Cuando concluyó la más reciente fase del diálogo multilateral por la «desnuclearización» de Corea del Norte, la del Sur rezumaba escepticismo. ¿Acaso puede confiar en que su belicoso vecino cumpliría sus promesas?
Las deliberaciones de la semana pasada en Beijing entre las dos Coreas, China, Estados Unidos, Japón y Rusia no fijaron un plazo para la desactivación de las instalaciones nucleares de Pyongyang, que continuó presentando demandas de concesiones políticas y económicas.
El diario surcoreano Korea Times pronosticó, poco antes de la reunión, que "las negociaciones en curso podrían afrontar algunas dificultades, aunque no serias, pues se prevé que Corea del Norte reclame más concesiones, incluida una mayor asistencia económica y recompensas diplomáticas" de Washington, Seúl y otros gobiernos.
Entre otras demandas, el régimen de Kim Jong Il exigió su salida de la lista de países que patrocinan el terrorismo elaborada por el Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, y la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
"Lo que acordamos fue seguir las discusiones que abrimos en Nueva York cuando tuvimos la primera reunión del grupo de trabajo", dijo el lunes en Washington el jefe de la delegación de Estados Unidos, Christopher R. Hill.
"Discutimos, en primer lugar, algunas de las razones por las que están en la lista" de estados que patrocinan el terrorismo, agregó Hill, subsecretario general adjunto para Asia Oriental y el Pacífico.
"En esta instancia, no puedo decir cuánto seguiremos con la pregunta que ellos tienen: cuándo se los retirará de la lista. Pero creo que estamos discutiendo. Estamos preparados para continuar", añadió.
El principal obstáculo de las conversaciones de la semana pasada se refirió al secuestro de al menos 13 ciudadanos japoneses hace décadas, de los cuales, según la versión norcoreana, cinco fueron liberados y los restantes murieron en custodia.
Tokio se rehúsa a brindarle asistencia a Pyongyang hasta que el régimen de Kim brinde una explicación satisfactoria sobre el caso.
Pero la cancillería norcoreana advirtió la semana pasada que "la cuestión nuclear en la península permanecerá sin solución por un periodo indefinido" a menos que Japón cambie esa postura.
Mientras, el presidente surcoreano Roh Moo-hyun es escéptico respecto de los compromisos asumidos por Corea del Norte sobre paz y estabilidad en la península, donde hace 57 se firmó la tregua que puso fin a la Guerra de Corea (1950-1953).
Roh dijo la semana pasada en Seúl, ante el Consejo Asesor para la Reunificación Nacional, que el acuerdo de cese del fuego debe ser sustituido cuanto antes por un tratado de paz definitivo.
"Un régimen de paz en la península de Corea sólo puede alcanzarse como consecuencia de la desnuclearización. Un régimen de paz depende de que Corea del Norte cumpla con sus compromisos sobre su programa nuclear", advirtió el diario surcoreano JoongAng.
"Sin un tratado de paz, es posible que cualquier firmante del armisticio reanude la guerra en cualquier momento", dijo, por su parte, Kwon Yule-jung, director de la División de Bienestar del Ministerio de Patriotas y Asuntos de los Veteranos.
Además, alertó, las bajas de una guerra irían "más allá de la imaginación".
Luego de dejar pasar una fecha límite para comenzar a cerrar sus instalaciones nucleares en Yongbyon, Corea del Norte cumplió a mediados de este mes con las primeras clausuras.
Además, la impredecible Corea del Norte boicoteó dos veces el año pasado las negociaciones sextipartitas.
Korea Times sostuvo que Estados Unidos y Corea del Sur deberian actuar en conjunto para rebajar las "excesivas demandas norcoreanas" y "asegurar la desnuclearización completa".
El acuerdo por el cierre de Yongyon fue reivindicado como un éxito propio por el gobierno de George W. Bush.
Como parte del pacto, Estados Unidos allanó el camino para la entrega a Corea del Norte de 25 millones de dólares congelados en un banco en Macao, China, por considerarlos procedentes de la venta de armas y de la falsificación de marcas.
Sin embargo, Hill consideró que se requerían "pasos adicionales" por parte de Corea del Norte.
Cinco grupos de trabajo sextipartitos se reunirán en las próximas semanas para considerar asistencia económica y energética y la desnuclearización, entre otros asuntos.
Luego se celebrará otra reunión de jefes de delegación, prevista para comienzos de septiembre. Hill consideró que un acuerdo de varios pasos sucesivos estaría firmado para fines de este año.