DESARROLLO: La palabra pobreza es como la palabra muralla

Antes había que traer el agua a las casas en grandes recipientes. Eran las mujeres las que lo hacían. Luego logramos llevarla por medio de acueductos. Y cuando la tuvimos en el grifo, compramos el agua embotellada.

Esta vez, el agua es privada. Pero "si se habla de mortalidad infantil, se habla del acceso al agua como un derecho humano", señaló la vicecanciller italiana Patrizia Sentinelli en un seminario para periodistas latinoamericanos sobre Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), organizado este jueves en Montevideo.

"El agua debe ser reconocida como un derecho humano por la ONU (Organización de las Naciones Unidas). De lo contrario, es una mercadería, y el agua no puede ser fuente de lucro. Es parte del ciclo vital", agregó, y con ello puso un ejemplo concreto de lo que puede cubrir la prensa en materia de cumplimiento de los ODM.

Estos ocho objetivos fueron adoptados por la comunidad internacional en 2000, como una plataforma para abatir el hambre, la miseria y la desigualdad, mejorar la educación, la salud materna e infantil, combatir el sida y asegurar la sustentabilidad ambiental, entre otros propósitos.

Pese a que la pobreza se redujo en Uruguay desde 2005, este país vive retrocesos, por ejemplo en materia de epidemia de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
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"Hay elementos en los que estamos retrocediendo" en todo el mundo, como en el "cambio climático, en los que hemos desandado camino", dijo a IPS Pablo Mandeville, coordinador residente de la ONU en Uruguay y representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Por su parte, Juan José Calvo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas, anotó que en una pieza de comunicación de la propia ONU en Uruguay no aparece, por ejemplo, una pareja heterosexual adolescente, o bien una pareja homosexual, que acudan a adquirir preservativos.

El primer caso sería pertinente para las campañas contra el embarazo adolescente, y ambos para prevenir la expansión del sida. Este último indicador continúa en ascenso en la región.

"Son cambios conceptuales relevantes que no se reflejan ni siquiera en la comunicación del propio PNUD", comentó luego de mostrar un vídeo publicitario que busca sensibilizar sobre los ODM.

Durante la jornada, medio centenar de periodistas de siete países sudamericanos intentaron descifrar qué significa aquello de informar sobre los ODM en "La agenda social olvidada", un seminario-taller organizado por el PNUD y la agencia internacional de noticias IPS, con auspicio de la Intendencia Municipal (alcaldía) de Montevideo y del gobierno de Italia.

"La palabra pobreza es como la palabra muralla. Es un problema de segregación. Pero no es para los que están detrás de ella, sino que es de toda la sociedad", dijo Ricardo Ehrlich, alcalde de la capital uruguaya.

Sergio Danishewsky, editor jefe de la sección sociedad del diario Clarín, uno de los más grandes de Argentina, describió de manera descarnada cómo funciona esa "muralla".

Los medios estamos sometidos a una serie de presiones económicas y sociales que dificultan informar sobre pobreza, dijo.

"El pobre siempre es el otro", los trabajadores de los grandes diarios en principio "no somos pobres", nuestro ingreso "nos alcanza para vivir", pero "además nuestra vivencia cotidiana de la pobreza es nula", lo que impide a los redactores comprender el fenómeno.

Para rematar, "los pobres no compran nuestros diarios, y no estoy seguro de que su situación le interese a la persona que sí lo compra", agregó. Así, "comunicar la pobreza en diarios masivos cuyos clientes no son pobres y sus dueños tampoco" es algo que "no se espera de nosotros", los periodistas.

Danishewsky ve que "muchos periodistas sienten una distancia real con la pobreza, en el sentido de que no entienden qué está pasando en el mundo en materia de concentración de ingresos".

En los últimos años hay un nexo entre los esfuerzos por reducir la pobreza y la sociedad civil. Pero "aún las organizaciones no gubernamentales tienen dificultades para comunicar lo que están haciendo" y de "canalizar adecuadamente sus esfuerzos"; pero además, "tienen mala prensa".

Muchas de ellas no son del todo confiables como fuentes periodísticas, o no saben presentar sus descubrimientos.

Si los medios de comunicación pequeños tienen condicionantes en su tarea diaria, debido a la dependencia con los anunciantes, en general el Estado, "esto pasa con más fuerza en los medios grandes".

La relación entre el medio grande y el poder suele condicionar el tratamiento de ciertos temas. Una vez el reportero ha sorteado todas estas barreras, puede ocurrir que toque algún interés que el diario no quiere tocar. Así, su reportaje sobre pobreza se cae "como un castillo de naipes", señaló.

Si la pobreza se aborda desde el relato de historias de la gente, tiene el riesgo de caer en la estigmatización. Pero si contamos una historia exitosa, sabemos que se trata de un camino aislado que la mayoría de la gente no va a poder transitar.

Y estos desafíos se plantean todos al mismo tiempo, señaló el argentino. En todo caso, "sigo creyendo que un periodista sensible tiene condiciones para sortear todos esos obstáculos y llegar a un final feliz: contarle a la gente retazos de historias", dijo.

Alfonso Lessa, director periodístico del Canal 12 de televisión de Uruguay, cree que "probablemente la mayor parte de los periodistas, pero tampoco de los políticos, saben de qué se trata" aquello de los ODM que, además, "no están en la agenda periodística como tales".

Sin embargo, atribuye la "creciente presencia de asuntos sociales en los medios" a "la realidad uruguaya" y a la llegada al poder de un gobierno izquierdista, que ha adoptado programas contra la pobreza.

La vicecanciller italiana lanzó más ideas sugestivas sobre asuntos que hacen parte de los ODM, y que los periodistas rara vez relacionan.

Un ejemplo es el cambio climático y la degradación del planeta: "Asegurar la sostenibilidad del ambiente", dice el objetivo séptimo. "Pero la discusión queda sólo como denuncia", señaló Sentinelli.

En Italia, que vive ahora un cálido verano, el excesivo uso de acondicionadores de aire incrementa la temperatura del ambiente exterior en cinco o seis grados, ejemplificó.

Sentinelli, encargada de la cooperación internacional italiana, ha asistido a todos los Foros Sociales Mundiales, el mayor ámbito de la sociedad civil internacional establecido en 2001.

La cooperación "ha aprendido de las experiencias de América Latina el valor de la democracia participativa", afirmó. "Lo importante es reconocer (a los pobres) como iguales", como "socios que pueden servir para el cambio", sostuvo.

Precisamente con los Foros Sociales surgió Carta Maior, un periódico virtual que se edita desde São Paulo.

Su editor jefe, Flávio Wolf Aguiar, otro de los ponentes de "La agenda olvidada", dijo que cuando los Estados invierten en los pobres se habla de "asistencialismo", "gasto público" o incluso "populismo".

Pero cuando el mismo Estado da dinero a los ricos, éste se describe como "inversiones productivas", "incentivo económico" y "modernidad".

El pobre se presenta en el discurso público como el mayor culpable de su pobreza, afirmó.

"Darle la palabra al otro", el paso "más osado pero el más difícil" de Carta Maior, fue tratar de llegar a la gente beneficiaria de programas gubernamentales para combatir la pobreza en zonas distantes.

Luego, pasó a informar sobre límites y alcances de esos programas. Y más tarde indagó por qué se había llegado a las dimensiones que tiene la pobreza en Brasil, uno de los países del mundo con mayor desigualdad entre ricos y pobres.

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