asunto único. Sería bueno tener algunos objetivos centrados en aspectos más focalizados", señaló el reverendo Lauren Cogswell, de la organización Open Door Community, de Atlanta.